EL PAíS › CRISTINA KIRCHNER VIAJA EL PROXIMO FIN DE SEMANA A FRANCIA

Una visita con aires preelectorales

 Por Eduardo Febbro
Desde París

La senadora Cristina Fernández de Kirchner llega el próximo domingo a la capital francesa con una agenda política sustancial que incluye encuentros con la candidata socialista a la elección presidencial, Ségolène Royal, y una misión única. En representación del presidente Kirchner, la senadora firmará en París el convenio internacional sobre la desaparición forzada de personas. Se trata de un documento inédito por cuanto constituye del primer texto universal que define la desaparición forzada al tiempo que la prohíbe y la penaliza. Claro que, dadas las versiones que parten desde la propia Casa Rosada, el viaje también podría considerarse la excusa de Cristina Kirchner para mostrarse en el escenario internacional al inicio del año que puede tenerla como candidata a la presidencia.

Impulsada en los años ’80 por asociaciones de familias argentinas y chilenas víctimas de desapariciones, la convención fue defendida con aplicada pertinencia por Argentina y Francia hasta que fue adoptada primero por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en junio pasado y luego por la Asamblea de las Naciones Unidas a finales de 2006. Según trascendió, la esposa del jefe estará acompañada por el canciller Jorge Taiana y, aunque la información no fue confirmada, se habla también de la presencia de Eduardo Luis Duhalde y Rodolfo Matarolo. Cristina Kirchner firmará la Convención el próximo 6 de febrero en la cancillería francesa y luego hay una nutrida agenda donde están previstos encuentros al más alto nivel con miembros del gobierno francés –el primer ministro y el ministro de Cultura– y también con los candidatos a las elecciones presidenciales, la socialista Royal y el conservador Nicolas Sarkozy, también ministro de Interior.

De llevarse a cabo como está previsto, el encuentro entre las dos mujeres tiene perfiles inéditos. Ségolène Royal ya es candidata designada por el Partido Socialista y está comprometida en cuerpo y alma en una dura campaña electoral. Debilitada por una serie de traspiés, frases desacertadas y tironeos públicos con su compañero y secretario del PS, François Hollande, Ségolène Royal atraviesa un momento difícil. Luego de haber encabezado los sondeos de opinión durante muchos meses, incluso antes de ser candidata oficial, la representante socialista perdió muchos puntos en las últimas semanas. Su rival conservador le lleva hoy una ventaja de cinco puntos en las intenciones de voto para la segunda vuelta electoral.

A diferencia de la Argentina, y de América latina en general, donde la presencia de una mujer en las altas esferas políticas no suscita ironías, en Francia, en cambio, la situación es más compleja. El Ejecutivo tuvo que votar una ley para obligar a los partidos políticos a respetar el principio de paridad entre hombres y mujeres en las listas electorales. A su vez, la irrupción de Royal reveló la existencia de un áspero machismo. Los medios de comunicación y parte de la clase política protagonizan una cínica cruzada de burlas, agresiones y toda la gama imaginable de frases con doble sentido que atañen a la candidata socialista. Las citas llenarían una Biblia de la “machocracia” imperante en el mundo desarrollado. Una puede resumir el estado de ánimo general. Cuando Ségolène Royal confirmó su intención de ser candidata, uno de sus rivales dentro del PS, el ex primer ministro Laurent Fabius, preguntó: “¿Y quién se va a ocupar de los hijos?” (Ségolène Royal tiene cuatro).

Nicolas Sarkozy aún no ha manifestado el tipo de política y de relaciones que contempla establecer con América latina. Ségolène Royal se reunió el pasado 22 de mayo con los embajadores de Latinoamérica en París. En el curso de ese encuentro prometió que, si ganaba los comicios, brindaría más apoyo a la región. Según el ex ministro de Cultura y hoy asesor especial de la candidata, Jack Lang, Royal se comprometió “a reequilibrar las relaciones con América, dando una importancia idéntica a Latinoamérica y a América del Norte”. La mujer también defendió el derecho de los países latinoamericanos a ocupar un puesto de miembro permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU. “Si queremos construir un mundo más justo, necesitamos una América latina fuerte y unida”, dijo Ségolène Royal.

Después de entrevistarse en Chile con Michelle Bachelet antes de su elección como presidenta, de quien confesó haberse inspirado, esta es la segunda vez que Ségolène Royal mantiene un encuentro con una mujer latinoamericana que además de ejercer cargos electivos de importancia, tiene sus mis ambiciones. Conseguir el desafío supremo de dirigir una nación.

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La socialista Ségolène Royal.
 
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