La  presentación de  moda transcurre en el salón  de actos y reuniones de un rascacielos de Almagro a la hora del cóctel. Una puesta con caballetes  exhibe los diversos modelos de estampas de los objetos celebrados en la ocasión, se trata de una  marca  consagrada a los pañuelos apodada The Dignanis, en clara alusión a sus ideólogas, las hermanas Zulema  y Sol Ignanis, oriundas de la provincia de Santa Fe, una con estudios de diseño de indumentaria y otra graduada en publicidad, y quienes luego de haber incursionado en una firma de moda desde 2013 se pronuncian por el diseño de pañuelos. Basta con mirar alguno de los tutoriales cuasi fashion films que circulan en su página web regidas por la consigna #milyunusosdelpañuelo difunden diversos artificios y caprichos esteticistas y utilitarios del foulard. Los exhiben en la cabeza, a modo de turbante, en el cuello, a la usanza de los dandies o bien en la cintura cual faja.  El catálogo exhibe tanto los pañuelos apodados folk, modelos con estampas de flamencos azules o rosas sobre un fondo negro, simulacros de encaje en tonos de amarillo, registros de pinceladas,  print de bocas, secuencias de flores o de hojas  son algunos de los hits. Los tamaños van de  65x65 centímetros al maxipañuelo cuadrado de un metro y treinta centímetros de lado que puede adoptar formas de una chalina maximalista o de un sarong  y están realizados en poliéster que simula la suavidad de la seda. Ellas advierten, además, que si bien los costos serán otros, van a incursionar en una pequeña línea de pura seda. A modo de bonus track de la colección, las hermanas Ignanis idearon cajas para pañuelos y una versión impresa de sus prédicas de uso, llamada “Guía ilustrada”. Unos y otros se comercializan de modo online pero también en una pequeña tienda y taller de la calle Mario Bravo, donde reciben, cita mediante. Otra de las estrategias remite al desarrollo de una fragancia con base de jazmín, para perfumar los pañuelos, antes de proceder a sus envíos y cuentan que “Tan grande  fue el éxito, que tuvimos que empezar a comercializarla como un producto más”.

Acerca del método de diseño, destacan: “Desarrollamos cada una de las estampas que aplicamos sobre diferentes soportes- libretas, mochilas-  pero el  pañuelo es el emblema. El proceso de diseño empieza con bocetos a mano que después trabajamos digitalmente; cuando definimos el estampado final, hacemos varios coloridos, para que haya opciones, variedad de colores y de estampas. Para nosotras el pañuelo es versatilidad: lo puede usar una persona clásica, atado al cuello o en la cartera, o bien  se lo puede usar como un turbante. Es un accesorio de usos infinitos, que siempre nos sorprende con más.”

¿Existe una colección con piezas vintage o heredadas que  citan en los diseños y modismos?

–Tenemos varios pañuelos heredados  de nuestra abuela Zule, que atesoramos y fueron la base de inspiración cuando decimos emprender con este proyecto, junto con otros pañuelos vintage que compramos en un viaje y en ferias  americanas.

¿A qué  atribuyen el actual boom del pañuelo? 

–Es un accesorio que tiene mucha historia y como todo en la moda, siempre vuelve. Ahora es el turno del pañuelo y eso es algo que nosotras supimos ver en los inicios del boom y lo pudimos explotar al máximo. Es un producto que tiene diseño y los podés comprar sin tener que hacer una gran inversión, creemos que es uno de los motivos del furor.