¿Jugar al fútbol sin arcos? O tal vez que el resultado dependa de los puntos sumados por córners, tiros libres, y saques de costado a favor, que se restarán a las infracciones cometidas.

Parece ridículo y más bien extraño, sin embargo, en Budapest, en ocasión de la Superliga de Natación organizada por la ISL (Liga Internacional de Natación), y en donde participan muchos de los mejores nadadores del mundo durante seis semanas, en un formato de competencia por equipos, las marcas hechas por los nadadores pasan a un segundo plano. 

Importan entonces los puntos, para situar al equipo en lo más alto y acceder a los premios en dinero. El problema es que la natación es un deporte denominado de Tiempo y Marca, y el objetivo primero pasa aquí a otro plano de competencia, igual que pasaría con el fútbol sin arcos.

Con un buen manejo del show deportivo con profusión de luces y sonido, el formato de varias competencias seguidas durante semanas, igual que en un campeonato de fútbol, atenta también contra la calidad de las marcas al dificultar la puesta a punto.

Igualmente, para los 300 deportistas beneficiarios y sus entrenadores, la actividad representa un ingreso extra de dinero, por lo que las consideraciones técnicas negativas han sido dejadas de lado. Tampoco se ven críticas en otros ámbitos ni medios, que seguramente lo harían en el ejemplo del fútbol sin arcos, es que la natación de competencia no es tan conocida ni decisiva económicamente.

Sólo espero que este show deportivo sea solamente un negocio empresarial, y un ingreso para unos pocos, pero no el cambio total y para mal, de uno de los deportes básicos.

* Ex Director Nacional de Deportes.