Las PASO que se disputarán el 12 de septiembre en Santa Fe no solo contradicen la estrategia del gobierno nacional -de evitar internas- sino que ponen en riesgo la institucionalidad en la provincia. La "licencia sin goce de sueldo" de la vicegobernadora Alejandra Rodenas, que precedió al pedido de una conducta similar a Omar Perotti por parte de casi todos sus diputados provinciales -a excepción de Matilde Bruera y Ricardo Olivera- no tiene precedentes y si bien el propio gobernador desestimó tal escenario, el clima de tensión podría derivar en la salida del gabinete de algunos ministros, como Jorge Llonch -a la sazón, esposo de Rodenas- y Roberto Sukerman, referente principal de Agustín Rossi en Rosario. "No se les ha pedido la renuncia a ninguno, pero sí se les ha advertido que no se tolerarán distracciones en la gestión y mucho menos, la utilización de los recursos de Estado -movilidad, oficinas, etc.- para fines electorales", dijo a Rosario/12 una alta fuente de la Casa Gris, quien aseguró que "ninguno de ellos siquiera insinuó presentar su renuncia, lo que sería valorado como un buen gesto", remató la fuente, dejando abierta la posibilidad de un recambio. 

Lo cierto es que el cruce de alianzas tras la repentina candidatura del ex ministro de Defensa Agustín Rossi -que negó tener intenciones de ser precandidato hasta pocos días antes del cierre de listas- ofrece al electorado mayoritariamente peronista un dilema difícil de afrontar. Más allá de las justificaciones expuestas, compromete las chances del oficialismo de cara al objetivo de retener las dos bancas en el Senado de la Nación, y ampliar el número de diputados que se ponen en juego en esta renovación parcial del parlamento.

"Alberto Fernández le dijo a Rossi que era el que más medía, y al parecer el Chivo se tomó de eso cuando advirtió que Santiago Cafiero no dejaría la Jefatura de Gabinete para ser candidato, y se puso él solo en carrera", explican en la Casa Gris las razones de la decisión del ex-presidente del bloque de diputados de Cristina Kirchner. 

Del mismo modo, sostienen que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner le hizo saber explícitamente que su apoyo sería para María de los Ángeles Sacnun en el armado de una lista con Perotti, quien inicialmente apostó por Roberto Mirabella y con los números de las encuestas en la mano decidió mudarlo de lista, para que Marcelo Lewandowski ocupara su lugar, en acuerdo con la Casa Rosada y CFK . "Tiene lógica, Cristina sigue en el lugar que estaba cuando apoyó a Perotti en la interna con María Eugenia Bielsa", dicen los perottistas, que se preguntan "qué es lo que lleva a Rossi y a otros grupos del kirchnerismo con el sector que lidera en la provincia Armando Traferri". De este modo, acicatean como si no hubieran hecho lo mismo hace apenas un par de años, a la hora de cerrar la fórmula Perotti-Rodenas.

Transcurrido un año y medio de gestión, es evidente que esa alianza se rompió a poco de llegar el rafaelino a la Casa Gris, ya que en el primer "momento de decisión" su compañera optó por quedarse junto a quienes la habían promovido. "Nos sorprendió el cambio de conducta de Rossi, en cuanto a los demás actores no hay nada nuevo. En definitiva se reeditan la viejas alianzas entre Luis Rubeo, Cachi Martinez, y Traferri, como en las épocas del gobernador Antonio Bonfatti. Son los mismos que se llevaron puesta a Maria Eugenia en la Cámara de Diputados de la provincia cuando debía ser ella la presidenta del cuerpo y termino dejando su banca" rememora la fuente, una vez más "sin beneficio de inventario".

Mañana se presentan oficialmente los candidatos de los sectores en pugna. Rossi/Rodenas y su lista de diputados encabezados por Eduardo Toniolli lo harán en el Monumento a la Bandera. Lewandowski/ Sacnun y la lista que encabeza Roberto Mirabella lo harán en un local en Funes.

Hay expectativa por el tono de los discursos. Desde la Casa Rosada se han hecho gestiones para que se baje el tono de la disputa y sobre todo, se deje de lado el "peronómetro" que algún dirigente pretende utilizar para descalificar a sus adversarios, sobre todo cuando hasta hace un rato estaban todos juntos. Hubo llamados, visitas de algún dirigente nacional enviado por el Presidente, que no se termina de explicar cómo pasó esto -como si se hablara en chino-, encuentros "por abajo" entre integrantes de las listas que confrontarán pero que mantienen buenas relaciones e inclusive amistad con sus adversarios. Todo fue infructuoso, habrá disputa y nadie se atreve a asegurar que sea sin "daños colaterales". Para empezar, habrá que analizar los discursos de mañana, para seguir, la marcha de la gestión y la continuidad o no de algunos funcionarios, y luego la evolución de algunas situaciones paralelas, como la de Traferri, que tiene cita en Tribunales.

"En el pecado está la penitencia",  sintetiza un viejo dirigente peronista que "balconea" la interna y que desestima que la confrontación "le agregue pimienta y ayude a sumar más votos para el frente", como se entusiasman algunos que de ese modo justifican una pelea que no tiene antecedentes en casi ninguna provincia. El refrán remite al modo de "armado político" de Perotti, que en su momento se alió con el traferrismo -cuya conducta se mantuvo invariable a lo largo de la última década- y el desdén por otros sectores del peronismo, que no han sido tenidos en cuenta en la medida de sus expectativas.

Lo cierto es que a la razonable preocupación por las candidaturas de los otros espacios que se presentarán a los comicios de noviembre -y que también tienen sus reyertas internas-, lo que aparece hoy como un intríngulis mayúsculo -más aún ante la eventualidad de una derrota en la interna- es el "fuego amigo" cuyo alcance resulta imprevisible.