El Presupuesto municipal que Pablo Javkin aguarda tener aprobado en el Concejo en estos días tiene indicios de que el Ejecutivo intentará este año hacerse de fondos en un contexto de ajuste y, a la vez, de demandas sociales in crescendo. En esa cornisa, no obstante, el jefe del Palacio de los Leones quiere superar las dificultades del primer período, signado por la pandemia, y avanzar aprovechando la sintonía con Maximiliano Pullaro en la Casa Gris. Sebastián Chale, ahora como secretario de Gobierno, se erige en el primer alfil que el Ejecutivo cuenta para abrirse camino en el tablero político, sea el Concejo, la oposición, el gobierno provincial, organizaciones sociales o el empresariado. “No vamos a frenar el ritmo de gestión”, afirma a Rosario/12. Valora para eso el interbloque de 15 ediles en el Concejo que, en tanto frente Unidos, los considera “parte del gobierno”, y por lo tanto espera de ellos disciplinamiento ante los requerimientos que emita el Ejecutivo.

Sobre la polémica idea de gravar el combustible con una tasa para hacer bacheo y pavimento, alega que la TGI es insuficiente para costear todo lo que le cabe. Y defiende la intención de hacer que ese gravamen y el boleto de colectivos aumenten al ritmo de la inflación. El principal operador político de la intendencia hoy resume todo en que la ciudad tiene muchas más prestaciones que atender que años atrás, pero esta vez con menos recursos foráneos.

“La primera etapa estuvo muy marcada por situaciones de emergencia. Hoy la agenda está muy centrada en el tema seguridad, y aspectos socio económicos por la crisis que nos atraviesa”, dijo el secretario de Gobierno en charla con este diario. “Nos planteamos desafíos de corto, mediano y largo plazo. No podemos pensar siempre en emergencia, aunque lo estamos. No vamos a frenar el ritmo de gestión, sabemos que los primeros meses serán muy difíciles y confiamos en que pueda revertirse el año próximo, aunque este inicio será crítico en cuanto a recursos. Estamos siendo muy austeros. Pero con confianza, porque el mayor problema de Rosario ya encontró firme decisión en el actual gobierno provincial”, agregó cuando se prepara para recibir este lunes al gobernador y a la ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, para presentar un plan especial contra la violencia urbana rosarina.

-¿Cómo se presenta la relación con el Concejo, donde el oficialismo se compone de una heterogeneidad de partidos y bloques con identidad y trayectorias propias?

-Es un interbloque de 15 concejales que, además, integran el gobierno. No es solo el Concejo, hay un gobierno integrado por todos los partidos que forman este frente y que se replica en el Concejo y en el Ejecutivo, como sucede en Provincia. Eso es lo distintivo de esta etapa, y es el desafío de todos.

-¿Vale decir que todos deberán funcionar disciplinados, obedientes, con lo que mande el Ejecutivo?

-A ver… funciona como interbloque en el Concejo y con mucha articulación con el Ejecutivo porque es parte de él. Cogestionamos en el frente Unidos y eso tendrá su correlato en las ordenanzas y las herramientas de gobierno que necesita la gestión, que es de todo el frente Unidos. ¿Obediencia? Bueno, es una coalición heterogénea y por lo tanto tiene sus debates, que son bienvenidos.

-La tasa vial en las naftas trae polémica. Encarece el precio en Rosario, tal vez perjudique a algunas estaciones de servicio, y grava a todos por igual sin discriminar.

-Es un planteo equivocado. Planteamos una tasa con mucha razonabilidad respecto de la contraprestación que el municipio presta. Ya existe en otras ciudades. La progresividad se da en el hecho de que la moto de un trabajador carga 5 o 7 litros de común y una camioneta carga 50 litros de nafta premium. La diferencia de valor entre distintas estaciones no compensa la tasa que estamos cobrando, no justifica hacer 5 kilómetros para ahorrarse 200 o 300 pesos en la carga de un tanque de nafta. Un camión carga mucho pero es el que más afecta el estado de un pavimento. La lógica es que quien usa la calle contribuya en algo más que el resto, porque si no eso se absorbe con recursos corrientes.

