A doce años de su fundación, el bachillerato Mocha Celis cuenta con 300 egresades pertenecientes a nueve promociones de estudiantes travestis, trans y no binaries. Se trata de una población históricamente estigmatizada y criminalizada en Argentina, que a través de organización y lucha logró la sanción de la Ley de Identidad de Género (2012) y con iniciativas como el Mocha pelea por educación, trabajo e inclusión.

Este bachillerato fue el sueño de la pionera del movimiento de liberación travesti Lohana Berkins. El presidente de la Asociación Civil Mocha Celis, Francisco Quiñones Cuartas recordó a Lohana, al recibir el premio de la Comisión Consultiva de los Derechos Humanos de Francia, destinado a recompensar y permitir la realización con éxito, en Francia o en el extranjero, de acciones individuales o colectivas para promover y/o proteger los derechos humanos.

En una nota publicada en Soy en noviembre de 2011, Lohana Berkins cuenta quién fue Mocha Celis. “Mocha fue una travesti tucumana que trabajaba en la zona de Flores. El sargento Álvarez de la comisaría 50 le tenía una saña particular. La última vez lo escuchamos gritarle 'Ya vas a ver, puto de mierda, vos vas a terminar con tres tiros'”. Mocha Celis apareció muerta de tres tiros, en el Hospital Penna de Buenos Aires.

¿Por qué ponerle Mocha Celis al bachillerato?, preguntó Lohana. “Porque Mocha no sabía leer ni escribir. Cuando llegábamos a las comisarías detenidas, ella siempre me pedía a mí que le leyera. Me acuerdo de que cuando estábamos en los calabozos había otra trava, que era una chica supererudita, y yo le dije: “Aprovechemos que estamos acá adentro y enseñale a Mocha. Pero hacelo de manera que ella no se sienta mal, que no se sienta menos”.

Estos días también son días difíciles para el pueblo trabajador francés, que se encuentra manifestando en las calles y en una huelga prolongada contra una reforma previsional injusta, reprimido de manera salvaje por la policía. Francia siempre ha tenido esas contradicciones y esas fuertes luchas entre sectores revolucionarios y conservadores. El premio es un estímulo para el trabajo del bachillerato Mocha Celis y un reconocimiento al sueño de Lohana Berkins plasmado en las aulas. Pesa en el lado justo de la balanza.

En el recibidor circular de la embajada francesa (Palacio Ortiz Basualdo) hay un cuadro pequeño en blanco y negro, con las imágenes y los nombres de les desaparecides franceses en Argentina durante la dictadura cívico militar eclesiástica financiera 1976-1983. Y más cerca de la entrada, un retrato muy sobrio, en colores, del presidente Emmanuel Macron. Son imágenes que podemos leer por fuera de los discursos.