Blu, Miss Van, Dr. Hoffman, TLP: No son personajes de un comic. Son algunos de los referentes del street art, provenientes de ciudades como Nueva York, París, Londres y Barcelona, en las que este registro de tiempos globales viene dejando su marca. Son ellos los que están dirigiendo sus ojos, manos y diseños visuales en Buenos Aires. Si bien para Fede de Run don’t walk no puede negarse “el panorama de Buenos Aires como una ciudad cool”, todos los grupos entrevistados rescatan el intercambio, que comienza a generarse desde la web, y finalmente se plasma en las distintas latitudes. “Se ve laburar en una pared lo que antes viste en una foto. Pero no se trata tanto de preguntarle sobre el modo en que adquirió tal técnica, sino verlo en el momento que lo hace. Lo mismo pasa cuando vos viajás afuera. Vas y pintás”, recalcan los Bs. As. Stencil, quienes en poco tiempo estarán viajando a Estados Unidos junto a Vomito Attack y RDW, para dejar su marca.

Para Blek le Rat, seminal artista parisino quien se forjó un nombre desde los primeros ‘80, el diferencial de Buenos Aires radica en el mensaje político y social que se cuela en las pintadas. “Estuve por allá justo cuando Bush estaba por visitar su país, y había una gran cantidad de pintadas en su contra. Luego percibí en los jóvenes una educación política mucho más fuerte que en Europa. Otra cosa que me quedó grabada de mi visita, fue cuando una chica me salvó de caer preso por un póster que estaba colocando en un colegio cerca de la Plaza Libertad. Si hay algún plan que se esté gestando, llámenme, me tomo un avión y allí estaré.”

Swoon, una destacada artista afincada en Nueva York, piensa parecido a Blek, aunque, en su caso, lo que más le sorprendió fue el uso del graffiti. “Parecía que cada uno estaba poniendo su corazón en ellos, desde pintadas bomba, a cartas de amor o discursos sociales. Me encantó eso. Bien urgente y abierto. Sólo comparable con Berlín, Nueva York, y algunas ciudades de España. Me han hablado de un movimiento muy loco en Australia. Pero todavía no estuve allí. Todas urbes en los que la sociedad es abierta a la participación pública, donde la gente joven está dispuesta al cambio. Este tipo de lugares más que paredes tienen voces.”