El partido demócratacristiano (CDU) que preside la canciller Angela Merkel selló este domingo su peor resultado electoral en la capital alemana desde el final de la Segunda Guerra Mundial, en paralelo a un nuevo éxito electoral del partido de tintes xénófobos Alternativa para Alemania (AfD).

Con un 18 por ciento de los votos, la CDU sufrió un nuevo revés en unos comicios regionales, según indicaron los resultados de las encuestas a boca de urna. Esto confirma una tendencia que se manteiene durante todo 2016: cada vez que hay elecciones, el partido de la mandataria sufre una nueva sangría de votos.

Según los sondeos, el partido socialdemócrata (SPD) se mantiene como la fuerza más votada en Berlín, aunque registra una importante pérdida de apoyo. No en vano, su respaldo descendió del 28,3 por ciento registrado en 2011 al 23 por ciento.

De nuevo, al igual que ocurrió en las elecciones regionales de Mecklemburgo-Pomerania Occidental celebradas hace dos semanas, la pérdida de apoyo que afecta a la formación de la canciller viene acompañada de un ascenso electoral de AfD.

Con el 12,5 por ciento de los votos, Alternativa para Alemania ha logrado conquistar su décimo parlamento regional, confirmando que viene pisando fuerte de cara a las elecciones federales que en 2017 tendrán lugar en la primera economía europea.

La formación ultraconservadora, que centra su discurso en la crítica a la gestión de la crisis migratoria de Angela Merkel, ha sellado durante este año sus mejores resultados electorales. Nacido en 2013 como un partido euroescéptico, el partido comandado por la ultraconservadora Frauke Petry logra en la actualidad sus mayores índices de popularidad gracias a su posición anti-refugiados y de tintes xenófobos.

Como tercera fuerza política en Berlín se sitúan Los Verdes, con un 16,5 por ciento del apoyo. La Izquierda, un partido integrado por comunistas de la antigua Alemania del este, logró aumentar su respaldo en relación a los comicios del 2011. Así, hace cinco años lograba un 11,7 por ciento de los votos y hoy subía hasta el 15,5 por ciento. Los Liberales lograron un 6,5 por ciento del sufragio.

Con este panorama, parece claro que la gran coalición integrada por el SPD y el partido conservador de Merkel no podrá repetirse y que la formación de la canciller abandonará el poder en la capital alemana.

Las fuerzas políticas berlinesas se verán forzadas a entablar conversaciones para intentar formar un tripartito roji-roji-verde liderado por el actual alcalde, el socialdemócrata Michael Müller, y en el que también estarían Los Verdes y la formación La Izquierda.

Algunos analistas ya ven en esta nueva fórmula con tres partidos una especie de anuncio de cara a las elecciones federales del próximo año, que avanzaría la necesidad de crear nuevas constelaciones de Gobierno y confirmaría el fin del sistema bipartidista en Alemania.