1. Un partido cambiante: River empezó bien acorralándolo a Boca. Pero Boca terminó mejor el primer tiempo manejando la pelota con el buen pie de sus volantes. En la segunda etapa, el gol de Pablo Solari a los 3 minutos pareció encaminar la victoria "millonaria". Pero Boca reaccionó y llegó al empate a través de Medina. De a ratos, el Superclásico fue de uno y de a ratos, del otro, pero también de ninguno. Estuvo bien el 1 a 1.

2. Los pibes no defraudaron:  Los mas jóvenes de todos, los que por primera vez se le atrevieron al partido más grande del fútbol argentino, dieron la talla. Claudio Echeverri tuvo un duelo personal con "Equi" Fernández y ganó y perdió. Pero mostró atrevimiento y carácter. A sus 17 años, el Monumental no se le cayó encima. Y lo mismo vale para los 17 minutos que Enzo Mastantuono (16 años) estuvo sobre la cancha. Jabes Saralegui tampoco se dejó achicar. Con 20 años, jugó con gran personalidad y fue vital para controlar la pelota en los mejores momentos de Boca. Es más: dio la impresión de que el técnico Diego Martínez apresuró su salida. 

3. Solari siempre está: Otra vez como cuando entró ante Banfield, Pablo Solari hizo daño por el medio. Aquella vez, de cabeza, logró un empate angustioso. Contra Boca, volvió a moverse por detrás de Colidio (único punta) y ligeramente volcado sobre la izquierda, conquistó el gol de River tras un un gran pase largo de Enzo Díaz y dos chances ante Sergio Romero: el arquero le tapó la primera pero no pudo hacerlo en la segunda. Cuando lo tiran por la derecha, el arco le queda lejos a Solari y parece que se diluye. Cuando lo mandan por el medio como segunda punta, da lo mejor de si y llega al gol. Volvió a demostrarlo.

4. Cambio para mal: Tuvo lógica la salida de Marcelo Herrera y la entrada del uruguayo Sant' Anna. Corrían 13 minutos del segundo tiempo, Herrera estaba amonestado y su permanencia resultaba riesgosa. Pero con el resultado puesto, la movida de Demichelis fue contraproducente. Sant'Anna no lo pudo parar a Lautaro Blanco todas las veces que lo encaró y de uno de esos desbordes, vino el empate de Boca. Mal que mal, Herrera había podido cerrarle el costado al pujante exlateral de Central. Sant'Anna le abrió todas las puertas y por allí, Boca se escapó de la derrota.

5. Los cambios de Martínez: Quedó flotando la sensación de que Martínez se apuró en reemplazar a Saralegui por Blondel y que tampoco el trámite le demandaba sacar a Medina para ponerlo a Valentini y defenderlo al colombiano Borja con tres centrales. En los hechos, los cambios no tuvieron efectos negativos. Pero dio la impresión de que el técnico de Boca sacó a los dos mejores jugadores de su equipo sin que el trámite le diera razones para hacerlo.   

Medina y Barco en plena lucha por la pelota. / Fotobaires

6. Cavani cada vez más lejos: El uruguayo no remató una sola vez al arco de Armani. Y eso califica su actuación. Otra vez lo hicieron bajar demasiado y moverse muy lejos del área "millonaria". Y se quedó sin resto para llegar. Aprobó en voluntad y compromiso, nadie podrá reprocharle la entrega. Pero futbolísticamente, Cavani volvió a estar por debajo de la exigencia en los 65 minutos que le tocaron jugar. Su recuperación sigue demorada. Y la paciencia no es eterna.

7. El medio, lo mejor de Boca: Ya quedó remarcada la personalidad de Saralegui para no desentonar en la media cancha xeneize. Pero de poco hubiera servido lo suyo si no hubiera encontrado respaldo en la tarea de "Equi" Fernández y Medina. Después del apretón inicial de River, los tres con el aporte de Zenón por la izquierda, desahogaron a su equipo y terminaron controlando el centro del campo de juego donde tomaron a Villagra en inferioridad numérica. Los tres estuvieron seguros y precisos con la pelota. Más en el primero que en el segundo tiempo. Faltaba que se decidieran a pisar el área. Cuando lo hicieron, Medina anotó el empate. 

8. Buen arbitraje: Yael Falcón Pérez dirigió su primer Superclásico sin demasiados trastornos. Lo condujo con personalidad, no cometió errores notorios y estuvo a la altura desde lo técnico y lo disciplinario. Una buena calificación para quien despunta como el árbitro argentino para el próximo Mundial.

9. Como quedó River: Asomaron algunos silbidos en el Monumental al final del partido. Se quería seguir la racha de victorias ante Boca y no se pudo. Y el empate dejó gusto a poco. Aunque comparte la punta de la zona A con Independiente, tres empates consecutivos a River le resultan insuficientes. Por eso, la gente no se fue contenta del estadio.

10. Como quedó Boca: Estaba perdiendo y empató. Y en parte, mejoró su imagen.  Pero el consuelo resulta escaso. La campaña hasta aquí no resulta convincente (diez puntos sobre veintuno) y algunas decisiones del técnico durante el partido revelaron que más que ganar, la idea era no perder (aunque el equipo jamás se metió atrás). Desde ese punto de vista, el objetivo fue cumplido. Todo lo demás, sigue en veremos. Sin que el superclásico haya servido para despejar ninguna duda.