Con los pies sobre la tierra. Después de nueve meses sin público en los recitales, el detalle no es menor. El festival SonoRiviera, que tendrá seis jornadas a lo largo de diciembre, lo juega como su propio eslogan. Se presenta en sociedad como “el primer festival de música presencial y de pie”. En el predio de Mandarine Park, con el Río de la Plata recortándose en el horizonte y quinientas personas en cada fecha, pondrá sobre el escenario una partida de bandas y solistas que –en la “vieja normalidad”– hubiesen multiplicado la convocatoria sin despeinarse. Vicentico, Soledad, Emmanuel Horvilleur, Airbag, Bandalos Chinos y Conociendo Rusia serán los encargados de llevar adelante esta suerte de mágico reconocimiento del terreno: ¿cómo se vive un festival en plena pandemia?

“Para nosotros es como volver a caminar después de nueve meses en reposo. Nos encantaría poder correr, pero entendemos que es el momento que nos toca vivir y ojalá este ciclo sirva para mostrar que podemos hacer eventos con más gente sin ningún tipo de riesgo”, dice José Luis Camerón, director de Gonna Go Producciones, que junto con Mic Producciones conforma el tándem que pergeñó el SonoRiviera. “Queríamos un lugar en el que la gente sienta que sale del encierro de la cuarentena. Mandarine Park está sobre el rio y esa conexión con la naturaleza se siente enseguida. Hay espacio de sobra y creemos que la experiencia va a ser muy positiva”.

Así las cosas, el encargado de abrir el festival, en la tarde noche de este jueves 10 de diciembre, será Vicentico. “Simplemente llegó el ofrecimiento y bueno, ¿por qué no? Hasta el momento respeté mucho las normas pedidas y si nos dicen que ya podemos, encantadísimo de volver a tocar. Se trata de nuestro oficio y nuestro modo de vida”, dice Gabriel Fernández Capello a Página/12. “Estamos con muchas ganas de compartir cosas que hasta ahora no pudimos en los streamings, como camarines, charlar antes y después del show. Todavía no sé bien cómo va a ser, pero sí que cada concierto es especial, diferente. Y en un punto también es un concierto más”.

Poco antes de que se desatara la pandemia, Vicentico ya tenía listo su último disco, del que llegó a mostrar los singles “Freak” y “No tengo”. Pero el resto de las canciones quedaron bajo siete llaves, esperando por salir en algún punto –no tan lejano– del 2021. “Tengo miedo de que pueda quedar viejo, aunque nadie lo escuchó, así que va ser nuevo para todos menos para mí”, dice con ese tono tan propio que oscila entre el reposo y el extrañamiento. “Hay muchas veces que una canción aparece durante el concierto, o unos minutos antes. Seguramente aparezcan canciones de este nuevo disco”.

El sábado 12 será el turno de Conociendo Rusia –que vienen de recibir tres nominaciones a los Latin Grammy y siete a los Premios Gardel por Cabildo y Juramento– y el domingo 13 desembarcará Emmanuel Horvilleur en su plan solista. “Nunca estuve tanto tiempo sin tocar en vivo. Ahora los ensayos tienen esas cosas raras de estar con barbijo, la distancia social”, dice a Página/12 Horvilleur, que acaba de lanzar en forma bastante ajustada el single “Raros” –grabado enteramente a la distancia– y se hizo con el premio Gardel a Mejor Álbum Pop Alternativo por su quinto disco, Xavier. “Mis expectativas son altas, en cuanto a volver a encontrarnos con el público, disfrutar, sacar afuera todo lo que se va cargando de estos días, de esta nueva modalidad de vida”.

Al interior del predio quedará claro que ya nada es como antes. El protocolo de distanciamiento social estará montado con un sistema de “burbujas de aislación”: un espacio delimitado con capacidad para dos personas, que además deberán ingresar al mismo tiempo. La temperatura será controlada en la entrada y será obligatorio en todo momento –salvo para dar un bocado o un trago– el uso de tapabocas. “Están previstas dentro de los protocolos las variables de energía, seguridad, baños, bajada punto a punto de internet para asegurar la calidad de la transmisión por streaming de todos los recitales”, asegura José Luis Cameron. El SonoRiviera, como punta de lanza de los festivales –junto a la experiencia germinal del ciclo Niceto en el Parque–, es también una suerte de examen al aire libre para la industria de la música.

En el segundo tramo del festival se presentarán Bandalos Chinos (viernes 18), que llegan con su flamante Paranoia Pop; Airbag (sábado 19), quienes durante la pandemia montaron su propio streaming en el Teatro Vorterix y, finalmente, Soledad (domingo 20), que con su reciente disco, Parte de mí, y luego de una presentación en el Movistar Arena de Buenos Aires que alcanzó los 25 mil espectadores vía streaming, será la encargada de cerrar el ciclo. “Creemos que el streaming con público va a ser algo que en muchos casos se siga haciendo”, reflexiona José Luis Cameron sobre las posibilidades que se abren a futuro. “Pero a diferencia de lo que vivimos durante la cuarentena, ahora les artistas van a sentir el calor de la gente. Estamos convencidos que eso va a generar que sea mucho más real y emocionante la experiencia para quien la vive desde su casa”.

Con un panorama aún difuso, en el que se complementan los recitales con público limitado –en CABA se permiten 500 personas como máximo– y las posibilidades vía streaming –con las dificultades de conexión que suelen acarrear–, lo que persiste desde hace nueve meses es el flujo de canciones y la necesidad de trabajo. “En mi cabeza estaba la idea de volver cuando fuera todo 'normal', como antes. Pero por otro lado, ¿cuándo va a ser ese momento? Si está la posibilidad de volver con protocolos, es parte de estar viviendo esta época”, dice Emmanuel Horvilleur. “Volver a darle trabajo a un grupo de gente, trabajar uno, me parece ahora más importante. Poner las energías en algo de esta índole. Estamos ante una situación diferente que es también una prueba para nosotros. Nunca tocamos de esta manera y vamos a ver cómo se suceden las cosas. Si todo va bien, podemos seguir abriendo puertas”.