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Lunes, 15 de diciembre de 2014

FúTBOL › LA CURIOSA TRAYECTORIA DE DIEGO COCCA EN RACING

Pasó de villano a gran ídolo

La caída en el clásico, una frase desafortunada y la eliminación de la Copa Argentina lo pusieron al borde de la cesantía. Pero el equipo cambió, empezó a sumar y aquella frase terminó transformándose en algo real.

Se le dio el pronóstico al técnico Diego Cocca, aunque en el proceso casi se lo comen crudo. “Prefiero pelear campeonatos a ganar clásicos”, se animó a decir tras la derrota ante Independiente, en la quinta fecha del torneo para ganarse la antipatía de la mayoría de los hinchas de Racing. La pasó mal, inclusive estuvo en duda su continuidad en un momento, pero los partidos contra Boca y contra River transformaron la campaña del equipo y le dieron la razón a Cocca. “Hicimos historia”, sintetizó el entrenador, que seis meses atrás había subido a Defensa y Justicia a Primera.

“Prefiero que te vayas a tener que pelear el torneo” y “Cocca, los clásicos se ganan” fueron las respuestas hechas banderas de parte de los fanáticos. Había armado el equipo con once incorporaciones, incluidas las de Diego Milito, y los regresos de Ricardo Centurión, Iván Pillud y Martín Pérez Guedes, situación que también lo puso en el compromiso de tener que conseguir algo importante.

Sin embargo, y a pesar de haber reconocido ser “un poco verde” por su equívoca frase, el camino para la recuperación no le fue fácil: Racing cayó ante Lanús y fue eliminado por Argentinos Juniors, tras caer 1-0, en los octavos de final de la Copa Argentina. Todo en apenas cuatro días. Con las tres derrotas al hilo en su haber, el apoyo que le brindó el presidente Víctor Blanco fue clave para la levantada: “Cocca tiene todo el respaldo que necesita, porque son tres meses complicados y hay que apoyar al equipo”, había asegurado el máximo responsable de la dirigencia académica.

Luego de esta circunstancia, el desempeño de Racing mostró un cambio en lo futbolístico que se reflejó en los resultados: orden táctico en todas las líneas, triangulación, sacrificio y un planteo ofensivo con la mira puesta en el arco rival. En esa línea, Cocca encontró la base del equipo, la mantuvo y se apoyó en la racha positiva que mostraron varios jugadores: Sebastián Saja desde el arco, Luciano Lollo y Yonathan Cabral en la zaga central, Ezequiel Videla y Luciano Aued en el mediocampo, y un experimentado Diego Milito y un goleador como Gustavo Bou en el ataque, quien fue el último jugador pedido por él y a quien sostuvo, a pesar de las críticas iniciales por compartir el mismo representante, hasta que logró destacarse y convertirse en un pilar fundamental.

Con una sola derrota a partir de la segunda parte del torneo (0-2 ante Atlético de Rafaela en la fecha diez), el sprint final de Racing lo mostró como el equipo más eficaz con el aval de haberse mantenido invicto durante nueve partidos, a raíz de ocho triunfos y un empate, resultados que le permitieron obtener 25 de 27 puntos en juego y así conquistar un nuevo título tras trece años sin festejos.

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El abrazo de Cocca con su ayudante Montesinos, un colaborador especial para el entrenador.
Imagen: Télam
 
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