EL PAíS › EN EL CONURBANO EL CORTE FUE IRRELEVANTE Y NO INFLUYó EN LA ELECCIóN

Sin lugar para fantasmas

 Por Fernando Krakowiak

Cada vez que el kirchnerismo pierde una elección en la provincia de Buenos Aires, los intendentes del conurbano concentran la mayoría de las miradas. Los rumores sobre referentes oficialistas jugando a dos puntas se acrecientan e incluso algunos creen ver la conspiración perfecta en un territorio electoral clave. Página/12 analizó los datos de la votación a concejales y diputados nacionales en los 24 partidos del conurbano en busca de indicios que abonen las sospechas, pero no observó diferencias significativas que expliquen la derrota. Los resultados demuestran, por el contrario, que los intendentes están lejos de ser esos demiurgos que muchos imaginan. En dieciséis distritos, la lista encabezada por Martín Insaurralde obtuvo más votos que los concejales que lo acompañaron y en los ocho restantes la diferencia a favor de los legisladores comunales fue irrelevante.

Uno de los casos que generó más suspicacias es el de Ezeiza. La lista de concejales oficialista ganó con 39.887 votos (50,2 por ciento), mientras que los candidatos a diputados quedaron segundos con 33.692 (41,8 por ciento), apenas por detrás del Frente Renovador. La diferencia a favor de los concejales fue de 5925 votos. Es probable que una parte significativa se haya ido a Sergio Massa, que sumó 9216 votos más en su lista de diputados que en la de concejales. Las sospechas recayeron sobre Osvaldo Granados, quien encabezó la lista comunal, pero el ex intendente asumió el mes pasado como ministro de Seguridad de Daniel Scioli. Por lo tanto, sería toda una novedad que haya decidido jugar en contra del gobernador,

En La Matanza también hubo una ventaja a favor de los concejales oficialistas. El Frente para la Victoria (FpV) ganó, pero la lista comunal lo hizo con 306.728 votos (45,6 por ciento) y la de diputados con 301.460 (43,7 por ciento). Es una diferencia de apenas 5268 votos en un distrito donde se contabilizaron casi 700 mil sufragios afirmativos. El corte de boleta fue muy disperso y en el distrito lo atribuyeron a la decisión individual de algunos vecinos.

Donde hubo más cortes de boleta en términos absolutos contra Insaurralde fue en Berazategui, donde el FpV también ganó. Para concejales obtuvo 87.538 votos (51,4 por ciento) y para diputados 76.738 (43,5 por ciento). La diferencia son 10.800 votos, que en gran parte pueden haber ido a Ma-ssa, pero el actual intendente de Tigre no sólo puede haber logrado la adhesión de votantes que apoyaron la lista comunal del FpV. De hecho, su boleta de diputados sumó 18.944 votos más que su propia lista de concejales.

En Quilmes, la boleta de diputados de Massa ganó con 130.999 votos (41,5 por ciento), contra 116.112 del FpV (36,7 por ciento). Tres listas llevaron a Insaurralde como candidato: la del intendente Francisco “Barba” Gutiérrez y las colectoras de Daniel Gurzi (Juntos por Quilmes) y Julio Nieto (Frente Social). Entre todas sumaron 118.513 votos, apenas 2401 votos más que la lista de diputados, demasiado poco para sospechar de una estrategia coordinada de corte de boleta.

En Avellaneda, los concejales del FpV también sacaron más votos que Insaurralde. La boleta comunal ganó con 81.003 votos (39,2 por ciento), mientras que los diputados kirchneristas quedaron segundos con 74.819 (35,9 por ciento), detrás de Massa. La diferencia entre la lista de concejales y la de diputados fue de 6184 votos. La victoria oficialista a nivel local fue amplia porque Massa dividió su apoyo entre la boleta del Frente Renovador (44.568) y una colectora llamada Unión Popular (34.330), pero si se suman ambas opciones igual hubiese perdido (78.898 votos) a manos de la lista del intendente Jorge Ferraresi (81.003). En lo que respecta a diputados, si la lista del FpV hubiera sacado los mismos votos que para concejales tampoco le hubiese alcanzado porque Massa obtuvo 86.460, unos 7500 votos más que sus dos listas de concejales.

Los otros tres distritos donde Insaurralde sacó menos votos que la lista de concejales del FpV fueron Morón, Ituzaingó y Hurlinghan, en el oeste del Gran Buenos Aires. En Morón, a nivel local el kirchnerismo sólo estuvo representado por Nuevo Encuentro, que quedó detrás de Massa con 59.454 votos (30,6 por ciento), mientras que para diputados el FpV también perdió, pero con más diferencia que para concejales al sumar 54.788 votos (27,5 por ciento). En este caso, también es difícil creer que los 4666 votos de diferencia entre las listas de concejales y diputados del oficialismo se deban a una estrategia coordinada y subrepticia de corte de boleta porque eso supondría que Martín Sabbatella, actual titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual y jefe político de Nuevo Encuentro, estaría jugando con Massa. En Hurlingham, la diferencia entre los votos para concejales y Diputados del FpV fue de apenas 1866 y en Ituzaingo, si a la lista de concejales del FpV se le suma la de Nuevo Encuentro, los votos oficialistas también son un poco más que para diputados, pero apenas 3434 votos.

Por último, los votos de más que sacaron los concejales del FpV y sus colectoras en los ocho distritos del conurbano donde le ganaron a Insaurralde suman 40.500 votos, en una provincia donde Massa obtuvo una diferencia a su favor de un millón de votos.

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