A poco de andar, la tasa vial que Pablo Javkin le agrega al precio de la nafta en Rosario ya pisó un bache serio al caer en la mira del gobierno nacional. El vocero presidencial, Manuel Adorni, advirtió ayer que la gestión Milei se ocupará de que los municipios dejen de cobrar ese plus, al que calificó como "un abuso que tiene cautiva a la gente para recaudar".

En el Palacio de los Leones, por ahora, le hicieron viserita al mensaje que bajó de Casa Rosada, no hubo respuesta oficial y, en todo caso, en off the record lo interpretaron como un reto dirigido a intendentes del conurbano bonaerense que mantienen esa sobre tasa desde antes de que se le ocurriera al jefe municipal rosarino. 

"Hemos detectado varios municipios que intentan cobrar nuevas tasas en el expendio de combustibles a través de sus tickets. Estamos evaluando las alternativas que tenemos a disposición para que esto no pase, que deje de ocurrir. Es un abuso que hay y tienen cautiva a la gente para recaudar una tasa municipal que nada tiene que ver con el combustible y le hacen pagar compulsivamente", reveló el portavoz del presidente ayer por la mañana en una de sus habituales ruedas de prensa.

El Ejecutivo municipal dispuso –con el OK del Concejo– una tasa de 1,6% sobre el precio de cada litro de nafta, gasoil o metro cúbico de GNC en las estaciones de servicio de Rosario. que operan como agentes de retención. El destino es costear un programa de bacheo y reparación de calzadas que Javkin denominó Plan Calles 2024.

El gravamen levantó resistencias no solo entre usuarios sino también entre los propios dueños de los surtidores, que ya asumen un retraimiento de la demanda por la recesión económica, y con esto además un motivo para algún usuario elija llenar el tanque en localidades vecinas y no en Rosario. 

La intendencia espera recaudar por esta vía entre 16 mil y 20 mil millones de pesos este año. Al sondear allí cómo cayeron los dichos de Adorni, nadie acusó recibo. Al buscar respuesta este diario recogió comentarios extraoficiales. La decisión –al menos ayer por la tarde– había sido no contestarle al vocero presidencial.

"Son problemáticas diferentes –interpretó una fuente consultada–, lo que se habla es sobre todo para el conurbano bonaerense. El AMBA (los municipios que integran el área metropolitana de Buenos Aires) cobra subsidios nacionales a la nafta que le aportan a su caja. Justamente, son subsidios que pagan todos los argentinos cuando compran combustible, pero acá no llegan".

La posición municipal, llegado el caso de oponer una reacción a la advertencia federal, será confrontar sobre el escenario de siempre: la desigual distribución de recursos coparticipables en perjuicio del interior. Ese fue el eje argumental que campeó en la reunión de intendentes de la semana pasada en la que Javkin ofició de anfitrión delante del ministro del Interior, Guillermo Francos. Fue el Encuentro Federal de Ciudades Capitales y Alternas donde una de las conclusiones fue impulsar una reforma legislativa para que el impuesto a los Combustibles se coparticipe con el interior.

"Es otra la cuestión a revisar, es un problema de flujo financiero que aquí no llega. Todo sigue siendo así: el boleto de transporte en el AMBA sigue siendo más barato, se postergan sus aumentos, reciben plata de Nación. El problema es otro", deslindó la fuente municipal en off.

Adorni ayer no especificó a qué municipios se refería. Rosario es uno. Pero es cierto que desde antes hay 19 intendentes del conurbano bonaerense que echaron mano a esta herramienta de recaudación. Aplican tasas de porcentaje diverso: Merlo, Pilar y Moreno cargan 2,5% al precio por litro y son los que más. Luego, otros como Quilmes y Florencio Varela, 2%; Tigre y Escobar, 1%. O casos distintos, no porcentuales sino de suma fija como San Isidro y San Fernando, que recargan 6 y 5 pesos respectivamente por litro de combustible expendido.

Javkin había argumentado la razón de ser de su decisión de generar esta tasa vial, cuando presentó el Plan Calles 2024. "La nafta aumentó un 150 por ciento desde noviembre hasta ahora en Rosario. Ese aumento conlleva un incremento del impuesto a los combustibles sólidos que llegó al 169 por ciento. Lo único que recauda la ciudad es un 0,9 por ciento de ese valor y va a las obras en un fondo específico. Por supuesto esa tasa es mucho menos de la inversión que está garantizando", dijo entonces. Ese 0,9% que aludió refiere al monto neto del gravamen. El 1,6% es en bruto, aclaró.

El intendente machacó sobre la diferencia. "El impuesto a los combustibles aumentó 169% desde noviembre. No nos preocupa los 11 pesos por litro de Rosario, nos preocupa saber adónde van los 260 pesos del impuesto a los Combustibles que van a un lugar donde nunca recibimos nada", reprochó.