El ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, se reunió ayer en Brasil con Luciano Coutinho, presidente del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDS) para conseguir la liberación de fondos que permitan reabrir las obras del soterramiento del ferrocarril Sarmiento por un total de 1500 millones de dólares y la ejecución de obras de infraestructura en La Pampa y Santiago del Estero. El funcionario mantuvo un encuentro con su par brasileño, Nelson Barbosa, para acordar posiciones comunes ante la próxima reunión de ministros de Economía del G-20. En lugar de reclamar por el empleo y en contra de las políticas de austeridad, Prat-Gay se centrará en la búsqueda de financiamiento.

“Tenemos una cartera de proyectos preaprobada con el Bndes”, dijo Prat-Gay a periodistas a la salida del encuentro en la sede el banco de inversión del país vecino. La poderosa constructora brasileña Oderbretch encabeza el grupo de empresas a cargo de la relanzada iniciativa del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento y es la encargada de acercar un crédito del banco de desarrollo brasileño por 1500 millones de dólares, mientras que una suma equivalente será provista por el Estado argentino, de modo que el costo total del proyecto estaría en torno de los 3 mil millones de dólares. En tanto, Iecsa ofrece el impulso político para el nuevo proyecto. La compañía formaba parte del grupo Socma hasta que Francisco Macri se la vendió a su sobrino en una transacción que se anunció a mediados de 2007 en simultáneo con el lanzamiento de la candidatura a jefe de Gobierno de Mauricio. La unión transitoria de empresas que ganó la licitación la completa la española Comsa. El Gobierno pretende que los trabajos comiencen en septiembre. Los plazos tampoco fueron definidos pero se estiman que insumirá al menos 5 años.

Por otro lado, Prat-Gay analizó junto a su par brasileño Nelson Barbosa la presentación de una postura común en la reunión de ministros de Economía del G-20 que tendrá lugar en la ciudad china de Shanghai los próximos 26 y 27 de febrero. Ese encuentro es el preparatorio de la cumbre presidencial de septiembre. En lugar del tradicional reclamo argentino-brasileño por el sostenimiento del empleo y en contra de los paquetes de austeridad fiscal, Prat-Gay pretende que los países desarrollados ofrezcan “sólido apoyo financiero para el área de infraestructura y asuntos sociales, así como de un firme compromiso con una mayor transparencia fiscal”.