ECONOMíA › TENSION COMERCIAL CON CHINA POR EL ACEITE DE SOJA Y LOS LIMITES A LAS IMPORTACIONES

Cada uno defiende su mercado

Mientras Argentina aplica medidas antidumping para proteger a sectores industriales sensibles, China frena el ingreso de aceite de soja para fomentar el procesamiento local por parte de compañías de su país. Viaje a Beijing para negociar.

China frenó la compra de aceite de soja y esa decisión impactó en las ventas en abril y mayo y la situación se tornó más delicada en estos meses, cuando se lleva adelante el grueso de la negociación de contratos. La medida sanitaria por parte del gigante asiático es una amenaza para la exportación de dos millones de toneladas de aceite hasta mediados del año que viene, un negocio que movería 1800 millones de dólares. Por esta razón, a fin de mes viajarán a China el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Alfredo Chiaradía; el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, y el embajador plenipotenciario para Asuntos Agrícolas, Carlos Cheppi. En la mesa de negociación no sólo estarán las medidas restrictivas que Argentina aplica a las importaciones de manufacturas chinas, ya que la traba asiática también responde a una intención de incorporar mayor valor agregado y producir ellos mismos el aceite que ahora importan.

De esta forma, el problema de fondo son las medidas de protección y fomento de la industria nacional, pero no sólo del lado argentino, sino también de parte del socio asiático. Por un lado, la cartera de Industria aplica las licencias no automáticas de importación y antidumping sobre productos que por su bajo precio de entrada pueden hacer peligrar la producción nacional. Pero a la vez, China estaría buscando proteger a su propia industria aceitera, trabando las adquisiciones desde Argentina.

La restricción asiática no está formalizada en el plano comercial, sino que la objeción se basó en una deficiencia sanitaria. China redujo la cantidad de solvente aceptable en el aceite de soja importado y la industria argentina, a pesar de estar entre las más avanzadas, no cumple con el nuevo requerimiento. El vicepresidente del Senasa, Carlos Paz, explicó ante Página/12 que existía una norma previa que aseguraba que el solvente no iba a ser problema para la entrada del producto. Además, históricamente las ventas se hicieron de esta forma. Esto reafirma la hipótesis de que la medida china tiene poco fundamento en el plano sanitario. Este nuevo requerimiento no está dirigido únicamente a la Argentina, pero siendo el mayor exportador es el país más perjudicado.

“La paralización nos afecta, porque todavía no se pudieron firmar nuevos contratos de venta. A esta altura del año ya es normal tener avanzadas las negociaciones”, afirmó a este diario el director ejecutivo de la Cámara de Comercio Argentino-China, Enrique Fernández Taboada. Las empresas exportadoras de aceite que son alcanzadas por la traba china son Cargill, Dreyfus, Noble, Bunge y Aceitera Deheza, entre otras, en su mayoría multinacionales. Los compradores en China son en general compañías estatales o semiprivadas. Mientras tanto, esas multinacionales están redirigiendo una parte de esa producción a otros mercados, como Bangladesh e India.

Con el objetivo de destrabar esta situación, Chiaradía, Bianchi y Cheppi viajarán la semana que viene a China. Se espera que ofrezcan flexibilizar alguna de las medidas protectoras que aplica Industria frente a las importaciones asiáticas. Sin embargo, hay factores que tranquilizan a las aceiteras y pueden dar un mayor margen de negociación a los funcionarios. El más importante es que la Argentina es un proveedor de peso, que vende a China el 23 por ciento del total del aceite que el gigante asiático consume. Estas compras no serían fáciles de reemplazar para China.

Sin embargo, el gigante asiático tiene una importancia estratégica como socio comercial. Por ejemplo, el 45 por ciento de las exportaciones argentinas de aceite de soja –que es el segundo producto de mayor peso exportador luego de la harina de soja– tienen a China como destino regular. Esto define que la comitiva argentina seguramente vaya a tener que ceder y ofrecer algo a cambio de la reapertura de las ventas de aceite de soja.

Informe: Javier Lewkowicz.

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Alfredo Chiaradía, secretario de Relaciones Económicas Internacionales. A fin de mes viajaría a China.
Imagen: Roberto Daniel Garagiola
 
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