Con el resultado de febrero, la inflación en San Luis respecto al mismo mes de 2015 trepó al 36,1 por ciento; mientras que en el primer trimestre de 2016 se calculó en 7,1 por ciento.

La variación de 2,8 por ciento muestra una desaceleración en la suba de precios luego de aumentos de 2,9 por ciento en noviembre de 2015, 6,5 por ciento en diciembre de 2015 y de 4,2 por ciento en enero de 2016.

Según consta en el informe, la canasta del IPC-SL está compuesta por 301 productos, entre bienes y servicios, que luego se desagrega en nueve capítulos.

En promedio, se relevan y supervisan 245 precios por día, que hacen 4.900 al mes y 58.800 al año, de acuerdo a la explicación oficial.

Según el trabajo de la provincia puntana, el mayor aumento se observó en vivienda con un alza de 9,6 por ciento. Alimentos y bebidas tuvo un incremento de 2,4 por ciento, e indumentaria de 2,8 por ciento. A su vez, educación apuntó un alza de 2,1 por ciento y esparcimiento de 2,2 por ciento.