A los 47 años Carlos Bianco, mano derecha de Axel Kicillof, acompaña al gobernador en un segundo mandato desde un ministerio con poder: el Ministerio de Gobierno, adonde llegó desde la Jefatura de Asesores. Jefe de Gabinete desde el principio de la gestión Kicillof hasta 2021, fue desplazado de allí por Martín Insaurralde. La Jefatura de Gabinete no existe más, y por eso la cartera de Gobierno adquiere otro peso, a tal punto que tendrá dentro de su nueva estructura incluso el Instituto de Lotería y Casinos. Bianco sigue siendo el propietario del Renault Clio que usó Kicillof en 2019 para recorrer la Provincia y hacer campaña hasta ganar por primera vez la gobernación. Recibió a Buenos Aires/12 en la mañana de un día que terminaría con el DNU de 300 medidas.

--¿Qué fenómeno estamos viviendo en la Argentina, exactamente?

--Es toda una novedad, por un lado, y a la vez todavía reina la incertidumbre respecto de los resultados. El propio gobierno nacional presentó su política como un ajuste ortodoxo clásico. Es así, porque tiene todos los condimentos: restricción monetaria, restricción fiscal, la devaluación más grande la historia y en pocos días más un tarifazo.

--¿Con qué efectos?

--Sin duda tendrá consecuencias muy negativas sobre los ingresos, el empleo y la actividad. Ni hablar de la escalada de la inflación. Lo anunciaron. El Presidente avisó que vendría un período estanflacionario. Esperemos que sea lo más breve posible.

--¿Era inevitable?

--No compartimos ni el diagnóstico ni las formas de hacer las estimaciones de los eventuales efectos de la realidad tal como era. Por ejemplo, no hay ninguna base racional para estimar que la inflación sin estas medidas sería cómo mínimo del 3.600 por ciento anual. No se estima así la inflación. Y más allá de las diferencias metodológicas, lamentamos las consecuencias que ya tiene el ajuste ortodoxo y las que irá teniendo en los próximos días y meses.

--Buenos Aires/12 publicó una encuesta según la cual Kicillof y Sergio Massa son los dos principales referentes de la oposición.

--Suena lógico. Axel es el gobernador más importante de la Argentina, y acaba de reelegir por casi 20 puntos de diferencia. Massa hizo un trabajo muy bueno teniendo en cuenta que agarró la papa caliente cuando la oposición casi estaba llamando a una asamblea legislativa para cambiar de Presidente. Me parece que con las complejidades de la situación Massa pudo estabilizar la economía. No hubo situaciones traumáticas. Hizo una elección excelente que permitió entrar en el ballotage. Kicillof lo dijo en su discurso después de jurar. Hay determinadas cosas que no supimos hacer: el control de inflación y el fortalecimiento de reservas, que son la misma cosa. Y la pésima distribución del ingreso que empeoró durante el macrismo y nosotros no mejoramos.

--¿Por qué tantos jóvenes de sectores populares votaron a Milei?

--Sigo siendo docente en la Universidad de Quilmes. Muchos votaron a Milei. O me lo dijeron o me di cuenta. A veces tengo algunas charlas. Recojo hartazgo, falta de certidumbre respecto del futuro, frustración por no ver la posibilidad de una vida más próspera. Ese hartazgo terminó yendo hacia lo distinto. Ya hay algunos desilusionados. La situación empeoró rápido, y mucho. Pero aclaro que como ministro de Gobierno tengo una responsabilidad institucional y mis expresiones son institucionales. Habrá que ver oportunidad, mérito y conveniencia de cada medida y de cada respuesta. La gente votó un gobierno nacional que tomó medidas sobre la base de un diagnóstico. No estamos de acuerdo en que fuese una situación tan extrema como la pintan. Preferimos lo que había prometido Massa. La estabilización que no tenía implícita una devaluación monstruosa. Un programa de crecimiento y no de estanflación. Un plan de generación de empleo y ampliación de la obra pública que se venía haciendo a muy buen ritmo. El gobierno de Massa no iba a licuar los ingresos, parar la obra pública y devaluar un 118 por ciento. Las medidas no están teniendo impacto positivo.

