ECONOMíA › LAS ASEGURADORAS ENFRENTAN UN MOMENTO CRíTICO POR LA SUCESIóN DE DESASTRES NATURALES

Envueltas en una tormenta perfecta

El terremoto de Nueva Zelanda, las inundaciones de Australia, las grandes tormentas en Europa y el terremoto de Japón provocaron quebrantos para las aseguradoras. Los grandes jugadores del rubro prevén elevar el precio de sus operaciones.

 Por David Cufré

Desde Londres

La catástrofe de Japón terminó de conformar un escenario ruinoso para las compañías de seguros a nivel internacional, y la estela de sus pérdidas puede llegar a la Argentina. Las empresas del sector deberán afrontar un aumento en el costo del reaseguro de sus pólizas, debido a que la actividad se vio sacudida por una sucesión de siniestros a gran escala que “superaron todas las previsiones”. “El terremoto de Nueva Zelanda, las inundaciones de Australia, las grandes tormentas en Europa y ahora los hechos de Japón provocaron quebrantos para las aseguradoras por decenas de miles de millones de dólares”, advirtió José Ribeiro, director de mercados internacionales del grupo inglés Lloyd’s, uno de los mayores holdings de seguros y reaseguros del mundo. Para superar las consecuencias de esa seguidilla, los grandes jugadores del rubro prevén elevar el precio de sus operaciones, y eso repercutiría en los demás.

Las compañías de seguros que prestan servicios en el país toman reaseguros en el exterior casi en su totalidad. Eso las vincula de manera directa con el escenario internacional. En breve tendrán que asumir un encarecimiento de sus costos, y deberán evaluar si lo trasladan o no a los clientes finales. Para Ribeiro, será difícil que no lo hagan. “Todo riesgo tiene un reaseguro. Si aumenta el valor del reaseguro de manera sistémica, que es lo que ocurrirá, toda la cadena terminará por ajustarse a esa nueva realidad”, evaluó el especialista durante una conferencia en esta ciudad, organizada por la embajada británica en Buenos Aires.

–¿Podrían subir las pólizas de seguros de autos en Argentina, por ejemplo? –consultó este diario.

–Sí, toda la actividad de seguros. Se trata de un sistema global. No se le puede cargar el costo a un solo país, Cuando ocurrió el terremoto en Chile, Lloyd’s tuvo que pagar reparaciones por 1400 millones de dólares, mientras que cobraba primas por alrededor de 80 millones. Si hubiera que recuperar la diferencia aumentando los precios allí, sería imposible. Los costos se reparten. Lo que pasó ahora en Japón termina de alterar las previsiones. Las reaseguradoras mundiales tuvieron que soportar en poco tiempo sucesos demasiado pesados. Eso llevará a un aumento de los reaseguros para todos los países.

El conjunto de las aseguradoras debió cubrir daños por 8000 millones de dólares en el caso del terremoto de Chile, según precisó Ribeiro. Los cálculos de cuánto tendrán que pagar por el sismo, el tsunami y la crisis nuclear de Japón recién se están bosquejando, pero serán decenas de miles de millones. Las vidas humanas, los bienes, la actividad comercial y demás situaciones aseguradas son sumamente variadas. Muchos de los siniestros todavía no se pueden estimar, y exceden operaciones en ese país. Por ejemplo, existen seguros para exportadores que pierden su carga por no poder bajarla en el puerto. Tampoco son claros los efectos de la radiactividad sobre producciones rurales o el lucro cesante en comercios por la destrucción de la ciudad. Estos últimos seguros se conocen como business interruption, y son contratados por empresas que por alguna razón se ven privadas de realizar su negocio por un tiempo determinado.

Respecto de un eventual encarecimiento de los seguros en la Argentina a causa de una suba del valor de los reaseguros, existe otro elemento a considerar. El organismo regulador del sector, la Superintendencia de Seguros de la Nación, dictó una resolución a fines de enero que termina con el sistema de reaseguros en el exterior. La norma obliga a las compañías reaseguradoras a radicarse en el país para seguir operando. Es un intento de fomentar la actividad a nivel interno, pero también una búsqueda de cerrar una ventana a la fuga de capitales, según la explicación de la propia Superintendencia. La medida genera resistencia entre las reaseguradoras internacionales, y así lo reconoció Gabriel Anguiano, manager de Lloyd’s, en la misma charla. “Es un tema que nos preocupa a todos en el mercado”, comentó el ejecutivo, quien reveló que las empresas están en conversaciones con la Superintendencia para producir cambios en la resolución. Serán varios meses de negociaciones, ya que la entrada en vigencia del nuevo sistema está prevista recién a partir de septiembre.

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Las principales aseguradoras de Inglaterra tienen sus sedes cerca de la Torre de Londres.
Imagen: EFE
 
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