SOCIEDAD › LA SANGRE HALLADA EN LA MOCHILA DE LOLA CHOMNALEZ NO ES DE LA JOVEN

Con más dudas que certezas

El crimen de Lola Chomnalez continúa sin sospechosos ni hipótesis, aunque las pericias determinaron que la sangre en la mochila de la joven pertenece a otra persona. Durante el día corrieron rumores sobre una posible detención que no existió.

La confirmación de que pertenecen a otra persona las manchas de sangre halladas en la mochila de Lola Chomnalez, es la única novedad certera en la causa en la que se investiga el homicidio de la chica de 15 años que apareció muerta en una playa uruguaya. Ayer, durante toda la jornada, se echaron a correr versiones sobre la presunta detención de al menos un sospechoso, pero al cierre de esta edición todos los que declararon en la causa en los últimos días seguían en libertad. Lo único concreto, a la hora de establecer posibles responsabilidades, podría surgir del cotejo de las muestras de ADN halladas en la mochila con los datos genéticos que fueron colectados, por orden de la jueza Silvia Urioste, entre una decena de personas que siguen bajo sospecha. Ayer, el rumor más fuerte fue la supuesta detención de dos hermanos, instructores de surf en las playas de Aguas Dulces, quienes fueron dejados en libertad luego de prestar declaración ante la magistrada por más de cinco horas.

La versión que se había difundido ayer en la prensa uruguaya, indicaba que uno de los hermanos mencionados tenía antecedentes por haber intentado abusar sexualmente de una mujer. “No surge del expediente que mis defendidos hayan intentado abusar o asfixiar a ninguna mujer”, dijo a los medios uruguayos el abogado Felipe González, defensor de los dos surfistas. “Se trata de una versión de la prensa que es absolutamente errónea; no hay ningún indicio en el expediente que sostenga esa versión”, insistió el abogado González.

El letrado fue todavía más lejos al afirmar que “mis defendidos siguen en libertad, al igual que el resto de las personas” que declararon ante la jueza, como testigos o como sospechosos, en las últimas horas. El letrado admitió la existencia de “un testigo que dijo haber visto a un hombre que seguía a la víctima” por la playa, la tarde del domingo 28 de diciembre, día en el que Lola desapareció, pero “ese testigo no reconoció (en rueda de personas) a ninguno de mis defendidos”.

Los dos hermanos, de 22 y 25 años, fueron llevados al juzgado, en Rocha, en la tarde del martes, luego de la recorrida que se hizo sobre los 4800 metros que habría recorrido Lola, por las playas, el último día en que fue vista con vida. Uno de los hermanos, incluso, fue sometido a estudios psiquiátricos. Según su abogado, “se determinó que es muy tímido y retraído”. González recalcó que “en ningún momento estuvieron en condición de detenidos en la causa”.

Antes de abandonar el juzgado, los hermanos se sometieron en forma voluntaria a una extracción de sangre para que se pueda elaborar sus ADN, con el fin de poder hacer una comparación con el patrón genético hallado en los elementos que pertenecían a Lola: la mochila, un pareo y una toalla en la que se hallaron rastros de sangre de otra persona.

“Ahora creo que estamos más cerca de la verdad”, dijo ayer el abogado Jorge Barrera, quien representa a la familia Chomnalez. Agregó que “de todas maneras creo que en esta causa hay que tener cautela, hay que tener rigor profesional y hay que tener rigor científico”, dijo el letrado, quien ya había dicho a Página/12 que es necesaria “una mayor rigurosidad” en las informaciones que se publican sobre el caso.

Barrera señaló que “hay que evitar apresurarse y crear falsas expectativas. Y también es muy importante tener en cuenta el rigor científico, porque en la medida en que existan elementos técnicos que puedan ayudar, es más probable llegar a la verdad”.

En fuentes judiciales se dijo que, entre hoy y mañana la jueza podría contar con el resultado de los cotejos de ADN entre las muestras de los sospechosos y las halladas en la mochila. Las pistas que llevaron a los dos hermanos surfistas habían surgido el martes, luego de la reconstrucción que se hizo sobre los casi cinco kilómetros que recorrió Lola el día de su desaparición. Ella caminó desde la casa que había alquilado su madrina en dirección a las playas de Aguas Dulces. El cuerpo de la adolescente de 15 años fue hallado el 30 de diciembre, semienterrado en el balneario urugayo de Barra de Valizas.

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El ADN hallado en la mochila será contrastados con el de los investigados.
 
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