--¿Cuál sería el espacio de la incertidumbre?

--Sobre la Provincia, en particular, estamos solicitando muchas certidumbres. Hoy la incertidumbre es total. ¿Qué va a suceder con las obras en ejecución? El gobierno nacional anunció que no habría dinero para nuevas obras ni para obras ya licitadas pero todavía no iniciadas. Pero no dio precisiones sobre qué sucedería con los recursos de las obras que ya se están haciendo. Y en cuanto a la crítica al papel del Estado, debo recordar que las formas de financiamiento privado no funcionario con Mauricio Macri.

--¿El gobernador recibió precisiones sobre los fondos coparticipables en la reunión de gobernadores con el Presidente?

--No, todavía deben definir exactamente los recursos que nos van a girar. Es vox populi ya que Buenos Aires es la provincia que más recursos genera y la que menos recibe. Genera casi el 40 por ciento de los fondos coparticipables y recibe poco más del 20 por ciento.

--¿A cuánto llegaban exactamente los recursos con los fondos discrecionales, los que están más allá del porcentaje estipulado de coparticipación?

--Con los fondos adicionales lo recibido se puede estirar a un 24 por ciento. Eso con el fortalecimiento fiscal y el fondo del conurbano. ¿Van a existir? ¿Qué pasará con los fondos si se profundiza el estancamiento con inflación? Van a caer la recaudación nacional y la provincial. Y que no nos hablen de los ATN, los adelantos del Tesoro nacional, porque siempre representan una cifra muy menor. El gobernador insiste por eso en que con la Provincia se comete una injusticia. Buenos Aires es la que recibe menos recursos per capita. La que tiene un gobierno austero. La que está entre las dos provincias con menos trabajadores estatales según la cantidad de habitantes.

--Córdoba y Buenos Aires.

--Exacto. Por eso digo, también, que precisamos certidumbre sobre cuáles son los parámetros del plan económico. No se sabe la proyección exacta de inflación, por ejemplo. Siempre para diseñar un presupuesto se genera un modelo sobre el que después trabajan los técnicos. Si, además, no recibimos precisiones sobre la continuidad de las obras con financiación nacional, tampoco podemos proyectar nada. Aquí hay dos caras de una misma moneda. Una cara es la injusticia respecto de la provincia de Buenos Aires. Otra cara es la recesión, que seguro hará bajar la generación de fondos coparticipables. Y eso no solo nos perjudicará a nosotros sino al resto de las provincias argentinas. Bien, que el gobierno plantee el modelo. Pero que por favor no repita esa idea de la sumatoria de la inflación diaria. ¿Con qué nivel de recesión calcula la inflación? ¿O creerá que el cálculo es estrictamente financiero? Todos los ministerios de Hacienda o de Economía trabajan con un modelo para proyectar el presupuesto. El presupuesto anterior se basaba en una estimación inflacionaria del 60 por ciento para 2024. Habíamos preparado un proyecto que fue a la Legislatura de la Provincia. Si la proyección nacional de la inflación cambiara, deberíamos adaptarnos.

--O sea que ahora, más allá de las diferencias sobre la estrategia económica, no tienen ni siquiera a qué adaptarse. ¿Podrían llegar a repetir el Presupuesto 2023 para 2024?

--Nunca es lo ideal, pero tampoco se puede descartar la prórroga del último presupuesto o la construcción de un nuevo presupuesto con parámetros propios. Se lo dijo el gobernador al Presidente. Y el Presidente dijo que tomaba nota de la situación. También pidió certeza respecto de la obra pública y los recursos que vendrían. En estas cosas tenemos que ser concretos. Estamos trabajando en la autovía para la ruta nacional número 7. ¿Habrá recursos para seguir? Lo mismo en la ruta nacional 5. Y en la ruta 3 desde Monte hasta Olavarría. ¿Qué va a pasar? Muchas empresas ya pararon esas obras de modo preventivo. Inclusive hubo telegramas de despido.

