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Sociedad|Lunes, 29 de junio de 2015
La Asamblea de Parque Chacabuco resistirá la construcción de un bar

Vecinos en batalla por el verde

Una reunión vecinal ratificó el rechazo al bar que impulsa el gobierno porteño y anunció que impedirá el comienzo de las obras. Insistió en que el proyecto afecta el área verde del parque y perjudica a los comercios aledaños. Harán una marcha para reclamar.

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De las 20 hectáreas originales de espacios verdes, el Parque Chacabuco tiene ahora sólo ocho.

La Asamblea de Parque Chacabuco ratificó ayer su rechazo a la construcción de un bar de 260 metros cuadrados en ese espacio público. Los vecinos, que nunca fueron recibidos por el ministro de Espacio Público, aseguraron que “resistirán” el inicio de los trabajos porque el lugar “ya perdió 12 hectáreas de áreas verdes” y perjudica a los comercios aledaños, ya que “privatiza el espacio público”. Originalmente diseñado con 20 hectáreas de espacios verdes, el Parque Chacabuco conserva sólo ocho en la actualidad.

La lluvia no los detuvo: suspendieron la marcha que iban a realizar, pero los vecinos se reunieron igual en el Centro Cultural Adán Buenosayres, dispuestos a resistir la obra que costará unos 4,5 millones de pesos. Paula Castelli, integrante de la asamblea, dijo que el ministro de Espacio Público, Edgardo Cenzón, “no nos ha recibido nunca, a pesar de que pedimos cita hace mucho tiempo; mientras que el subsecretario Patricio Distéfano insiste en que harán el bar en el parque ‘porque lo avala la ley’. Ya hay un bar de 400 metros cuadrados bajo la autopista, ¿para qué quieren otro? Nosotros queremos más verde y menos cemento”, dijo y cuestionó que el proyecto del bar siga adelante a pesar de las 3 mil firmas recolectadas en contrario y el rechazo “unánime” expresado por la junta de la Comuna 7. “La ley 4950, aprobada el año pasado, habilita a que se construyan bares en espacios públicos, pero no obliga; la Ciudad quiere inaugurar esa norma con el Parque Chacabuco, pero nos vamos a resistir”, aseguró Castelli.

Además de las movilizaciones que realizan cada fin de semana, la entidad apuesta a la vía legislativa con el proyecto de ley del diputado Adrián Camps (Partido Socialista Auténtico), para que se exceptúe de esa norma al Parque Chacabuco y el Ejecutivo porteño tenga que dar marcha atrás con la iniciativa. Al respecto, Horacio Rodríguez Larreta escuchó las inquietudes de los vecinos en una reunión y negó que el bar vaya a pertenecer a la Ciudad. Al ser interpelado sobre quiénes iban a concesionarlo, respondió: “No lo sé. Pero hagamos lo que hagamos, Parque Chacabuco siempre va a tener más metros cuadrados verdes”.

Por el contrario, Castelli asegura que ya se reemplazaron cientos de metros de espacios verdes por sendas peatonales de cemento. Desde la asamblea afirman que “los artículos 26 y 27 de la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires son claros en cuanto a la preservación, incremento y restauración de los espacios que aseguren un ambiente sano”. Por eso se oponen a los llamados “bares en los parques”.

La norma habilita la instalación de bares en espacios verdes que tengan una superficie mayor a 50 mil metros cuadrados y establece que en los más grandes podrán colocarse hasta cinco áreas, con una separación mínima de 200 metros entre sí. En total son 60 los parques que pueden llegar a tener locales gastronómicos y el Parque Chacabuco, con sus 237 mil metros cuadrados, podría albergar al menos cuatro áreas de servicio. Pero los vecinos resisten: no quieren perder más espacios verdes y alertan que, si bien no se avistan cuadrillas de construcción, las obras podrían comenzar en julio o agosto.

Considerado a principios del siglo XX la “Córdoba chica” de Buenos Aires, el Parque Chacabuco fue diseñado por el paisajista Charles Thays y contaba con un rosedal, un lago, senderos con flores y diversas especies de árboles. Actualmente conserva sólo 8 de las 20 hectáreas de espacios verdes con las que fue creado en 1908; el resto está ocupado por la autopista que lo secciona, cinco escuelas, un polideportivo, un centro cultural, una “estación saludable”, un anfiteatro, un estacionamiento privado, la entrada al subte, calles internas y accesos vehiculares.

Los vecinos consideran que la obra “privatiza el espacio público y perjudica a los comercios aledaños, puesto que ya hay un bar de 400 metros cuadrados dentro del parque y también baños públicos”. Pero sobre todo se quejan porque no fueron consultados. Dado que el próximo domingo habrá comicios, convocan a marchar el domingo 12 de julio, cuando harán una nueva asamblea.

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