-¿Por qué para bacheo cobrarle de nuevo al contribuyente que ya paga la TGI, por ejemplo?

-No son todos los contribuyentes, sino los que usan el pavimento. Ocurre que la TGI está muy lejos de costear la totalidad de servicios incluidos en su concepto. Hablamos de dos fuentes de financiamiento para una contraprestación que el municipio presta y debe prestar.

-Para recaudar unos 80 millones mensuales. ¿Es suficiente?

-Por supuesto que no, pero es un recurso más.

-Quieren atar la TGI y el boleto de colectivos al Índice de Precios al Consumidor, a la inflación. Parece que la función reguladora del Estado local, de mitigar ese impacto, está desapareciendo.

-Pero eso es una función de Estado nacional. El municipal, así como recibe tasas y tributos también los servicios que presta están determinados por la suba de costos y también por la paritaria. ¿De dónde podríamos reemplazar esos recursos? El municipio tiene un componente social muy fuerte, el sistema de salud. Los costos están implícitos. La tasa tiene mucho que ver con los índices de precios que pagamos. Tenemos la misma situación que tiene una pyme. Es tomadora de esos costos.

-Pero el Estado no es una pyme privada como para trasladar todo el costo.

-El Estado municipal no define el nivel de inflación, es víctima en todo caso. La inflación se toma a partir de medidas macroeconómicas en un nivel que no es el municipal.

-En el Presupuesto se aumenta 180% el aporte al Fondo Compensador del Transporte. Se asume como inevitable la quita de subsidios. ¿Y el reclamo sobre la inequidad entre AMBA y provincias?

-Todas las incertidumbres que tiene Argentina en materia económica operan en contra del municipio y las decisiones que debe tomar. En otros momentos era diferente cuando la coparticipación era mucho mayor. Hoy el municipio de Rosario tiene muchas prestaciones a cargo, especialmente en salud pública, lo que nos diferencia de otros municipios del país. Y sufre estas condiciones macro como lo sufre cualquier familia. Ojalá esa inequidad de los subsidios se acabe, no solo en transporte, también en energía, en otros servicios prestados por las provincias, y en la discrecionalidad de transferir obra pública como hacía el gobierno anterior. La inequidad con el AMBA es brutal.

-Le piden al Concejo que autorice al Ejecutivo a aumentar la emisión de Letras y Bonos, del 2 al 4% de los recursos de libre disponibilidad. ¿Por qué ahora sí y antes no, si es una medida para mayor autonomía financiera del municipio?

-No es que ahora sí y antes no. Antes también lo teníamos. Empezamos con esta modalidad, lo que ocurre es que la necesidad de financiamiento es aún mayor. Y estamos mucho mejor consolidados, hemos cumplido, nunca roleamos esas letras y bonos, por lo tanto nuestra calificación mejoró y eso nos permite ampliar el cupo de 2,5 a 4.

-Por la pérdida de impuestos coparticipables, asumen que ingresarán 800 millones menos por mes. ¿Cómo cubrir ese bache?

-Eso fundamenta la búsqueda de financiamientos alternativos. Eliminamos 30 tasas y eso implica menos carga para el contribuyente y también menos recaudación. Hay caída de recursos por baja de coparticipación, caída de actividad. Hoy se habla de (restablecer al salario impuesto a las) Ganancias, pero también el fondo sojero se coparticipaba una parte, luego se restituyeron retenciones y eso nunca volvió a los municipios. Seguiremos reclamando y fundamentando la necesidad de que los municipios recompongamos nuestra participación en un esquema de distribución más federal. Mientras tanto, debemos maximizar cada peso, ser eficaz en el gasto y tener una buena administración general, aunque nos determine la economía nacional.

-¿Qué pasará con los proyectos de urbanización de barrios populares ante la retirada de Nación en obras públicas?

-Nunca nos sentamos a esperar nada. Por vía directa nacional hemos tenido algunos recursos pero lo de Villa Banana es financiamiento internacional, aunque autorizado por Nación. La buena ejecución de este proyecto nos permitirá poder extenderlo a otros barrios. De todos modos, confiamos en la reimplantación del plan Abre que hará la Provincia. En los próximos días habrá una novedad acerca de cómo empezará esa ejecución.