El grupo siderúrgico Acindar anunció ayer que paralizará sus plantas fabriles en todo el país entre el 18 de marzo y el 15 de abril venidero, por una fuerte retracción de las ventas, que según estiman fuentes de la empresa oscilarían en caídas de “entre un 35 y 40 por ciento”. “Sabíamos que venía un año difícil, pero la caída es muy superior a la que proyectamos”, dijo el director de Relaciones Institucionales del grupo industrial, Facundo Velasco. Y remarcó: “en los 20 años que tengo trabajando en la empresa nunca se registró un derrumbe semejante”. El directivo señaló que Acindar dará “vacaciones no gozadas, francos compensatorios y enviamos personal a capacitarse en seguridad, un tema muy importante para el grupo y en el que nunca se puede bajar la guardia”. 

Sin embargo desde la Unión Obrera Metalúrgica de Villa Constitución aseguraron que la medida no fue consensuada con el gremio, razón por la cual realizarán una presentación ante el Ministerio de Trabajo. “Esto no fue conciliado con nosotros, es una medida unilateral”, dijo Pablo González, secretario general del sindicato metalúrgico.

Al respecto explicó que los empleados de Acindar –la empresa informa 2.450 directos en el país– fueron partiendo su período de vacaciones en función de los procesos de parada de la acería, y también fueron generando compensatorios en un período en que había altos niveles de producción. Sin embargo, “ahora la compañía en forma unilateral y sin ponerse de acuerdo con nosotros anuncia que hará tomar todos los francos compensatorios y todas las vacaciones juntas, algo que suena injusto, mucho más cuando los trabajadores pusieron a disposición de la empresa su fuerza de trabajo cuando ésta lo necesitó”.

El gremialista informó que la situación del sector comenzó a resentirse ya desde enero. “Se cancelaron los contratos de 100 personas, 70 en la acería y 30 en trenes de laminación”, indicó el dirigente de la UOM de Villa Constitución. Y añadió: “Son despidos encubiertos”, porque se trata de personal que fue cubriendo puestos durante vacaciones o sobreplanteles cuando había mucha producción y que estaba trabajando en la acería desde hacía varios años”.

González detalló que a ese número de contratos se les dio de baja en enero y también desde fin de año “hubo mucha presión para dar de baja a empresas contratistas”, lo que en rigor representó una reducción de personal.

Cabe recordar que en la provincia de Santa Fe, el grupo Acindar posee la acería de Villa Constitución e instalaciones industriales en Rosario y plantas productoras en Buenos Aires (La Tablada) y San Luis (Villa Mercedes).

El ejecutivo de Acindar dijo además que “todas las plantas pararán la misma cantidad de tiempo y luego se irán monitoreando las situaciones particulares”, aunque luego no descartó que “la parálisis de la actividad pueda extenderse más allá de abril”.

En relación a la pronunciada caída en las ventas, Velasco dijo que “es una situación general del país, que escapa a las posibilidades de la empresa. Bajó muy fuerte la demanda de la industria y de la construcción”, aseveró.

Por último indicó que como el objetivo del grupo “es cuidar la sustentabilidad del negocio y empleo de nuestra gente, es que paramos de producir para acomodar el nivel de stock a las menores ventas actuales y proyectadas”. “La empresa tiene un plan para aumentar exportaciones, pero las ventas al exterior no alcanzan para compensar la caída del mercado interno”, completó.

Por su parte la diputada Julia Strada fijó posición a través de las redes sociales : "Acindar (comprada por Arcelor Mittal Global, desde 2007) es la empresa siderúrgica que tiene el monopolio de aceros largos y perfiles para la construcción. Tiene acería propia en Villa Constitución y otras tres plantas de terminados en Villa Mercedes, San Nicolás y Rosario. Proyectaba producir 1.100.000 toneladas en 2024 (es poco, tiene capacidad para 1.700.000). Pero las medidas le hicieron bajar las proyecciones a 720.000. Línea crítica. Las ventas cayeron 40% en enero. Resultado: la multinacional paraliza todo en marzo. Los que conocemos la industria siderúrgica sabemos que los hornos y las acerias no suelen apagarse. Esto es un límite que no se cruza para evitar fallas técnicas y riesgos. En esta oportunidad se paralizaría la acería, algo inédito. Las suspensiones serían el paso siguiente", concluyó en su hilo en X.

En tanto, el intendente de Villa Constitución, Jorge Berti, comentó a este medio las serias consecuencias que tiene para la ciudad el cierre de la planta: “La situación es de gran preocupación. Repercute en la economía de la propia Municipalidad, porque al bajar la facturación de la empresa, baja el aporte que hace al municipio”.

La paralización de la fábrica “genera un efecto dominó en toda la economía de la región con todo lo que tiene que ver con el comercio, empresas y pymes que trabajan para Acindar”. Como resultado, “la gente va a empezar a postergar pagos o tributos”, pronosticó el intendente.

En cuanto a las causas de la medida adoptada por la compañía, explicó: “Acindar es una empresa que tiene que ver con alambres de construcción, entonces al parar la obra pública por parte del Gobierno y al bajar la actividad inmobiliaria, cae la actividad de la planta”.

“Son decisiones de políticas macro que impactan en la vida de nuestros vecinos. Si no se toman medidas que tienen que ver con la generación de empleo, la situación va a derivar en un caos social”, cerró Berti.