Una esposa intenta reconstruir el pasado afectivo de su marido, quien acaba de recordar que había tenido un matrimonio anterior. Y aunque ella se las ingenia para conocer a la ex, las versiones no concuerdan, y todo parece complicarse más y más. Tanto, que Estado del tiempo, esta obra de Daniel Dalmaroni que dirige Ana Alvarado en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543, los viernes a las 20), también se las ingenia para poner en el centro de la escena a la violencia política y social que atravesó el país entre dos golpes militares, sin dejar de lado el sentido del humor. Las actuaciones, excelentes, están a cargo de Irene Almus, Marcela Ferradás y Guillermo Aragonés. La obra cuenta con la música original de Juan Cristóbal Sleigh.

Alvarado y Dalmaroni se conocen desde hace años, pero es la primera vez que la directora toma una de sus obras: “Cada vez me siento mejor plantada para dirigir actores”, afirma en diálogo con Página/12, junto al autor. Es que la artista no solamente continúa con sus notables experiencias con objetos y actores (en este momento tiene una instalación performática en Brasil y en Córdoba está trabajando con el elenco de titiriteros del Teatro Real), sino que elige obras muy diversas entre sí. En este sentido, el propio Dalmaroni elogia el modo en que “los actores sostienen la puesta sobre sus espaldas”. Alvarado acota: “Los tres representan fuerzas actorales poderosas que dejé fluir. Antes estaba más preocupada por lo que quería lograr con la puesta”, describe.

Estado del tiempo forma parte de un volumen llamado Perón vive (Ciccus), el cual reúne solamente 4 de las 8 obras que Dalmaroni reconoce como de tema peronista. “En el título hay también un chiste, porque las 4 piezas transcurren después de julio de 1974, cuando Perón ya había muerto”, bromea este autor que se reconoce como un “peronista galvanizado”. En una frase resume las razones de su fidelidad ideológica: “El peronismo es un movimiento que siempre me ha dado respuestas para mi vida”.

-Ana, llama la atención el eclecticismo de tu carrera como directora…

Ana Alvarado: -Sí, yo también me percibo ecléctica, cuando no estoy dirigiendo para actores y objetos. Me gustan los autores argentinos y los temas políticos. Será porque el teatro me permite pensar mi propia época. Cuando leí esta obra me pareció que había que hacerla en un momento como éste, con tantas tensiones en tantos frentes.

-¿Qué dificultades le encontraste?

A.A.: -Me resultó un desafío abordar su humor. Además, pensé si sería capaz de anclarla en los años en que sucede, desde 1955 hasta 1978. Es decir, se habla de la resistencia peronista y de los comienzos de la dictadura.

-A cada paso crecen las complicaciones entre los personajes…

A.A.: -Me parece interesante que la obra tiene un devenir realista y que de repente todo cambia, porque trabaja con los mecanismos de la memoria que son los que van creando un universo que se desorganiza hasta el absurdo.

Daniel Dalmaroni: -Ricardo Monti me decía que escribo diálogos de personajes que se hablan y se responden usando una lógica infantil. Pero me sale sin querer. O porque empecé a dominar el mecanismo, al darme cuenta de su eficacia.

A.A.: -De todos modos, no hay en la obra el habitual tratamiento que se hace sobre la memoria porque se trata de alguien que perdió sus recuerdos. Así que habla acerca de lo que se borra y de lo que se elige recordar. Y las ridiculeces surgen en la confrontación con los otros.

-¿Cuántas obras sobre el peronismo escribiste?

D.D.: -En 8 de mis obras se habla del peronismo, o porque lo rozan como tema o porque es troncal en la pieza misma. A mí me gusta escribir sobre lo que conozco y el peronismo está en mi ADN: es un movimiento político que siempre me ha dado respuestas para mi vida.

A.A.: -En mi caso, aparte de rescatar la figura de Eva, es la aparición de los Kirchner la que me da respuestas a muchas de las preguntas que me venía haciendo desde la llegada de la democracia. De todas formas, creo que el peronismo está en el centro de un debate permanente para pensar ciertas zonas de lo argentino.