La experiencia de tantos años caminados entre el fútbol y el periodismo recomienda no sacar conclusiones apresuradas a partir de la primera fecha de un campeonato. Pero que en la jornada inicial de la Copa de la Liga Profesional se hayan marcado apenas diecisiete goles en catorce partidos y que sólo hayan ganado dos equipos locales (Godoy Cruz y Estudiantes) refleja el actual estado de las cosas en un fútbol empobrecido que no puede retener y reponer a sus mejores jugadores, ni siquiera a los más promisorios. 

En el último mes, emigraron algunos de los pocos futbolistas destacados como Valentín Barco (Boca), el uruguayo Nicolás De la Cruz (River), Agustín Ojeda (Racing), Rodrigo Garro (Talleres de Córdoba), Benjamín Rollheiser (Estudiantes), Pedro de la Vega (Lanús), Gianluca Prestianni y Santiago Castro (Vélez) y Sebastián Sforza (Newell's) . Claudio Echeverri se quedará en River a lo sumo un año más para sumar experiencia. Pero a los 17 años ya ha sido fichado por Manchester City en una operación que sigue levantando polvareda. No se trata de jugadores consagrados: en la mayoria de los casos representan la sangre joven del fútbol nacional que, con una ansiedad cada vez mayor, sale a Brasil, México, a la MLS estadounidense o a las ligas más fuertes de Europa en procura de su primer dinero grande.

Quizás por eso, porque los mejores se van rápido y no hay manera de reponerlos, salvo con chiquilines destinados a girar en el mismo circuito, este fin de semana se vio el fútbol que se vio: partidos ardorosos, cerrados y sin vuelo en los que la mayoría de los equipos, incluso los supuestamente más poderosos, tuvieron serios problemas para generar fútbol de ataque o al menos, meter una pelota más o menos clara en las áreas. Casi que no quedan jugadores talentosos que pueden provocar juego desde cualquier sector de la cancha ni delanteros con recursos e imaginación capaces de resolver en los últimos metros del terreno. 

De los grandes tradicionales, San Lorenzo, Boca, Racing y River defraudaron en toda la línea. Sólo se salvó Independiente. Pero recien después de la entrada de Santiago Toloza, un cordobés habilidoso que cambió el partido ante Independiente Rivadavia de Mendoza viniendo desde el banco después de hacer lo que nadie había hecho hasta allí: poner la pelota bajo la suela, tocar e ir a buscar y sobre todo, pensar, Del repaso de los restantes vencedores de la fecha surge que Newell's y Estudiantes ganaron recién en tiempo de descuento, que Godoy Cruz lo logró en los últimos once minutos y Lanús en los cinco finales. El resto hizo lo que pudo, está en formación.

Vaciado de talento a un ritmo cada vez más acelerado, es posible que la primera fecha de la Copa de la Liga haya sido una muestra gratis del fútbol argentino que veremos a lo largo del año. Los partidos en su mayoría saldrán así: intensos y de dientes apretados. Lo importante será no perder. Llegar al área y meter goles será otra cuestión que, por el momento, nadie sabe bien como se hace.