SOCIEDAD › EL ZIKA VIRUS LLEGó A BRASIL

Parecido, pero leve

Se confirmó la llegada al Cono Sur de una nueva enfermedad transmitida por mosquitos: la infección por zika virus. Confirmando la noticia que Página/12 anticipó el martes pasado, el Ministerio de Salud de Brasil comunicó ayer que 16 pacientes padecen el zika, y hay 1200 casos sospechosos. La transmisión la efectúa el mosquito Aedes Aegypti, el mismo que transmite el dengue y la chikungunya –también presente en Brasil y otros países limítrofes–. Los síntomas son, en general, más benignos que los del dengue. La herramienta esencial de prevención es evitar la proliferación del Aedes, eliminando recipientes que puedan acumular agua.

Arthur Chioro, ministro de Salud de Brasil, precisó que ocho de los pacientes con zika residen en la ciudad de Camaçari, en el Estado de Bahía. Los otros ocho casos confirmados corresponden a ciudades del estado de Río Grande del Norte. La cantidad podría crecer mucho, ya que están siendo investigados otros 1200 casos, la mayoría en el Nordeste brasileño. A principios de este mes, investigadores de la Universidad de Bahía anunciaron la circulación del zika virus, ayer confirmada por las autoridades sanitarias brasileñas. Hasta entonces, el virus sólo había sido detectado en Asia (incluyendo Isla de Pascua, perteneciente a Chile). Se sospecha que el virus pudo arribar a Brasil traído por turistas en oportunidad de la Copa del Mundo de fútbol del año pasado.

De acuerdo con la información suministrada en la Argentina por el Ministerio de Salud, los principales síntomas suelen ser “un cuadro agudo de exantema (enrojecimiento, eventualmente ampollas), fiebre, dolor e inflamación en las articulaciones, conjuntivitis, dolores musculares y de cabeza”. La enfermedad dura un promedio de seis días, que se puede extender hasta los 14, y en general se cura espontáneamente.

Especialistas de la cartera sanitaria consideran probable que enfermedades como la chikungunya (presente en Brasil, Paraguay y Bolivia) y el zika alcancen la Argentina. Tomás Orduna, jefe de Medicina Tropical del Hospital Muñiz, señaló que “el control no sólo concierne a las autoridades, sino a la conciencia de la gente: un portamacetas al aire libre, que se llena con el agua de lluvia, funciona como criadero que en unos pocos días lleva mosquitos a cien metros a la redonda”.

En el caso del zika, además, artículos publicados en la revista del Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) abren la posibilidad de que se transmita también por contacto sexual.

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