Gimnasia y Esgrima se asoció a los festejos de Halloween: contra River jugó un partido de terror. Encima, lo ronda un fantasma (el Fantasma de la B) y para colmo en la vereda de enfrente tiene a Sebastián Verón. ¿Hay un personaje que da más Halloween que una Bruja?

A propósito. Estoy podrido de esta costumbre que nos quieren imponer los yanquis y que hace años nos estamos bancando… No, ¿qué Halloween? Pagarle al FMI. Y ya que hablamos de política, sugiero que en Halloween en vez del clásico “¿Truco o trato?” se pregunte “¿Massa o Milei?”. Obvio, si respondés “Milei”, con solo imaginártelo presidente tenés el susto asegurado.

Pensándolo bien, hay muchos candidatos derrotados en las elecciones pasadas que ahora están escondidos que podrían aprovechar Halloween para ponerse calabazas en la cabeza y así poder salir a la calle. No hablamos del caso de Mauricio al que no le costó nada “disfrazarse” de libertario. Ni de la Bullrich, que viene cambiándose de disfraz en cada elección desde hace años. A aquellos excandidatos les pido que no se alarmen: Halloween es una fiesta en donde se representa todo lo relacionado con el mundo de los muertos, no con el de los muertos políticos.

Volviendo al fútbol, sugiero que se juegue la Copa Halloween. Me imagino una final entre Zombies Unidos contra Fantasmas Jrs. o entre el Deportivo Miedo versus una Selección Universal de personajes de películas de terror. Y también a un relator de fútbol que con su narración de más miedo que cualquier proyecto de ley de la diputada electa Lilia Lemoine.

En vísperas de estos festejos me encantaría un relato así:

“El árbitro Ghostface, el villano de la saga Scream realiza el sorteo de los arcos. Pregunta a los capitanes la Bruja Berti y Cachavacha Forlán qué prefieren, si “truco o trato”. Gana el sorteo Cachavacha quien sube a su veloz escoba y desde allí envía el balón hasta el arco rival, que cae en las manos metálicas de Freddy Krueger, quien casi pincha la pelota. La toca Frankenstein, quería hacer la personal, se la pasa a su ayudante Igor quien la para con la joroba y manda el centro pasado. Pega en una calabaza y rebota hasta caer en los pies del Muñeco que no es Gallardo, pero sí Chucky, la toca para Hannibal Lecter que se escapa por la izquierda hasta comerse la pelota. '¡Pasala, morfón!', le gritan. El árbitro le saca la tarjeta roja y Lecter se come la tarjeta y ahora corre al árbitro para comérselo. Terrorífico y dramático final del árbitro principal. Lo reemplaza el Doctor Jeckyll.

Ahora la tiene Drácula, lo marcan dos zombies, pisa la pelota el delantero del Deportivo Transilvania, arranca por la derecha el genio de las películas de terror, deja el tendal y va a tocar para Frankenstein… ¡Siempre Drácula! ¡Genio! ¡Genio! ¡Genio! Ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta-ta… Gooooool… Gooooool… ¡Quiero llorar de miedo! ¡Santo Satanás, viva el fútbol! ¡Golaaazooo del Conde! Es para llorar, perdónenme… Drácula, en recorrida memorable, en la jugada de todos los tiempos… Vampiro cósmico… ¿De qué planeta viniste para dejar en el camino a tanto zombie, para que tu Transilvania natal sea un puño apretado y un colmillo sediento de sangre? Dracugol…

Gracias, Satán, gracia Hitchcock, por el fútbol, por Drácula, por estas lágrimas, por esta noche de Halloween con este final tan terrorífico".