EL PAíS › MACRI Y SCIOLI SE DISPUTAN SUS VOTOS, PERO MASSA NO EXPRESó APOYOS

Ni sí, ni no, ni blanco, ni negro

En medio de los tironeos, se reúne UNA para elaborar un documento. Massa realizó un guiño al “cambio”, aunque algunos massistas ya se inclinaron por Scioli.

 Por Miguel Jorquera

Tercero en la elección presidencial, Sergio Massa ahora sufre los tironeos de los dos primeros y sueña con convertirse en árbitro del ballottage presidencial. Mientras juega a las incógnitas sobre la definición de su alianza UNA sobre si apoyará a Daniel Scioli o a Mauricio Macri para la segunda vuelta, despliega su propio juego especulando sobre su futuro político. Entre líneas, Massa se mostró más cerca del candidato de Cambiemos al interpretar que en la elección del domingo “la gente dijo que no quiere continuidad”. Macri reveló ayer que dialoga a través del chat con Massa y también con José Manuel de la Sota, aunque ven difícil una negociación formal para la elección del 22. Por su parte, Scioli adelantó que “va a escuchar” lo que tenga para proponerle Sergio Massa. “Son 5 millones de votos que le acompañaron en las elecciones; entiendo e interpreto ese voto ya que muchos de ellos habían pertenecido a nuestras políticas”, destacó el postulante del Frente para la Victoria. Para hoy está prevista una reunión ampliada de UNA en el porteño Hotel Hilton, donde darán a conocer un documento con ejes de su propuesta programáticas con el que buscará negociar con los presidenciables. Sin embargo, sin siquiera esperar a la difusión del documento, a Massa se le siguen yendo dirigentes. Su candidato a gobernador en Entre Ríos, Adrián Fuertes, anunció su voto a Scioli, lo mismo que Mónica López y su marido, el sindicalista Alberto Roberti. “Roberti es peronista. lo dijo antes y lo sostiene ahora. Vamos a acompañar al peronismo”, dijo ayer López.

Cerca de Massa aseguran que no habrá apoyo explícito a ningún candidato y que el candidato de UNA está pensando a futuro. Imagina que en caso de una derrota de Scioli en las elecciones, quedará en condiciones de reagrupar al peronismo –que aspira a que sea conducido por De la Sota– y que sea su espacio el que defina los proyectos de leyes con un eventual gobierno de Macri. Desde esa perspectiva se entienden las declaraciones de ayer en las que planteó que la gente había votado contra la continuidad y que “la gran derrotada” había sido la presidenta Cristina Kirchner, quien, obviamente, sería la más lógica conductora del peronismo en caso de una derrota de Scioli.

“Esperemos que haya un compromiso de los candidatos con respecto a los temas que les vamos a proponer, y que la agenda se respete”, destacó Massa en su reaparición pública tras las elecciones. Se reunió con el gobernador electo de Jujuy, el radical Gerardo Morales, a quien apoyó. Massa sostuvo la obviedad de que él no es el dueño de los votos de quienes lo eligieron, ya que “la gente selecciona en cada elección”.

La redacción final del documento que se terminará de discutir, definir y difundir en el Hilton de Puerto Madero será una ratificación de las propuestas de campaña. También, un documento para negociar con los presidenciables. Una postura ambiciosa que se trazó el massismo para cuidar que no se licuen sus votos. En su redacción estuvo su mesa chica, con el economista Roberto Lavagna a la cabeza.

Cerca de Massa, no ven a un Scioli ganador en las elecciones, y dicen “desconfiar” de Macri y su matriz neoliberal. A pesar de esa imagen negativa, las conversaciones vía WhatsApp, que Massa mantuvo con Macri y De la Sota también incluyeron charlas con el electo alcalde porteño Horacio Rodríguez Larreta y el legislador Cristian Ritondo (ver página 2). El “acuerdo tácito” de Massa con el candidato de Cambiemos –según fuentes radicales de fluido diálogo con Massa y Macri– pasaría por no pronunciar apoyos explícitos, pero con el líder renovador “esmerilando” las aspiraciones presidenciales de Scioli.

Massa piensa que su futuro está en disputar la conducción del PJ tras una derrota peronista. Con esa premisa volvió a convocar a su tropa bonaerense en Tigre. “No faltó ninguno”, aseguraban.

Sin embargo las deserciones en su espacio continúan. Los integrantes del bloque de diputados se reunieron también en Tigre para desplazar de la presidencia al petrolero Alberto Roberti que se pronunció por el voto a favor de un peronista en el ballottage. La misma actitud que asumió públicamente el también petrolero y senador neuquino Guillermo Pereyra.

El mayor golpe fue la deserción de su ex candidato a gobernador de Entre Ríos, Adrián Fuertes, que dijo que ante un ballottage “no hay grises” y que votaría por Scioli tras un encuentro con el gobernador Sergio Urribarri. “O elegimos la economía de Espert, Melconian, Cavallo y compañía y volvemos al peor de los pasados de este país u optamos ante la ausencia de nuestro candidato a presidente por un candidato que exprese a los sectores populares y desde ese punto de vista nosotros vamos a acompañar la candidatura presidencial de Daniel Scioli sin condiciones y con toda nuestra fuerza como un militante más”, afirmó Fuertes (ver aparte).

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