¿Qué tienen en común el ecuatoriano Daniel Noboa y Javier Milei? La pregunta no admite respuestas obvias. Que comparten afinidades ideológicas, que el presidente argentino es de extrema derecha y su colega parece destinado a serlo, que los dos se llenan la boca hablando de libertad, aunque el joven empresario bananero no dice “carajo” en sus discursos. No, no va por ahí. Los acerca sí, su incondicional alineamiento con Estados Unidos simbolizado en dos regalos que acaban de recibir sus gobiernos con pocos días de diferencia: un par de gigantescos aviones Hércules C-130. Una bicoca para la principal potencia militar del planeta a cambio de hacerle la venia y ofrecerle una buena porción de soberanía política.

La ceremonia de entrega en Ecuador se realizó el 25 de marzo en la Base Aérea de Latacunga, 90 kilómetros al sur de Quito. En Argentina se recibió el presente el viernes pasado en el Aeroparque. Hubo fanfarria, himnos de los dos países, la presencia de la generala del Comando Sur, Laura Richardson y un discurso de Milei que sonó como poesía a sus oídos. El Hércules, en rigor, ya estaba bajo el control de la fuerza área por un sistema de leasing. Había sido alquilado bajo esa modalidad en mayo de 2023 a cambio de la simbólica suma de 30 mil dólares, según el sitio Pucará Defensa.

Ecuador es hoy a EE.UU lo que fue Colombia durante varios gobiernos desde fines del siglo XX, pero en especial uno: el del ultraderechista Álvaro Uribe Vélez. A fines de los años ’90 se puso en marcha el denominado Plan Colombia durante los mandatos de Andrés Pastrana y Bill Clinton. El país que hoy preside Gustavo Petro se transformó así – solo por detrás de Israel – en el que más dinero recibió para equipar a sus fuerzas armadas con el declamado propósito de combatir al narcotráfico. Lo que hubo fue la continuación de una carnicería.

Así como a Colombia le ofrecieron un plan a medida de sus presuntas necesidades, a Ecuador le impusieron la llamada Ley de Asociación con Estados Unidos en 2022. Una norma foránea votada en el Congreso por demócratas y republicanos pero que había sido rechazada por la Asamblea Nacional, el poder legislativo ecuatoriano, durante la presidencia trunca de Guillermo Lasso que está completando Noboa por un período de dos años.

Aquella ley con reminiscencias de la bicentenaria Doctrina Monroe, fue presentada en la Cámara Baja de EE.UU por un halcón republicano, Marco Rubio y otro demócrata, Bob Menéndez. Su objetivo declarado es combatir “la influencia extranjera negativa”. Ergo, la presencia creciente de China en el continente, el motivo que explica por qué Washington levantó tanto el perfil en la región con las continuas visitas de Richardson a naciones aliadas.

El 19 de julio del año pasado, el banquero Lasso y Joe Biden firmaron un memorando de entendimiento para robustecer la capacidad militar de las fuerzas armadas ecuatorianas. Le siguió la Ley de Asociación y en noviembre de 2023, otro dueto de congresistas, esta vez la republicana de origen cubano por el estado de Florida, María Elvira Salazar y el demócrata de origen dominicano por Nueva York, Adriano Espaillat, actuaron juntos como Rubio y Menéndez, pero para presentar la Ley de Innovación y Desarrollo en Ecuador (IDEA). Es la que establece un programa de preferencias comerciales con el país andino y un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos.

Salazar es una furiosa anticomunista y aliada de Milei, quien se jacta en su cuenta de X de haberle dado letra al presidente argentino cuando atacó a Petro en una entrevista con la CNN. El 28 de marzo pasado posteó un recuerdo: que en mayo de 2022 había anticipado palabras semejantes a las que el ultraderechista usó hace unos días: “Es ladrón, es terrorista y marxista”, dijo del colombiano la aliada de Donald Trump para las elecciones de noviembre próximo. Milei lo acusó de “asesino, comunista y terrorista”, este último un significante muy pesado que los gobernantes ultraderechistas aplican a ciertos políticos de izquierda para descalificarlos.

Noboa no tiene esos arrebatos dialécticos e incluso recibió a Petro y se reunió con él cuando asumió el poder ejecutivo en noviembre de 2023. El colombiano fue el único jefe de Estado presente en la ceremonia. Pero enfrascado ahora en su combate contra la corrupción y el narcotráfico con el respaldo de EE.UU, el presidente ecuatoriano acaba de violar el derecho internacional.

La invasión de la embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas con un fuerte operativo policial, significa un grave traspié de su corto mandato. Se irá en 2025. Estados Unidos, su principal aliado comercial junto con China, condenó la decisión. Washington es el principal importador de crudo ecuatoriano y Beijing de productos no petroleros.

Ecuador y su estrecha relación con EE.UU son una referencia para Milei y su gobierno, aunque además una experiencia no exenta de la presencia china. El presidente libertario quiere liderar el rebaño e ir más allá. Su sobreactuación en Tierra del Fuego a donde viajó para recibir a la generala Richardson, con ropa de camuflaje y pelo revuelto, marcan su nueva estética hollywoodense. Muy a tono con sus actos de gobierno, que no caben ni en una película de Rambo.

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