"Como en el resto de las causas, también acá hay irregularidades evidentes: la denuncia original es de 2009, Milagro ni siquiera estaba imputada, la causa tramitó y ante los nulos avances, se cerró en 2012 con un sobreseimiento definitivo", dice a PáginaI12 Marcos Aldazabal. Es el defensor de la dirigente social jujeña Milagro Sala, quien el sábado por la noche recibió la fecha de un nuevo juicio en el que la acusan de instigar el robo de un expediente judicial a través de un antiguo abogado. Milagro está detenida bajo arresto domiciliario desde hace seis años. La nueva causa tiene un único testigo: preso dos años y empleado del gobierno de Gerardo Morales.


"En pleno gobierno de Morales, un testigo se presentó espontáneamente en una fiscalía y acusó a Milagro Sala de la sustracción del expediente: el supuesto testigo es Pilo Mancilla", explica Aldazabal. Mancilla es un exmiembro de la Túpac Amaru que fundó su propia organización en 2010 y trabaja para el gobierno de la Provincia. "Hasta hoy, no existe ninguna prueba más que ese testimonio y hasta ahora ha brindado declaraciones falsas o sin sustento en otros casos", agregó el defensor. El Tribunal Oral en lo Criminal Nº 3 de Jujuy anunció el sábado por la noche la fecha para un nuevo juicio basado en la acusación de Mancilla.

La imputación a la dirigente social que denuncia persecución política de parte del gobierno de Morales trata del supuesto robo de un expediente penal que luego habría sido destruido. Según la acusación, para lograr sacar el expediente del juzgado, un empleado habría sido sobornado. A Milagro se la acusa directamente de ser instigadora de todo el plan para destruir el expediente.

Mancilla estuvo preso durante dos años acusado de diversos delitos. Fue liberado en 2017, cuando Morales llevaba dos años como gobernador. En ese contexto, se presentó ante la Justicia de manera espontánea para denunciar a Milagro e incluso señaló que él había presenciado la quema del expediente.

En la causa original del expediente robado, Milagro había sido absuelta porque no se encontraron pruebas en contra. "Milagro se ha caracterizado por, a pesar de la injusticia de la persecución en su contra, siempre cumplir con las citaciones y obligaciones que le impone la Justicia. A diferencia de quienes la hostigan judicialmente, ella siempre ha actuado legalmente", señaló Aldazabal y agregó: "La última muestra de la crueldad de la persecusión fue el momento de la citación a juicio: un sábado a la noche".

La líder de la Túpac está detenida desde el 16 de enero de 2016 después de mantener un acampe frente a la gobernación para pedir una audiencia con Morales.

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