A la parrilla

RS Esquina nació en pandemia como una parrilla de barrio, con varias excepcionalidades: un lugar pequeño y algo abandonado en su estética, con una calidad de carnes, embutidos, charcutería (del cordobés Fernando Hara) y colección de vinos muy por encima de cualquier promedio. Detrás está el cocinero Rodrigo Sieiro junto con los hermanos Romero. En este tiempo, RS cambió de espacio: se mudó un par de metros, tomando el local contiguo y ganando ambiente: hoy es un restaurante más bonito, con gestos pop maradonianos en las paredes, y una parrilla de donde sale por ejemplo una buena morcilla con manzanas Granny Smith ($6500), unos chinchulines ($4800) y cortes como el ojo de bife de 400 gramos de novillo pesado ($26800) o la tira banderita del centro ($26000). Entre las guarniciones, pimientos de padrón, también tomates reliquia con cebolla colorada y orégano ($6200) y una muy instagramera papa confitada en grasa de pato y frita hasta quedar crujiente por fuera, tierna por dentro ($4800).

Dicho esto, la gran novedad de RS Esquina es que desde hace un par de semanas decidieron dedicar una segunda parrilla de manera exclusiva para pescados cocinados a las brasas. “La carne de calidad está cada vez más cara y encontramos que los pescados pueden sumar una gran alternativa”, cuenta Rodrigo. No están listados en carta, sino que cada día ofrecen lo que hayan encontrado en el mercado: podrá ser de pronto un lenguado de casi un kilo entero, pensado para dos personas, a $25000; también un besugo o corvina más chicos, para una persona, a $18000. Los pescados salen enteros pero sin lo que sería su columna vertebral y las espinas, en un gesto agradecido por los comensales. También como especiales del día podrá haber un crudo de pez limón, unos langostinos a la parrilla, a capricho del cocinero.

En Buenos Aires hay cientos de parrillas que arrojan a la calle los aromas de la carne crepitando sobre las brasas; pero conseguir en esta ciudad un pescado a la parrilla es tarea casi imposible. Ahí RS Esquina levanta su bandera en alto.

RS Esquina queda en Estomba 991. Horario de atención: martes a sábados 20 a 24; sábados y domingos 12 a 16. WhatsApp: 11-4046-0109. Instagram: @rsesquina.

La decana del mar

Once largos años cumple en 2024 La Pescadorita, uno de los pocos restaurantes porteños que se anima a dedicarse en exclusiva a la llamada cocina de mar, aprovechando esos más de 4000 kilómetros de costa que tiene la Argentina. Hermano de sangre de la parrilla La Dorita, La Pescadorita ocupa desde sus inicios una preciosa esquina en el corazón gastronómico de Palermo Hollywood, un local luminoso de aires mediterráneos que cuenta con una llamativa escultura de un sireno custodiando su entrada.

El menú es amplio y está pensado para que cada uno encuentre algo que le guste, desde modernidades de la casa a platos más clásicos y conocidos. Con ecos peruanos hay por ejemplo un ceviche de firma propia, que lleva langostinos y trucha patagónica, suma crema de huancaína y palta grillada ($15900); del mismo modo, un best seller es el frito mixto, que trae rabas, calamarettis y langostinos crocantes, todo acompañado de salsa brava y un ali oli de perejil ($12500). Ofrecen pesca blanca del mar atlántico y salmón rosado chileno; platos más caros como el pulpo español grillado con cremoso de maíz asado y papas rotas ($32000) y otros más terrenales como la pesca del día en croute, gírgolas a la plancha, papines crocantes y pistachos a $12500. Dentro de las especialidades salen una fideua con tinta de sepia y langostinos ($28500, recomendada para dos personas), paella de mar (mismo precio y cantidad) o una generosa parrillada también para compartir, con langostinos, mejillones, chipirones, pesca blanca del día, salmón rosado, cous cous y arroz a $36500.

Para cumplir más de una década en Buenos Aires, especializándose en los esquivos sabores del mar, hay que hacer bien las cosas. Tomando algunos riesgos pero sin necesidad de revolucionar la escena gastronómica, La Pescadorita cumple con las expectativas. Un restaurante donde ir en familia, grupo de amigos o pareja, y sentirse por un momento más cerca de ese océano que nos bordea.

La Pescadorita queda en Humboldt 1905. Horario de atención: todos los días de 12 a 24. Teléfono: 4773-0070. Instagram: @lapescadorita.

La línea nikkei

Es posible trazar una línea de tiempo destacando ciertos restaurantes que marcaron el éxito de la cocina nikkei (ese mix de Perú y Japón) en Buenos Aires: el primer Dashi, el muy influyente Osaka, más tarde Sipán, Pàru y otros. La última apuesta dentro de esta línea que sigue exitosa es Neko, flamante apertura con un coqueto local en una de las zonas más tranquilas del barrio de Belgrano.

Neko significa gato en japonés, y el relato simbólico en el que se apoya este restaurante habla de un gato amante de la cocina que, ávido de recetas nuevas, recorrió Japón, Tailandia y Vietnam, hasta desembarcar en Perú, para amalgamar así distintos estilos e ingredientes en una sola cocina.

Lo primero que destaca es la moderna y lograda escenografía del local, con paredes de vidrio, barra, sillones y sillas en color azul marino, luces tenues y un ambiente que no esconde sus aires románticos. La carta es creativa, con mucho golpe de efecto y sabores arriesgados, algunos más logrados, otros menos. Son ricas las ostras frescas con ponzu cítrica, criolla thai y furikake ($3800), intenso y sabroso el tiradito de ají amarillo con langostinos anticucheros, pesca blanca y chicharrón de pescado ($10.000), buena la selección de nigiris ($14000 las seis piezas). Hay también tartar de lomo nikkei ($6000), gyozas de humita sobre fondo de shizo ($5000), una siempre golosa panceta de cerdo laqueada con hojas de akusai crocantes y criolla de mango ($6500) y un ceviche al wasabi de pesca blanca y langostinos ($16550), entre más opciones. Se suman rolls y handrolls con esas mezclas tan típicas hoy del mundo nikkei, con muchos ingredientes que se superponen entre sí: el Satoshi lleva pesca blanca, rabas, palta, mayonesa picante, una salsa llamada terinikkei y sésamo ($10300) y el Avocado, con langostino, trucha, palta, queso, mermelada de chili y coco ($13850) son dos buenos ejemplos.

Un lugar de esos que no pasa desapercibido, con precio razonable para la categoría, donde probar esos sabores nikkei que conquistaron al planeta.

Neko Restaurante queda en La Pampa 1391. Horario de atención: martes a domingo de 12 a 16; de lunes a sábado de 20 a 24. Instagram: @nekosushi.ar.