SOCIEDAD › UNA HERMANA DE LA NIñA BALEADA ACUSó A SU MADRE POLICíA

Contradicciones de una federal

La hermanita, de trece años, de la niña baleada en la cabeza dijo que su madre había disparado. La mujer se negó a declarar.

La oficial principal de la Federal acusada de haber dado muerte a su hija de un tiro en la cabeza, el sábado, en el barrio de Caballito, ayer se negó a declarar ante la Justicia y quedó detenida por el caso. La mujer fue imputada por “homicidio calificado por el vínculo”, un delito con una pena de prisión perpetua, luego de que los investigadores consideraran que había incurrido en algunas contradicciones al explicar los hechos, apenas ocurrida la muerte. Su situación quedó más comprometida debido a que su otra hija, de trece años y presente en ese momento, según los investigadores, la habría acusado como autora del crimen.

El juez de Instrucción N 3 porteño, Guillermo Carvajal, indagó ayer por la tarde a Mirta Martínez, de 47 años, quien presta servicio en la División Asuntos Jurídicos de la Policía Federal. La acusada, asistida por un defensor oficial, se negó a declarar y el magistrado dispuso que continúe detenida mientras resuelve su situación procesal. Martínez fue imputada por el “homicidio calificado por el vínculo” de Constanza Rocío Guevara, de doce, un delito con una pena prevista de reclusión perpetua.

El juez Carvajal aguarda los resultados preliminares de una serie de peritajes realizados en el lugar del hecho y sobre el arma secuestrada, una pistola reglamentaria Browning calibre 9 milímetros de la oficial. Los estudios serán realizados por expertos de Gendarmería, que por protocolo debe intervenir en el sumario porque la acusada es integrante de la Federal.

Uno de los peritajes más esperados es el del Microscopio Electrónico de Barrido (MEB) para establecer si hay rastros de un disparo en las manos de la niña o de la madre. El barrido electrónico detecta en la ropa y las manos restos de plomo, bario y antimonio, tres elementos que provienen del cartucho y se dispersan al momento en que se produce un disparo.

Si bien el mismo sábado a la noche en que ocurrió el hecho se tomaron las muestras en las manos de la víctima y en las de su madre imputada, recién había turno para realizar la prueba dentro de varias semanas, por lo que el juzgado intentaba adelantar el estudio.

También será clave lo que los forenses que realizaron la autopsia puedan informar acerca de la distancia y trayectoria del disparo del proyectil 9 milímetros que impactó en la cabeza de la víctima, para establecer si fue producto de un accidente, un suicidio o un homicidio.

El juez también esperaba el sumario con la declaración de algunos vecinos y, en especial, lo que pueda haber aportado la otra hija de la imputada, una nena de trece años. Según el personal policial que investiga el caso, la nena estaba presente en la casa y habría acusado a su madre por el crimen. “La chica salió de la casa diciendo que su madre había matado a su hermana”, dijo uno de los jefes policiales.

El hecho ocurrió el sábado, alrededor de las 23.30, en el interior de un edificio situado en avenida Juan Bautista Alberdi 1430, junto a un supermercado, en Caballito. En la vivienda reside la principal Martínez, quien se encontraba junto a sus dos hijas.

El Sistema de Atención Médica de Emergencias (SAME) recibió a las 23.31 un llamado alertando que en el lugar había una persona herida de bala. Al arribar la ambulancia, a las 23.37, los médicos constataron que Constanza tenía un tiro en la sien y ya había fallecido.

Una vez que los uniformados de la Comisaría 12ª se presentaron en el lugar, alertados por un llamado, la oficial Martínez contó que estaba mirando una serie por televisión junto a sus hijas, que tuvo una discusión con la víctima, tras lo cual la chica fue a su habitación, tomó su pistola reglamentaria y se disparó accidentalmente.

La policía consideró que había algunas contradicciones entre lo que decía la oficial y lo que se veía en la escena del hecho. Después de consultas, primero con la Fiscalía de Instrucción 23 y luego con el juzgado, se decidió que Martínez quedara detenida mientras se desarrolle la investigación.

La víctima cursaba séptimo grado en el colegio Marianista de Caballito, que ayer permaneció cerrado en señal de duelo. Su padre, el subcomisario de la Federal Alejandro Guevara, de 58 años, no se encontraba en el lugar del hecho al momento de la muerte de su hija, ya que actualmente está separado de Martínez y reside en Villa Celina, partido de La Matanza.

El subcomisario llegó al departamento recién después de haber sido alertado de lo ocurrido, mientras los peritos continuaban con las diligencias de rigor y varios vecinos del edificio se reunían frente al inmueble. La madre de la niña ya había sido retirada con custodia policial y a bordo de uno de los patrulleros de la 12ª.

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El frente del edificio donde se produjo la muerte de Rocío.
 
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