Estudiantes de La Plata, que durante algunos años se llamó “Estudiantes de Eva Perón", cumplió recientemente 118 años de vida, y nuestro mejor homenaje es recordar a aquellos buenos futbolistas que pasaron por el Pincha. Un club que no tuvo un Pelé pero sí tuvo un Pelegrina. Y tuvo “Profesores” como Ferreira, Lauri, Scopelli, Zozaya y Guaita, un maestro como Zubeldía, un doctor como Bilardo y un mago como Capria.

Sabella gente de sus hazañas y logros, que, a su Manera, marcó un Camino de gloria, ganó Ponce copas nacionales e internacionales y a su envidioso rival, le dijo: ¿Qué mirás, Lobo? ¡Andá Pachamé!

A su Sbarra fiel y seguidora, que ama la camiseta Rojo y blanca desde que era Infante, le importa un Blotto si se juega bien o se juega Malbernat. Ella no cree en pájaros de mal Agüero, pero sí en Brujas Verón, porque las tuvo. Pero también le estuvo Ogando a San Prátola y a todos los Angeleri para que los ayuden a vencer al mismísimo Manchester en las Islas británicas.

“Lollo recuerdo como si fuera hoy -evoca Gogo Hernández, un viejo hincha pincha-. Mi amigo el Rulli me dijo ‘Benítez a ver el partido conmigo’ y fui. Lo vimos en una Taberna de Núñez, donde comimos un alto Ghiso con Lechuga Maggiolo. Boselli sabes que a los ingleses le dimos Battaglia hasta dejarlos Chiquito Bossio, ellos se acordaron Gottardi de jugar y tras romperles el Brown, quedaron Mas calientes que un Calderón hirviendo. Me pone un poco Sensini este recuerdo, Pérez porque fue el partido de mi Vidallé”.

Estudiantes se caracterizó por tener a lo largo de su historia, un equipo Ré Sabio con mucho Amorone propio, que Correa y Trotta por todo el Verde césped y juega Zapiola, pone Garro y se convierte en una Fabbri de fútbol. Es admirado en todo el país, desde Palermo hasta Ramos, y en todo el mundo, desde el Ártico hasta el Damonte Russo.

Aunque no siempre ocurrió eso, así como le tocó jugar sus partidos los Díaz Domínguez en la “A”, hubo dos años en que sus dirigentes no dieron en la Tecla Farías con las compras, y armaron un equipo de esos a los que la hinchada Silva y que daba un poco de Ascacibar verlo jugar. Ayala recuerdo: una delantera Sosa, algo Pavone, un arquero Delgado pero medio Gil y Mancuso y defensores que pegaban como Monzón o Malvarez. Ese equipo repleto de futbolistas que eran de Madero tuvo la mala Fortunato de que al año siguiente le tocó jugar De Sábato en la “B” de Braña.

Pérez hoy estamos de festejo. Hay Valdez de sidras Trama caída, Ramos de Flores y Rosales. Solo falta que venga un Mago Capria y nos haga aparecer una torta con velitas. Feliz cumpleaños, Pincha.