Nadie recordó haber visto la plaza San Martín tan desbordada de gente como ayer. Fue el eco rosarino de la formidable movilización popular que tuvo lugar en Ciudad de Buenos Aires, en defensa de la universidad pública y contra el vaciamiento que ejerce el gobierno nacional de Javier Milei.

Como en Plaza de Mayo, en Rosario también la expresión social fue masiva porque se integró no solo de la comunidad universitaria, entre estudiantes, docentes, empleados y graduados. También porque acudió una multitud de trabajadores de todo el arco gremial rosarino. Y acaso también fue inédita por la cantidad de "gente suelta" que se plegó a la manifestación, motivada por la causa. 

"Esta vez Milei tocó un nudo, y provocó esto. Yo no esperaba menos", celebró uno de los miles que ayer participó de la multitud que cubrió el solar frente a la sede local de Gobernación, y fue una síntesis compartida por muchos de los testimonios que recogió Rosario/12. Testimonios que se amplificaron en una radio abierta, y que sobre el atardecer mudó al Monumento a la Bandera, en una interminable columna que atravesó el centro, siempre sin incidentes ni motivos a la policía, que se limitó a colaborar en los cortes de tránsito a distancia prudente. Esta vez nadie atinó ni a mencionar el protocolo Bullrich.

La concentración en el centro de Rosario sucedió a la partida tempranera de un convoy de 15 ómnibus y un número impreciso de vehículos particulares a la cita en Buenos Aires. Luego fue Amsafé quien reunió un acto previo en la plaza, y a la tarde todo colapsó en derredor a la manzana de Santa Fe, Moreno, Córdoba y Dorrego. 

La postal de tantas banderas gremiales como estudiantiles emocionó a más de un dirigente, como Juan Pablo Casiello (Amsafé Rosario) que eso le recordó el Rosariazo del '69: "Fue la unidad del movimiento obrero y el estudiantil que significó un golpe de muerte a la dictadura de Ongañía y se empezaba a escribir otra historia. Honremos eso", evocó. 

El documento extenso que enmarcó la jornada explicó: "Llegamos a marzo de 2024 con un presupuesto de gastos a septiembre de 2022. El incremento del 70 % de estas partidas dispuesto en marzo, más el reciente anuncio de un 70 % adicional en el marco de esta convocatoria constituyen un aliciente aún insuficiente frente a la inflación, que es de un 300 por ciento en el mismo período. Las obras del Programa Nacional de Infraestructura Universitaria que habilitaba la posibilidad de encarar obras se encuentra paralizado y no hay certezas ni información respecto de su continuidad".

Entre tanta gente, destacaban señoras y señores de edad diversa, algunos en soledad, otros en pareja. Miraban, asentían en silencio, pero aparte de los grupos y las pancartas. Habían venido por su cuenta. "Vine porque vale la pena, porque hay que defender esto, porque yo pude estudiar en la pública y quiero que otros jóvenes puedan seguir haciéndolo", resumió María Marta, egresada de Bioquímica promoción 1977.

"Tenía que venir, no podía hacer menos porque yo estoy por recibirme este año gracias a la Universidad pública. No hubiera sido de otra manera. Podemos opinar de todo, pero no de educación. Creo que tocaron un interés muy caro a la clase media. Tocaron un nudo, y la respuesta es esto", analizó Cristian, de 56 años, que arrancó a estudiar de grande y está a punto de graduarse en Psicología.

Agustina esgrimía un cartelito que avisaba su reciente graduación como profesora de Educación Física en el Isef N° 11. "Si no fuera por el Isef, no me habría recibido. Y si pudiera haber ido a un instituto privado, tampoco porque yo recibí educación de calidad en lo público", afirmó. A su lado, Brisa, estudiante de Psicología, reforzó lo dicho. "El ámbito público te permite replantearte cosas, da espacio al debate, a pensar, a crecer", definió. Y a la pregunta incómoda, respondieron que no, que votaron a Massa, no a Milei. "Jamás se nos ocurrió porque sabíamos que iba a pasar esto. Acá venimos con bronca, sin sorpresa. Tal vez haya alguno acá que lo votó, pero no creo que lo admita", comentaron.

Y no, por más que se preguntó en las cuatro esquinas de la plaza, nadie admitió haber estado en el 56% que eligió el gobierno de La Libertad Avanza.

Juan, estudiante de Trabajo  Social y militante en el Alde, valoró el tenor de la convocatoria y la presencia evidente de tantos sindicatos. "Esta plaza llena es una muestra de resistencia popular. Así como los gremios vienen a defender la educación pública, nosotros debemos ser solidarios en la defensa del salario digno", exclamó.

En derredor al escenario de la radio abierta se apostaron las columnas de la FUR, UTN, las dos CTA, CGT Rosario, Coad, Amsafé, Sadop, ATE, Luz y Fuerza, Empleados de Comercio, Upcn, etc, y un abanico de organizaciones de base, de trabajo territorial como Corriente Clasista y Combativa y agrupaciones de izquierda y peronistas. "Este es el piso para defender muchas cosas que están bajo amenaza hoy. Este gobierno viene por todo. Quiero pensar que nadie votó este ajuste criminal. Si no cambia de política, hay que cambiar de gobierno", bramó un estudiante de Medicina por los parlantes.

Paulo Juncos por Amsafé, y Martín Lucero por Sadop, exhortaron a "no resignar derechos. Retomemos la unidad del movimiento obrero y estudiantil".  Juncos animó a ir "por otro Rosariazo" y llamó a garantizar "un gran paro" el 9 de mayo, con la convocatoria de las centrales obreras. Lucero agregó: "A esta clase que gobierna les da bronca que los hijos de trabajadores puedan recibirse".

Alberto Botto, de Luz y Fuerza, entrevió "una luz de esperanza en esta convocatoria, la prueba de que la gente no tolera más y que ha decidido empezar a decir basta, no al recorte de derechos". Y consideró que "el presidente prometió que el ajuste lo iba a pagar la casta, y ya vemos: ha sido otra estafa electoral más", concluyó.

La multitud se desconcentró cuando caía el sol, y avanzó por calle San Luis hasta la explanada del Monumento para hacer bien visible la expresión popular. Redondeaba una de las manifestaciones de mayor masividad que ha conocido Rosario, y fue apenas un capítulo del estridente mensaje que las principales ciudades enviaron ayer al gobierno central.