EL MUNDO › EMPLEADOS PUBLICOS, BOMBEROS, POLICIAS Y MINEROS SE MANIFESTARON TRAS EL ANUNCIO DE NUEVOS RECORTES EN ESPAÑA

Salen a protestar contra el ajustazo de Rajoy

“Manos arriba, esto es un atraco” y “la culpa es de Rajoy”, gritaron los manifestantes de varios colectivos de trabajadores y desempleados ayer para expresar el repudio al plan de austeridad del gobierno conservador.

Al menos un centenar de empleados públicos españoles protestaron, de forma espontánea, cortando el céntrico Paseo de la Castellana de Madrid, en rechazo al ajustazo anunciado por el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, tras la movilización de mineros que terminó con una batalla campal en el centro de la capital. La protesta, que duró sólo unos minutos, fue convocada por los propios trabajadores del Ministerio de Fomento, Medio Ambiente y Empleo, quienes se concentraron al mediodía y cortaron el tráfico de la Castellana, a la altura de Nuevos Ministerios. “Manos arriba, esto es un atraco” y “la culpa es de Rajoy”, gritaron los manifestantes, que fueron increpados por algunos conductores afectados por el corte de tránsito. Luego de varios minutos de concentración, la policía obligó a los manifestantes a abandonar la protesta, que no estaba autorizada, según informó la prensa española. También se movilizaron los trabajadores de la Audiencia Nacional de España, que se desplazaron hasta la sede del gobernante Partido Popular (PP), ubicado en la calle Génova, de Madrid, para rechazar el nuevo ajuste que, para los empleados públicos, implicará una rebaja en sus salarios.

Desde las plataformas de indignados en Twitter, los miembros del 15-M aseguraron que los empleados públicos protestarán cada día, a las 12 y a las 18, hasta que Mariano Rajoy dé marcha atrás con las medidas de ajuste. Como contrapartida al rescate europeo para la banca española, el presidente del gobierno anunció un nuevo ajuste histórico de 65.000 millones de euros que afecta a prácticamente todos los sectores –y de manera especial a los empleados públicos– y un aumento del IVA que hace recaer el peso de la crisis en la clase media. El sindicato de empleados públicos CSI-F expresó su indignación y oposición frontal al anuncio de Rajoy de suspender la paga extra de Navidad del sector, lo que supondrá una pérdida de 1500 euros de media por trabajador, así como otras medidas que afectan su régimen de trabajo, como la reducción de días de libre disposición.

El gremio llamó a los empleados a expresar su rechazo a los recortes cada día en sus lugares de trabajo y anunció que se movilizarán en julio y agosto, con paros parciales en la administraciones públicas. No descartan convocar a una huelga general en septiembre. Los empleados públicos sufren un segundo recorte en plena crisis, ya que el ex presidente del gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero aplicó un recorte del 5 por ciento a los salarios del sector.

El malestar de los trabajadores de la administración pública se suma al de otros sectores afectados por el ajuste como la educación y la salud. Y a los mineros del carbón, que apoyados por miles de ciudadanos protagonizaron una protesta multitudinaria en Madrid que culminó con duros enfrentamientos entre manifestantes y la policía, con un balance de 18 detenidos y más de 70 heridos leves. Precisamente, entre los funcionarios que se autoconvocaron para protestar hubo una importante presencia de bomberos y policías de civil. Los manifestantes pidieron la renuncia del jefe del Ejecutivo y gritaron consignas como: “El próximo parado que sea un diputado” o “tenemos familia”.

Según el diario Público, en las cercanías del Congreso, hacia las seis de la tarde, se registraron incidentes entre los cerca de 700 congregados y los policías antidisturbios que protegían la Cámara baja. Luego cortaron el tráfico en accesos a la plaza de Neptuno y marcharon hacia la sede del PP, donde la manifestación se disolvió poco antes de las 20. Los funcionarios de policía, bomberos y algunos del sector de la sanidad cortaron el tránsito en el Paseo del Prado de Madrid, a la altura de la plaza de Neptuno, tras manifestarse frente al Congreso de los Diputados en contra del gobierno, donde se enfrentaron a sus colegas de las unidades antidisturbios, que protegían el edificio de la Cámara baja. Los autoconvocados, al grito de “tu seguridad está en nuestras manos”, encabezaron una sonora protesta en la plaza de las Cortes.

Los manifestantes difundieron la convocatoria por medio de mensajes de WhatsApp, según señaló el vocero del Sindicato Unificado de Policía (SUP), José María Benito, quien destacó que la manifestación era ilegal, ya que no hubo solicitud previa a la Delegación del Gobierno. Asimismo, criticó que los policías, “que deben ser garantes de los derechos de la gente, se tomen la justicia por su mano y participen en un acto que es delictivo”.

Policías y bomberos, ataviados con sus cascos y remeras con el lema “Bomberos de Madrid bajo mínimos”, se mezclaron con profesores, desempleados y trabajadores de otros colectivos. Todos cantaban “Hasta los huevos, estamos hasta los huevos” y algunos dijeron que los ciudadanos tienen que salir a la calle y estar dispuestos para la lucha.

“Yo no digo que no se tengan que hacer ajustes, pero primero que los políticos se bajen el sueldo”, señaló un joven, consultado por Público, quien aclaró que no pertenecía al movimiento 15-M ni había sido convocado por ninguna organización. Tras llegar a la sede del PP, donde la marcha se fue desinflando hasta quedar en unos 300 participantes, los funcionarios gritaron consignas contra Rajoy y el gobierno. Luego se desconcentraron, tras el aviso de la policía, que custodiaba el edificio de los populares, de que podían empezar a identificar a los manifestantes.

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Manifestantes pidieron que el gobierno de Rajoy ponga fin a los desalojos.
Imagen: AFP
 
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