--El Presidente Milei dijo que al frenar las obras públicas se frenaría la corrupción.

--El gobierno de Kicillof no tiene ni una sola denuncia por corrupción en la obra pública. Por eso digo que hay que hablar de la realidad. La Provincia vive ajustada porque tiene el gobierno más pobre de la Argentina y la menor cantidad de recursos nacionales por habitante. La Provincia tiene un Estado austero. Y es la que genera la mayor riqueza agropecuaria, explica el 40 por ciento de las exportaciones y produce la mitad de los bienes industriales de la Argentina.

--El ministro del Interior, Guillermo Francos, dijo que Kicillof hizo planteos en la reunión de los gobernadores con el Presidente porque tiene ideas marxistas o de izquierda.

--El gobernador tiene las ideas de un buen administrador que cree en la justicia distributiva, con las banderas históricas del peronismo y no las del marxismo. La soberanía política, la independencia económica y, sobre todo, la justicia social.

--¿Hablan sobre estos temas con los intendentes radicales y del PRO?

--Sí. Y vemos que la oposición tiene mucha preocupación por la escasez de recursos. Se les está dando la asistencia que corresponde a muchos municipios para que pudieran cerrar el año. También debo decir que veo una contradicción. Pedimos a la Legislatura la ampliación del endeudamiento por actualización inflacionaria y la oposición no permitió tratar un proyecto que hubiese permitido a la Provincia contar con más fondos. Por un lado no nos dan las herramientas para generar recursos y por otro lado nos piden recursos. Llamamos a la responsabilidad cuando discutamos la ley fiscal impositiva, el presupuesto o el endeudamiento. No vale no votar recursos para la Provincia y pedir recursos para el municipio.

--Paso a la política partidaria. ¿Kicillof debería buscar hoy ser el presidente del Partido Justicialista bonaerense?

--Es un error ese planteo. Los procesos políticos son eso, procesos. El legítimo presidente del PJ es el compañero Máximo Kirchner, y eso está muy bien. El partido tiene que discutir su futuro. No está escrito que el que gana una elección tiene la presidencia del partido. Es un proceso político que se despliega en base a la discusión, las circunstancias o la coyuntura.

--¿Qué hará la Provincia?

--Nuestro gobierno no es ni oposición ni resistencia. Es un oficialismo con proyecto de transformación que fue revalidado en las urnas. Tenemos que dar respuesta a nuestro pueblo bonaerense. Obviamente también diremos lo que pensamos con el respeto que merece el gobierno y que merecen los votantes. También quienes en la provincia de Buenos Aires votaron en tres elecciones, y en ninguna ganaron el ajuste y la devaluación sino la ampliación de derechos y la recuperación. Hoy la inflación acelera por la devaluación, y así pasará en los próximos tres meses, sobre todo en los bienes transables, los que se pueden exportar o importar. La economía argentina ya venía funcionando con alta inflación. El salto del tipo de cambio oficial sin que saltara el blue demuestra que los precios no estaban atados al blue sino al oficial. Y aun así devaluaron un 118 por ciento.

--El gobierno nacional critica al provincial por no apoyar el protocolo anti-piquetes.

--En cuatro años tuvimos protestas en la Provincia. Menores. Y manifestaciones. Pero jamás tuvimos un problema. Ante una protesta, siempre hay que analizar qué políticas podrían implementarse para favorecer a quienes sienten que sus derechos han sido vulnerados. Obviamente si hay licuación de ingresos y salarios van a protestar. Uno tendría que trabajar para evitar que se licúen.

--¿Qué política habrá con los estatales?

 

--En estos cuatro años pudimos recuperar puntos de salario real que se habían perdido con María Eugenia Vidal, que eran un 20 por ciento en promedio. En algunos casos, como los policías, llegó al 30 por ciento. Le vinimos ganando a la inflación con las paritarias y la recuperación salarial. Ahora este ajuste nos pone en otro escenario, y también por eso buscamos contar con los recursos.