El mercado cambiario se mantuvo estabilizado y con escasos negocios, pero al público las pizarras ajustaron a la baja el precio del dólar en sintonía con la leve caída del mayorista. Al público, el billete verde se ofreció a 3,94 pesos, un centavo menos que en la víspera. El Banco Central volvió a intervenir en la plaza. Pero una mayor presencia de los exportadores y una menor demanda de privados le permitió a la autoridad monetaria reducir sus ventas. El stock de reservas se redujo en 45 millones de dólares, a 48.964 millones.

El Banco Central inició temprano su estrategia para desalentar cualquier intento de suba, presentando posturas agresivas de venta. Esto implicó la venta de unos 50 millones de dólares, un monto de todos modos menor si se lo compara con los más de 1500 millones que adquirió durante mayo. El volumen total operado ayer fue de 660 millones de dólares. El euro, mientras tanto, continuó operando con una leve baja y se exhibió en pizarras minoristas en 4,80 para la venta.

En la Bolsa porteña, el desempeño se acopló al de las principales plazas internacionales. El índice Merval avanzó 1,7 por ciento, con un monto negociado de casi 60 millones de pesos. Los principales papeles que apuntalaron la suba fueron los del Banco Hipotecario (5,2 por ciento) y Petrobras (4,4). Los títulos públicos, en tanto, recuperaron impulso y volumen. El Discount, bono emblemático del canje de 2005 y que integra también el nuevo paquete para los holdouts, logró una mejora de 3,3 por ciento. Por su parte, fuentes de la Bolsa informaron que los Globales 2017, con los que se abonarán a los bonistas los intereses caídos desde 2003 y con los que se pretende captar mil millones de dólares frescos, comenzaron a negociar en el mercado secundario.