Uno de los caballitos de batalla de la actual gestión es que el bestial ajuste de la economía, es necesario para sanear la macroeconomía. Esta claro que ni la inflación, ni el nivel de actividad, el empleo o el poder adquisitivo de los ingresos de la población, parecen ser variables macroeconómicas que el gobierno juzgue prioritarias, dado que todas ellas se deterioraron profundamente en los primeros meses de gestión libertaria. La prioridad parece estar concentrada en las cuentas públicas y las externas. Respecto a éstas últimas, el gobierno destaca la importante recuperación de las reservas internacionales del Banco Central, que rondaban los 21.000 millones de dólares al asumir Milei, hoy día bordean los 28.000 millones de dólares. ¿Qué factores explican esa recuperación?

Un aspecto de la mejora del saldo externo, es el incremento de las exportaciones que hasta febrero - último dato disponible- se explicaba por los productos primarios y sus derivados - las manufacturas industriales disminuyeron sus ventas externas-. La recuperación tras la sequía 2023 y los incentivos para la liquidación explican el aumento de las ventas externas. En materia de compras, las importaciones cayeron en un 16 por ciento hasta febrero, baja que se explica por el derrumbe de la actividad económica asociado a la caída de los ingresos reales de la población que generó la devaluación y el fuerte ajuste del gasto público. Sin embargo, el saldo comercial favorable no se explica sólo por la baja de las importaciones, sino principalmente por haber postergado los pagos que cayeron más de tres veces que las importaciones.

La clave para ello fue el incremento de la emisión de deuda externa pública en dólares colocada a los importadores. Los títulos BOPREAL colocados en la era Milei acumulan algo más que 7900 millones de dólares, es decir, un valor superior a las reservas acumuladas por el Banco Central. Desde esa perspectiva, la acumulación de reservas en la era Milei no se explica por un saneamiento de la macroeconomía, siquiera a costa de un brutal ajuste que deprime la actividad y, por ende, las importaciones. Sino que se explica, centralmente, por la emisión de deuda externa de corto plazo colocada centralmente en importadores a quienes no se les permite el acceso a dólares para realizar sus pagos. Se trata, por lo tanto, de una muy precaria fuente de acumulación de reservas, que incrementa los pagos por deudas en una economía que se encontraba, ya de por sí, muy endeudada.

Al respecto, los vencimiento de deuda externa pública de 2024 son por lejos los más bajos de la próxima década. Ya el año próximo se duplican, y continúan incrementándose hasta triplicarse para 2027. Cabe preguntarse entonces cómo piensa sostenerse la estabilidad externa si el año de menores vencimientos una recesión brutal no basto, y se debió recurrir a nuevo endeudamiento. ¿Cuánto puede durar la licencia social a la gestión libertaria sin resultados claros en el frente económico?

@AndresAsiain