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"Me enteré por comentarios de gente que me felicitaba, pero yo no sabía nada", comenta con serenidad y frescura Mirko Buchín, quien apenas un día antes de ser nombrado Ciudadano Ilustre por el Concejo Municipal de Rosario todavía no había recibido la invitación formal para asistir a la ceremonia. Detalles al margen, la iniciativa presentada por el radical Jorge Boasso --en nombre del grupo local El Búho-- se hará efectiva en la sesión de hoy, en la que se homenajeará al profesor, autor y director de teatro.
Pero más allá de la falta de aviso, Buchín será declarado Ciudadano Ilustre y reconocido en vida, algo que no siempre ocurre. "O a lo mejor lo hacen cuando uno se está por morir", bromea el director, que a pesar de la sorpresa, no se siente obligado a hacer revisionismo, ya que lo sostiene como una práctica permanente: "Siempre hago balance de lo que he hecho. En todo este tiempo, dentro de lo que pude, siempre hice lo que quise, y dentro de lo que quise siempre hice lo que pude. Pero gracias a Dios nunca hice nada que no quisiera. Siempre procuré sentirme bien con lo que hacía y rodearme de gente con la que me pudiera llevar bien. Si bien es difícil ganarse la vida con lo teatral, busqué disfrutar el momento de subir al escenario. Y no me arrepiento de ninguna de las obras que monté".
En paralelo con la actividad estrictamente teatral, Buchín sostiene además una labor docente con la que apunta a colaborar con la formación personal de sus alumnos. "Yo nunca procuré formar a nadie, siempre procuré que la gente encuentre su propia forma", distingue.
Profesor adjunto de la cátedra de Introducción al Lenguaje de las Artes Combinadas de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA durante 18 años, en la actualidad Buchín brinda sus conocimientos en el Estudio de Comedias Musicales y en su taller particular, además de conducir la Secretaría de Extensión Cultural en la Escuela de Música de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR. Como actor y director hizo obras de Chèjov, Ionesco, Gregorio Laferrere, Roberto Arlt, García Lorca y Florencio Sánchez, entre otros. Por estos días, sostiene en cartel El cadáver del Señor García, junto a su grupo TDT. Las siglas de la compañía corresponden a un precepto artístico: Teatro De Texto.
"Sigo pensando que lo más importante del teatro es el texto --reconoce Buchín--. Pero no la palabra solamente, sino la palabra en función de lo teatral".
Y aunque el flamante Ciudadano Ilustre no puede gozar de la lectura de nuevas creaciones teatrales, ello no le impide tener una visión crítica del quehacer teatral: "Se imprime poco teatro nuevo. Después hay mucha cosa experimental y para eso uno no puede ser crítico, simplemente puede decir qué le gusta y qué no. El crítico fundamental es el tiempo, que va a determinar qué queda y qué fue moda del momento. Hoy hay mucha hojarasca, no sólo en éso, sino en todas las ramas del arte".
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