Si bien dejó de sonar hace un tiempo, la pandemia todavía ofrece cosas para escuchar. De la superación de aquellos días de perplejidad y confinamiento forzoso viene la música que Juan Pablo Navarro, uno de los músicos más audaces y talentosos de la escena actual, está presentado por estos días. Visiones pandémicas se llama el disco del contrabajista y compositor, editado por Club del Disco, que ya está instalado en las plataformas digitales y que además se podrá escuchar en la siempre viva ceremonia del concierto. 

Al frente de su septeto, Navarro actuará todos los jueves de marzo, entre el 7 y el 28, a la 20, en Pista Urbana (Chacabuco 874). Con él estarán Renato Venturini en bandoneón, Augusto Sourigues en violín, Inti Sabev en clarinete bajo, Juan Pablo Arredondo en guitarra eléctrica, Xavier Gainche en piano y Andrés Elstein en batería. Como invitada especial, en los conciertos del 14 y el 21, se sumará la cantautora Nadia Larcher.

“Como para muchos, también para mí la pandemia fue un período de incertidumbre. Para un bicho de escenario como yo, acostumbrado a tocar mucho en vivo, a corporizar la música, estar encerrado sin saber qué podía pasar con la vida, con la música y con los proyectos, fue muy duro”, comenta Navarro en diálogo con Página/12. “Viví la primera etapa en una especie de vacío artístico. Sin poder tocar no pude escribir una sola nota”, continúa el músico. “Después de estar internado con covid por nueve días, pude empezar a reflexionar sobre lo que estábamos viviendo y ahí pude empezar a componer. Además, como compongo pensando en los músicos que me rodean, componer fue una manera de recomponer el septeto en mi mente y así de reencontrarme con el sentido de mi música”, agrega.

En estas Visiones pandémicas, la incorruptible raíz tanguera de Navarro se presta a diálogos con el jazz y la música contemporánea, en favor de un sonido que de distintas maneras refleja la frescura de la variación y la improvisación y la cohesión de una escritura sólida y reflexiva. Además de las “Visiones”, numeradas del uno al cinco, hay dos versiones de clásicos de Astor Piazzolla: “Soledad” y “Retrato de Alfredo Gobbi”. “Cada una de las ‘Visiones’ que dan forma al disco son el producto de una reflexión sobre el mundo que nos rodea, algunas son pensamientos fugaces, otras exploran vacilaciones nocturnas”, dice Navarro, que para este disco, el tercero con el septeto, aborda por primera vez la musicalización de poesía. “Visión 4”, es sobre “La noche” de Alejandra Pizarnik, y “Visión 5” sobre “Cuando se terminan”, del poeta marplatense Daniel Robles.

“Nunca antes había musicalizado poesía y buscar las inflexiones musicales precisas para cada palabra, para cada sentido, fue asumir un gran desafío”, dice Navarro. “También en este caso escribí pensando en quién lo cantaría, Julia Sanjurjo, que no es parte del septeto pero es una artista muy cercana, además tiene un carácter y un color de voz muy especial, que me resultó muy inspirador”, continúa el compositor. Para las presentaciones en vivo de Pista Urbana, Navarro anuncia que será Nadia Larcher, otra voz importante en el presente de la música argentina, la que, los jueves 14 y 21, interpretará las canciones de Visiones pandémicas. “Nadia es una cantante fuera de serie. Es una de las voces donde se apoya el futuro de la música argentina”, asegura Navarro.

“Los temas de Piazzolla que están en el disco son los que elaboré para Experiencia Piazzolla en el Konex, en la edición del centenario de Astor, que fue en 2021 y se transmitió por streaming. Es decir, también ahí está la marca de la pandemia”, recuerda Navarro. En las versiones de Piazzolla se escucha al Navarro que transforma lo que bien conoce, reavivando el espíritu innovador que sostiene esa música. En las “Visiones”, en cambio, el compositor llega a lugares insospechados, empuja el sonido más allá del tango, rompe su cuadratura, arma y desarma varias veces los módulos que articulan el género. 

“Entre las grabaciones de los temas de Piazzolla y las ‘Visiones’ hubo también cambio de músicos. En la formación del septeto anterior, con los que grabamos Piazzolla, estaban músicos supertangueros”, destaca Navarro recordando a Emiliano Greco en piano, Guillermo Rubino en violín y Sebastián Tozzolla en clarinete bajo –que tocan también en algunas de la “Visiones”–, además de Nicolás Enrich en bandoneón, Esteban Falabella en guitarra y Sergio Verdinelli en batería. “El septeto de ahora, que grabó buena parte de las ‘Visiones’, tiene músicos que si bien no desconocen el tango, vienen de otras experiencias, acaso más ligadas al jazz, aunque un tipo como Renato Venturini viene de tener una orquesta homenaje a Troilo, nada menos, y Xavier vino de Francia a Buenos Aires para estudiar tango, hizo la Orquesta Escuela y además toca con (Víctor) Lavallén. Eso me puso en otro lugar como compositor y por supuesto se nota en el sonido”, reflexiona Navarro.

“Eso ya lo había hecho Piazzolla, sin entrar en comparaciones, que en sus formaciones mantuvo como pilares a músicos muy sólidos en el tango, mezclados con los que venían de otros estilos”, observa el contrabajista y compositor. “Yo busco un efecto parecido. El lenguaje de la música de Buenos Aires no es textual, se insinúa de muchas maneras. En la música del septeto hay que escuchar los matices, las articulaciones del sonido, el color instrumental. Ahí no me alejo del tango, simplemente voy buscando otros acentos”, define. Entre lo oculto y lo declarado, aspira, en definitiva, a que su música no deje de sonar a tango.  “El septeto es una formación flexible y cada uno de nosotros conoce el lenguaje de la variación de la improvisación. Eso hace que cada performance sea distinta y me preocupa también que en el vivo la música suene siempre diferente, que resista con frescura el tiempo transcurrido”, agrega.

Después de Tangos de la Posverdad (2018) y Los dopados. Tangos de Juan Carlos Cobián (2019), Visiones pandémicas completa una trilogía potente, que le rompe el marco al retrato corriente de la música de Buenos Aires para cambiarle el fondo. Es la obra de un grupo de instrumentistas formidables y un compositor curioso y omnívoro, que en pleno desarrollo no se detiene en la búsqueda de un sonido original para una identidad en movimiento. En la misma dirección, entre otras cosas, Navarro prepara la edición en disco de la grabación en estudio del Concierto Avalancha para Septeto tanguero y Orquesta, que estrenó en 2019 junto a la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto. “Estamos en la etapa de mezcla y está quedando bárbaro”, se alegra el músico.