El gobernador Axel Kicillof y el intendente de San Nicolás, Santiago Passaglia, firmaron el convenio por el cual los trabajadores del municipio vuelven a aportar solidariamente a IOMA y a recibir su cobertura. Se cierra así un conflicto de un año, en el que las cosas no salieron como los Passaglia esperaban.

Kicillof fue a San Nicolás a poner en funcionamiento la Unidad Táctica de Operaciones Inmediatas (UTOI), un grupo de elite de la policía bonaerense inspirado en el grupo Halcón de la federal. Lo acompañó el ministro de Salud, Nicolás Kreplak, que firmó un convenio con el Grupo Oroño para ampliar la cobertura de IOMA en la región.

Grupo Oroño es el prestador de salud más importante de Santa Fe y el norte bonaerense, que viene de protagonizar un conflicto de 20 días con el gigante OSDE. Tras verse obligada a devolver a los socios el dinero cobrado de más, la empresa que preside Martín Pochat, dueño de Car One y Burgwagon entre otras agencias de autos, intentó rebajar unilateralmente los honorarios de las clínicas. La respuesta fue un lock out de casi tres semanas, del que los santafesinos salieron victoriosos.

Todo en un año

En la madrugada del 4 de marzo de 2023, la mayoría automática del oficialismo local votó la desadhesión del convenio que unía a los trabajadores con IOMA. Los concejales de UxP denunciaron en ese momento que la medida no había sido tratada en comisiones y que habían recibido el orden del día apenas minutos antes de la sesión.

Ya entonces, Buenos Aires/12 daba cuenta de los análisis que advertían que la ordenanza era nula, porque el convenio en cuestión tiene rango de ley provincial, de manera que sólo podía anularse con otro instrumento de igual jerarquía, es decir, otra ley provincial. De hecho, existe un fallo del tribunal de cuentas provincial, que data de 2005, sobre una cuestión similar planteada en Pinamar.

La medida del entonces intendente, Manuel Passaglia, fue saludada en medios y redes sociales por distintas figuras del PRO, incluyendo al expresidente Mauricio Macri y a la entonces candidata presidencial, Patricia Bullrich.

Fue, además, el inicio de una bola de nieve: varios intendentes de esa misma fuerza anunciaron que lo imitarían. La respuesta de IOMA fue una nota formal pidiendo la ratificación por escrito de esas declaraciones, paso que ninguno de los díscolos se atrevió a dar.

Desde el inicio del conflicto, Passaglia se topó con la oposición del Sindicato de Trabajadores Municipales (STM), que conduce Rodolfo Cecchi, y está afiliado a la Fesimubo de Rubén “Cholo” García. Cecchi movilizó al Concejo Deliberante y explicó el riesgo que la medida significaba, especialmente para las casi 300 familias que tenían pacientes con dolencias crónicas, entre cardíacos, diabéticos, con movilidad reducida o seropositivos.

Como represalia por su tarea sindical, Cecchi fue trasladado a la delegación de Conesa, a una hora y media de viaje de su domicilio. A pesar de que todas las instancias judiciales fallaron a su favor, aún no fue devuelto a su puesto original, en la terminal de ómnibus de la ciudad.

En junio se oficializaron las candidaturas. Passaglia, que ansiaba ser ungido como compañero de fórmula del precandidato a gobernador de Bullrich, Néstor Grindetti, y trabajaba para ocupar ese lugar, a pesar de la histórica amistad de su familia con los Santilli, sufrió un revés cuando anunciaron en ese lugar a Miguel Fernández, el intendente radical de Trenque Lauquen.

IOMA judicializó y el tema fue escalando hasta llegar a la suprema corte. A fines de julio, el municipio anunció que, como resultado de una licitación cuyos pliegos nadie vio, habían resuelto contratar con la prepaga Avalian, nombre comercial de la ex Ospaca, que no contaba con infraestructura a nivel local.

Sin embargo, como la ley nacional les otorga a las empresas el derecho de admisión o de cobrar aranceles diferenciales a los pacientes crónicos, estos se vieron obligados a recontratar IOMA en calidad de socios individuales, abonando de su bolsillo una cuota mucho más onerosa.

La “solución” que encontró el municipio fue copiada de Capitán Sarmiento, donde el intendente Javier Iguacel había resuelto algo similar en 2021 y se había visto obligado a pagar con fondos públicos los diferenciales de cuota, para evitar una catarata de juicios en su contra.

Mientras esto ocurría, con el objetivo de reducir ese costo, el área de Recursos Humanos empezó a ofrecer a esos trabajadores planes de retiros voluntarios, de hasta dos veces lo que les correspondía por ley, y a presionarlos para aceptar. A pesar de la agresiva estrategia, que consistía en ir a verlos a sus casas sin aviso previo, con el convenio impreso, lograron muy pocas firmas.

Si había disconformidad con el servicio prestado por IOMA, resultaba por lo menos absurdo imaginar que, con esos mismos recursos, pero con una escala mucho menor, elemento central en los sistemas de salud, y con la expectativa de obtener además rentabilidad, una empresa comercial pudiera ofrecer mejores servicios que el instituto provincial.

En diciembre, Manuel Passaglia fue remplazado en el cargo por su hermano Santiago. Fuentes cercanas al clan caracterizan al primero como el impulsivo y al segundo como el cerebral. Ismael, padre de ambos y jefe del clan, habría dispuesto que Manuel no integrara ni siquiera la lista de concejales, como resultado de sus decisiones apresuradas.

Durante los primeros meses de este año, los Passaglia especularon con que Patricia Bullrich les pagara los servicios prestados durante el año electoral con un cargo en Seguridad de la nación para Manuel. Pero los meses pasaron y la expectativa se fue cayendo. En marzo, Milei estuvo en San Nicolás para participar de Expoagro. El intendente hizo todo a su alcance por evitar la foto.  

Fuentes nicoleñas sostienen que Passaglia se apuró a retrotraer la decisión de su hermano para evitar un sonoro revés judicial y como paso previo para revisar su política de alianzas provincial y nacional. “Queda claro que lo nuestro no era una discusión ideológica ni política“, aclaró, en el marco de la firma, el Passaglia más reflexivo. La respuesta fue un piadoso silencio.