El juicio oral por el intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner, ocurrido el 1 de septiembre de 2022, comenzará el 26 de junio a las 10 de la mañana, según dispuso el Tribunal Oral Federal 6 (TOF6) que llevará adelante las audiencias. Estará enfocado en el hecho material pero no en una posible autoría intelectual o vinculación política, como la llamada "pista Milman" (por el diputado Gerardo Milman), "sin perjuicio --aclararon los jueces-- de lo que pudiera surgir a las resultas del debate". Así, estarán en el banquillo Fernando Sabag Montiel, el asesino fallido, Brenda Uliarte, que era su novia y estaba con él en el momento de los hechos, y Gabriel Carrizo, que tenía un negocio de copos de azúcar, que la pareja vendía y usó como pantalla para estudiar la zona de la vivienda de CFK en los días en que una multitud iba a darle apoyo cuando avanzaba el juicio conocido como "Vialidad".

Habrá 277 testigos, por empezar la propia expresidenta, y una "instrucción suplementaria", con medidas que no se hicieron hasta ahora o que fueron deficitarias. Se hará, por ejemplo, un nuevo intento para peritar el celular del principal acusado, que se dañó al comienzo de la investigación, el análisis posibles movimientos de dinero de los implicados, la revisión de la actuación de la custodia. El tribunal analizó testigos y pruebas ofrecidos por todas las partes pero rechazó algunas propuestas y otras las postergó. La fiscala a cargo de la acusación, Gabriela Baigún, ya apeló en reclamo de todo lo que pedía sumar al juicio y el tribunal dejó afuera. Los jueces a cargo del proceso son Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari.

Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo, todos detenidos, serán juzgados por tentativa homicidio doblemente calificado por alevosía, por ser planificado entre dos o más personas y agravado por el uso de un arma de fuego. Al primero se lo ve en las imágenes recuperadas apuntar hacia la cabeza de CFK. El arma, una Bersa calibre 32 fue hallada después en el piso y entre el rastreo de nuevas evidencias se busca saber cómo obtuvo las municiones (tenía una caja en su casa). La chica estaba con él y se la ve irse del lugar con disimulo. En la causa hay varios chats de Whatsapp donde habla de su plan de asesinar a la entonces vicepresidenta. A Sabag Montiel hasta le daba instrucciones en un intento previo al del 1 de septiembre. Era 27 de agosto: "Hoy me convierto en San Martín, voy a mandar a matar a Cristina", le dijo a su amiga Agustina Díaz. "Qué hija de puta, se metió para adentro antes de que le meta el tiro", le contó. El día del atentado Carrizo mandó mensajes: "recién intentamos matar a Cristina", "mi empleado le quiso disparar". También creyó que había usado un arma suya.

La principal razón por la que las audiencias se centrarán en el hecho en sí es que la jueza de instrucción María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo mandaron a juicio al trío en cuestión y argumentaron que no tenían pruebas sobre vinculaciones políticas y financieras. Para entonces, se habían perdido evidencias en el camino --como contenido de teléfonos celulares-- y otras fueron postergadas. La jueza y el fiscal se quedaron con la investigación residual sobre la "pista Milman", surgida a partir de que un testigo, Jorge Abello, lo escuchó decir en el bar Casablanca en la esquina del Congreso dos días antes del intento de magnicidio "cuando la maten yo estoy camino a la costa". Estaba con dos secretarias, cuyos celulares la jueza no quiso secuestrar y cuando lo hizo ya era tarde: tenían poco y nada. El diputado había presentado proyectos pidiendo datos sobre la custodia de Cristina y en uno insinuaba un atentado.

Testigos

Fueron citados a dar testimonio integrantes de la custodia, su jefe Diego Carbone, policías y peritos, manifestantes que presenciaron el atentado, entre ellos los hombres que atraparon a Sabag Montiel. Serán testigos los miembros del grupo bautizado "los copitos" (Lucas Acevedo, Miguel Castro Riglos, Sergio Orozco, Leonardo Volpintesta), que estuvieron los días después del intento de magnicidio con Carrizo y Uliarte en una casa en Barracas y se expusieron a hablar en televisión. También tendrán que declarar Agustina, la amiga de Uliarte; Mario Borgarelli, quien dijo ser amigo de Sabag y que "su intención era matarla", Eduardo Prestofelippo, conocido como "El Presto", un influencer libertario que tuvo un romance con Brenda. La lista incluye a Hernán Carrol, mencionado por Sabag Montiel como quien debía ponerle abogado. Era fundador de Nueva Centro Derecha y se vinculó con Patricia Bullrich y Javier Milei, a quienes juntó en una protesta, y José Luis Espert. Se relacionó con Uliarte y la llevó, con Sabag, a una fiesta del comediante Martín Almeida, también testigo, asiduo tuitero libertario.

Los testigos que por ahora el tribunal no acepta son los que tienen que ver con la "pista Milman", como sus asesoras, un perito que habría borrado los celulares en oficinas de Bullirch, la propia actual ministra de Seguridad, el testigo Abello. Tampoco incluyó a los miembros de la organización violenta Revolución Federal (RF) que hablaban de matar a Cristina y hacían agresivas acciones callejeras contra políticos, investigados en otra causa que Capuchetti nunca quiso juntar con la del intento de magnicidio. Quedó afuera la vecina de CFK, Ximena de Tezanos Pinto, cuya casa frecuentaba RF, y Delfina Wagner, la panelista de Crónica TV que dijo vivía con ella y que se había vinculado con Brenda.

Más investigación

El tribunal dispuso volver a peritar el celular de Sabag Montiel, que quedó dañado con el intento de extracción de información, como apuesta a recuperar información. Pasó por manos de la Policía Federal y luego de la de Seguridad Aeroportuaria, a cuyo laboratorio llegó en un sobre abierto y apareció reseteado de fábrica. Solo se rescataron fotos. Algunas suyas y de Brenda con un arma, que se busca cotejar cuál es. Se analizará el sumario interno policial sobre la custodia, las modulaciones de radio de la policía y las filmaciones de la búsqueda de evidencia y de allanamientos. Los jueces piden para consulta varios expedientes, entre ellos de Revolución Federal (cuyos integrantes están procesados por incitación a la violencia y se investiga si los financió el Grupo Caputo). A Baigún le rechazaron entrecruzamientos telefónicos y geolocalizaciones ligados a ese grupo y los imputados por el atentado, pero se estudiarán dos celulares que podrían haber sido usados por Carrizo y si tuvo comunicaciones con Uliarte. Sobre movimientos de dinero de los imputados también habrá medidas: para saber si operaron con criptomonedas; movimientos de dinero relacionados con Airbnb, Uber, Only Fans y Paypal y el análisis de tarjetas de crédito que al parecer tenían.

La querella de CFK --los abogados Marcos Aldazabal y José Manuel Ubeira-- había planteado la necesidad de conocer el contexto del intento de magnicidio y de "saber si Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo actuaron en conjunto con otras personas o impulsados por otras personas". No habrá una investigación puntal en el contexto de este juicio, lo que no quita que surja algo al respecto durante el juicio.