El Día de la Madre de 2001 al menos dos hombres violaron y asesinaron a Fabiana Gandiaga en las instalaciones del club porteño GEBA. La mujer llevó a su hijo de 8 años a un torneo taekwondo y se perdió en el club cuando buscaba el baño. No tuvo la menor posibilidad de defenderse de sus atacantes. Quince años después, el Día de la Madre de 2016, un grupo de hombres atacó a Higui (Eva Analía De Jesús) para intentar violarla y asesinarla golpes. Y consiguió defenderse, en parte por habilidades adquiridas a lo largo de su vida.

Higui fue a visitar a sus amigas, a un hogar donde los hombres aplican habitualmente la pedagogía de la violencia sobre mujeres y niños. Logró defenderse haciéndose bolita contra un alambrado mientras la pateaban sobre todo en la cabeza y los riñones, y cuando uno de los hombres se le acercó demasiado para romperle el bóxer e intentar violarla, sacó su cuchillo de jardinería del corpiño y logró asestarle un puntazo de entre dos y tres centímetros, no más que eso. Por desgracia le tocó el pericardio al hombre. Pero si no lo hacía, Higui no tenía chance de sobrevivir al ataque. Lesbiana chonga, contaba con la sabiduría de una futbolista, de una jardinera y de una albañila. Y ya había sobrevivido a muchas otras situaciones de violencia sexista y abusos sexuales.

En el 35 Encuentro Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans, Bisexuales, No Binaries e Intersexuales en San Luis debutó el taller de Autodefensa Feminista y Transfeminista. Fue el taller número 84. La lucha por la absolución de Higui, con la consigna Defenderse es salud, puso sobre el tapete el lugar de las sobrevivientes que lograron impedir o trascender la condición de víctimas. Lo dice Higui todo el tiempo “soy una sobreviviente, no una víctima”. Un punto que trabajaron mucho con su psicóloga Raquel Dissenfeld.

No se trata de culpar ni de culpabilizar a las víctimas que no pudieron defenderse. El objetivo de la autodefensa feminista y lesbi-trans-trava feminista es evitar las violaciones, los femi-lesbi-trava-trans asesinatos, en muchas situaciones en las que sería posible hacerlo y sobre todo modificar las condiciones de convivencia y permitir que las feminidades y las existencias no binarias puedan vivir sin miedo. En un sentido se trata de igualar de la misma manera en que lo hizo la educación obligatoria y el sufragio universal.

Las mismas razones por las que hoy no se acepta la autodefensa feminista son las mismas por las que se prohibía que las mujeres vayan a la escuela (van a perder la femineidad y el encanto) o que voten (van a desatender sus deberes de obediencia al marido y las tareas del hogar). Las mujeres no se van a volver violentas por aprender a defenderse, antes bien todas tendrán la posibilidad de poner fin al ciclo de violencia de género.

Otra objeción más reciente a la autodefensa es que dentro de este sistema heterocispatriarcal, racista y capitalista es imposible. Más bien se trata de una descripción teórica de situación, y de descripciones estamos llenas, llenes y llenos. Dentro del capitalismo eran imposibles los derechos sociales hasta que el peronismo lo hizo. Dentro de la burocracia era imposible avanzar en justicia social hasta que Evita lo hizo. Las Madres no se quedaron cruzadas de brazos aunque les tiraran los caballos encima.

Ya es hora de que el Estado implemente programas federales y en territorio de autodefensa feminista y lesbi trans trava feminista. Todo lo que se intentó hasta ahora está bien porque se trata de asistir a las víctimas y a las sobrevivientes. Probado está que no se puede llegar a todes, que no alcanzan ni alcanzarían nunca el dinero ni les trabajadores del Estado para la tarea. Que los femicidios y transfemicidios aumentan. No tenemos registro de las violaciones y disciplinamientos correctivos. 

Es imperioso que comiencen a implementarse programas de autodefensa. No solamente de defensa personal con técnicas de deportes de contacto (aunque es imprescindible) sino también a través del fútbol feminista y transfeminista, enseñanza de oficios donde se puede desarrollar la fuerza física que nos fue negada si nos asignaron sexo femenino al nacer, talleres de filosofía y argumentación, talleres de derecho y derechos humanos, de psicología, de teoría feminista. Pensar una perspectiva no capacitista que pueda incluir a todes, porque no todes podemos hacer lo mismo, sin coartar posibilidades a nadie.

Las políticas de cuidado deben incluir la autodefensa. El tema estuvo ausente en los documentos del Estado y de las organizaciones sociales que se presentaron para el 25 de Noviembre (Día Internacional de Eliminación de la Violencia hacia Mujeres y Personas LGTB). Es hora de que el Estado y las organizaciones comiencen a incluirlo. Defenderse de la violencia heterocisexista es un derecho, tanto como el derecho a la educación, al sufragio. Aprender a defenderse es justicia social.