El año pasado se importaron 24,2 millones de pares de calzados, 22 por ciento menos que en 2008, según informó ayer la cámara que nuclea a los empresarios del sector. Los industriales celebraron el dato y aseguraron que es consecuencia del acuerdo de autolimitación de exportaciones firmado con Brasil y de las licencias no automáticas que aplica el Gobierno. Esas medidas permitieron elevar la producción nacional a 95 millones de pares y para este año se espera superar los 100 millones. “Alcanzaremos un record histórico”, afirmó el titular de la cámara, Alberto Sellaro.

Al recorrer ayer la Feria Internacional del Calzado que se está de-sarrollando en el Centro Costa Salguero, la ministra de Industria, Débora Giorgi, remarcó también que el crecimiento del sector está “directamente relacionado con las políticas de defensa del mercado interno que aplica el Gobierno”. La funcionaria coincidió con la proyección de los integrantes de la CIC de que “durante 2010 la producción será aún más importante, ya que se prevé superar los 100 millones de pares fabricados en nuestro país”. Esto implicaría la generación de casi 3500 nuevos puestos de trabajo adicionales, un 10 por ciento del total actual que emplea el sector en forma directa.

Sellaro destacó como causas del crecimiento el acuerdo firmado con Brasil para el período 2009-2011, que fija un tope de importación de 15 millones de pares anuales, los valores criterio que fijó la Aduana y las licencias no automáticas y las medidas antidumping contra China implementadas por el Ministerio de Industria. Sobre la situación comercial con el país asiático, el industrial recordó que hay un proceso de investigación abierto para determinar la existencia de dumping en las importaciones de todo el calzado chino y sostuvo que a mediados de 2009 se determinó la fijación de medidas provisionales a través de un valor mínimo de exportación FOB de 15.50 dólares. “Se espera la aplicación de medidas definitivas en los próximos días”, agregó.

Por su parte, Raúl Zylbersztein, titular de la Cámara de Marroquineros y Afines, sostuvo que desde 2007, cuando se pusieron en marcha estas medidas, las importaciones de marroquinería y valijería se redujeron en 30 millones de unidades (10 millones en el 2008 y 20 millones más en 2009), disminuyeron los niveles de subfacturación y se terminaron las importaciones de empresas fantasmas, que sumaban más del 50 por ciento del volumen importado. Zylbersztein hizo un llamado a los partidos políticos de la oposición para que se definan con relación a las políticas de protección industrial llevadas a cabo por la actual administración. “Esta es la reacción de los pequeños y medianos empresarios a las medidas de política industrial que ha tomado el gobierno para proteger a la industria nacional. Necesitamos que estas políticas de estado se consoliden para poder tener mayor estabilidad y aumentar las inversiones productivas que nos permitirán dar un salto aún mayor”, subrayó.