Con un tanto del juvenil Luis Vázquez, Boca superó 1-0 este lunes al muy comprometido Huracán en La Bombonera, por la fecha 24 de la Liga Profesional. 

Este irregular Boca en permanente reconstrucción al que Jorge Almirón tomó las riendas -minado por la cantidad de jugadores lesionados y al que muchos le demandan la llegada de refuerzos para afrontar la siguiente instancia de la Copa Libertadores, el sueño tan esquivo desde hace década y media- tiene un desempeño bien diferente cuando juega de local que cuando lo hace de visitante.

Bajo el aliento permanente y conmovedor de su hinchada, el primer tiempo podría resumirse de esta manera: hizo todo el gasto para ponerse en ventaja, pero como Huracán lo esperaba y salía rápido de contra, Boca se expuso a una posible catástrofe porque, en su afán por ir al ataque, quedaba demasiado mal parado atrás y terminaba prendiéndole velas a "Chiquito" Romero.

Fueron por lo menos tres los contragolpes letales de que dispuso el conjunto de Diego Martínez, todos mal terminados y desaprovechados.

De su lado, Boca llegaba -y mucho- a partir de la sociedad Barco-Fabra, que abrían un verdadero surco por su flanco y causaban estragos en la última línea visitante. Pero Merentiel no "sentía" la posición de extremo y a Vázquez no le llegaba la pelota limpia.

Entonces todo se circunscribía al empuje de Weigandt, a la gambeta endiablada del "Colo" Barco (al que le hicieron un claro penal que ni el árbitro Ramírez ni el VAR siquiera consideraron), pero principalmente al criterio del nuevo cerebro xeneize: Cristian Medina.

Si Boca se fue al descanso sin haber gritado un gol fue porque la providencia ayudó -al menos en los primeros 45 minutos- a este golpeado Huracán que se hunde sin más. Por caso, antes del entretiempo, en una misma jugada, Fabra reventó un poste y en el rebote Barco hizo temblar el travesaño cuando Vázquez se relamía.

La merecida ventaja llegó recién en el complemento, cuando Medina inició una jugada exquisita que culminó con un pase entre líneas para que Vázquez sometiera a Chaves.

Huracán ensayó una especie de reacción que se pareció más a una mueca y jamás pudo cristalizar, mucho menos cuando se quedó con diez porque Fernando Godoy le fue muy fuerte abajo a Medina, quien enseguida por precaución fue reemplazado y ovacionado, al igual que Barco. Así, los ingresos de Benedetto y Briasco, ya recuperados de sus lesiones, fueron casi testimoniales.

Boca ganó con lo justo, pero bien, sumó 35 unidades y se metió en zona clasificatoria a la Copa Sudamericana 2024. 

En contrapartida, Huracán dio un nuevo paso en falso, se plantó con 19 puntos (uno apenas por encima del colista Arsenal) y, si no mejora, estará condenado al descenso.