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El 9 de mayo se cumplieron tres años. Y si bien la aprobación de la Ley de Identidad de Género es orgullo nacional, no es lo mismo el reconocimiento de un derecho que su puesta en práctica. No es lo mismo aprobar que reglamentar, es decir, dar las pautas concretas para su funcionamiento. Hoy, todavía, la reglamentación del artículo 11, nada menos que el de salud, es una cuenta pendiente. Estas son las consecuencias:
Prepagas. Las obras sociales y prepagas, en general, no cubren los tratamientos hormonales, ni las cirugías de reasignación sexual, ni los implantes mamarios. Esto deriva en una batalla caso por caso: cada persona trans que desee acceder a estos derechos debe presentar un amparo. Así, se judicializa cada pedido. Y en los casos en los que se consigue obligar a la prepaga a dar el servicio, ésta suele poner sus propias condiciones, por ejemplo, en el caso de un implante de siliconas: que sea la paciente misma la que compre las prótesis.
Salud pública. La falta de reglamentación afecta la calidad de los servicios públicos de salud: presupuestos, almanaques de compras (qué cantidades de prótesis y hormonas debe pedir cada hospital, por ejemplo). También demora la capacitación de los profesionales y genera, por ejemplo, que no se reserve cupo en los hospitales públicos para las cirugías de reasignación sexual. A fines del año pasado en el Hospital Durand daban turnos para operarse en el 2016.
Preadolescentes trans. Las obras sociales y las prepagas les niegan, por su edad, la posibilidad de hacer consultas con endocrinólogos.
l Calidad y cantidad de las hormonas. En general, los laboratorios no producen las dosis y los genéricos específicos que se usan en los tratamientos hormonales para hombres y mujeres trans. En muchos casos las dosis que llegan a los centros de salud no son las adecuadas y/o no llegan en estado puro, sino combinadas con otros medicamentos que nada tienen que ver con los tratamientos hormonales para personas trans.
La semana pasada, después del cambio de autoridades en el ministerio, el actual viceministro de Salud de la Nación, Nicolás Kreplak, recibió a la CHA y a 100% Diversidad y Derechos para conversar sobre esta y otras deudas. Y si bien Kreplak no puso un plazo para reparar estas cuentas pendientes, se comprometió a impulsar estos pedidos.
Informe: Dolores Curia
Fuentes consultadas: Martín Canevaro (100% Diversidad y Derechos), César Cigliutti y Marcelo Suntheim (CHA)
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