ECONOMíA › ARGENTINA FRENTE A LA CRISIS. CUATRO ECONOMISTAS ANALIZAN LAS PERSPECTIVAS

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Convocados por Carta Abierta, el viceministro de Economía, Roberto Feletti, participó con Héctor Valle, Fernando Porta y Alfredo Zaiat de un intenso debate en torno de lo hecho y lo que no se hizo frente a la crisis.

Los panelistas y sus argumentos. El debate fue seguido por más de cuatrocientas personas.

Para Roberto Feletti, viceministro de Economía, las medidas de ajuste fiscal que están llevando adelante los gobiernos europeos, junto a otras políticas promocionadas por los organismos de crédito multilateral, constituyen poleas de transmisión que permiten trasladar la crisis internacional desde los países avanzados hacia los subdesarrollados. El análisis del funcionario tuvo lugar en un encuentro del espacio Carta Abierta, en el cual también participaron como panelistas Fernando Porta, presidente del centro de estudios del grupo Redes; Héctor Valle, presidente de la Fide, y Alfredo Zaiat, jefe de la sección Economía de Página/12. En un debate intenso frente a unas cuatrocientas personas, se analizaron temas como la crisis internacional, las políticas macroeconómicas que el Gobierno tomó para enfrentarla, el canje de deuda, próximos desafíos de política económica y la integración regional, en donde el funcionario destacó la creación del Banco de la Unasur.

Participante de habituales foros internacionales con funcionarios de Hacienda de todo el mundo y técnicos de los organismos de crédito internacional, Roberto Feletti ofreció su visión de la coyuntura. “Los organismos multilaterales plantean la necesidad del ajuste fiscal para salvaguardar el volumen de activos financieros. Se considera la bandera del ajuste como un planteo superador en esta etapa de la crisis”, manifestó. Junto con las medidas de ajuste, el funcionario ve que en los últimos encuentros internacionales existe una renovada presión para impulsar la liberalización comercial a partir de la eliminación de las barreras paraarancelarias. El mandato de la liberalización financiera –otra bandera neoliberal– se materializa, opina, en intensos flujos de capitales desde los países industrializados hacia el tercer mundo, que provocan apreciación cambiaria, como en el caso de Brasil. “La retracción de la demanda –de los países centrales– vía ajuste fiscal, liberalización del comercio y apreciación cambiaria es un combo que pulveriza el superávit de la cuenta corriente de los países en desarrollo”, explicó. Para Héctor Valle, el salvataje a Grecia va a derivar en una crisis más aguda, que tendrá repercusión en los países mejor ubicados del bloque, como Inglaterra, Alemania, Francia y Holanda. “La situación es similar a la de Argentina en los ’90, esto debe servir para valorar la política económica actual. Se salió de la crisis con daños menores, y esto fue posible por el gasto público y otras políticas muy inteligentes”, añadió. Destacó el Repro que lleva adelante el Ministerio de Trabajo, la Asignación Universal por Hijo, la estatización del sistema previsional y la utilización de reservas.

“Es una crisis internacional fenomenal, ignorada por los sectores conservadores. Y la ignoran porque es la exteriorización más contundente del fracaso de las políticas que buscan imponer en la Argentina”, sostuvo Zaiat. El Gobierno, según indicó, se mantiene con una postura ambigua. Por un lado, interviene fuerte para evitar la caída en el nivel de actividad y empleo, pero por otro lado “el canje de deuda es la prueba de que también se ignoró la profundidad del desplome global”.

Feletti forma parte del grupo de trabajo desde el cual se espera crear el Consejo Sudamericano de Economía y Finanzas de la Unasur. El ambicioso plan que se proponen los funcionarios latinoamericanos es avanzar sobre la integración regional en materia de pagos y crédito. Para ello están avanzando sobre un sistema de pagos en moneda local, que permite desdolarizar la región. A la vez, buscan crear un fondo de estabilización macroeconómica regional, para evitar ataques especulativos contra las monedas. Ante las limitaciones que tiene la implementación de políticas de desarrollo basadas en la financiación vía organismos de crédito multilateral, Feletti indicó que están trabajando en la creación del Banco de la Unasur. Indicó que avanzar en estas cuestiones “requiere de mucha homogeneidad política, que hoy no está visible”.

“Hay que pensar la integración financiera de la mano de la productiva”, acotó Fernando Porta. Propone utilizar la plataforma del Mercosur en términos de integración y complementación para incentivar la “densificación industrial y darle mayor calidad al aparato productivo”. Advirtió que en el bloque regional “han predominado los vicios de partida, porque fue concebido como un proceso de liberalización comercial”. “Ahora hay un cambio de fase, aparece la cuestión de las asimetrías y el poner a la integración productiva como un acto que debe ser promovido, sin esperar que el mercado lo genere de forma espontánea”, manifestó.

Valle advirtió que “hemos heredado de los ’90 una enorme monopolización en las cadenas de valor. Se está agotando la capacidad instalada, y hay una demanda en ascenso vía gasto público, distribución del ingreso. Es inevitable que haya presiones inflacionarias”.

Zaiat puso el foco en “la debilidad de la intervención pública en el control de los precios”. “En todos los países hay oligopolios y multinacionales, pero no en todos aumentan los precios, y no en todos perciben tal nivel de renta extraordinaria como lo hacen hoy en la Argentina”, manifestó. Por eso reclamó que “el Estado cuente con mejores herramientas de negociación con los oligopolios, para lo cual hay que reconstruir un estado profesional, activo”. Los subsidios, promociones o estímulos industriales, agregó, “deberían estar atados a mantener precios, nivel de abastecimiento, empleo y exportaciones”.

“El gobierno que nació en 2003 es un emergente de 2001. Surgió de una emergencia, y de esa experiencia tomó una forma de administrar adaptativa. Frente a las crisis y desafíos, el Gobierno en general mantuvo la postura más audaz, teniendo en cuenta la histórica relación de fuerzas en la Argentina”, explicó Zaiat. “La renegociación de la deuda en default, la ruptura con el FMI, la política de estatizaciones, el fin de las AFJP, la 125, asignación por hijo, la utilización de reservas; todas fueron estrategias adaptativas”, agregó.

Por ello, sugiere que el desafío es “lograr una mayor densidad de esas transformaciones para que no sean solamente medidas de emergencia, tomadas por una estrategia adaptativa, para que puedan institucionalizarse. Que el sendero sea más sólido, consolidado”, manifestó Zaiat. A su vez, criticó la intención oficial de “volver a los mercados” a través del nuevo canje de deuda. “El mercado financiero es un potente desestabilizador y la desconexión financiera forzosa desde 2003 ha sido extraordinaria”, subrayó.

Feletti defendió la política económica implementada para paliar la crisis. Indicó que hubo un fuerte shock fiscal y para complementar esta expansión fiscal, “el Gobierno lanzó el canje como un estímulo a la oferta vía crédito”. “Había que recrear la confianza, que los privados volvieran a tener pesos y dejarlos en el país. Por eso la idea de salir del default. No nos entusiasmaba la vuelta a los mercados, pero era una señal clara para impedir la dolarización y recrear el proceso de inversión”, explicó.

Luego de destacar la política de ingresos, incluyendo medidas como la asignación por hijo, aumento de jubilaciones o incremento del piso salarial y los subsidios a los servicios públicos, Feletti aseguró que “ahora se viene el estímulo a la inversión”. Provocativo, manifestó que “para el control de precios contamos con un excelente funcionario como Guillermo Moreno”. La platea respondió con aplausos y ovación.

Informe: Javier Lewkowicz.

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