UNIVERSIDAD › LA FEDERACIóN ESTUDIANTIL SERá CONDUCIDA POR UN FRENTE KIRCHNERISTA

Un triunfo K en La Plata

El Frente Patriótico Milagro Sala se impuso en el congreso de la FULP y se quedó con una de las federaciones universitarias más grandes del país. Desplazó a la coalición que hasta el año pasado compartían La Mella, el PO, el PCR y otras fuerzas, ahora divididas.

El Frente Patriótico Milagro Sala, un conjunto de organizaciones kirchneristas, se consagró como la nueva conducción de la Federación Universitaria de La Plata (FULP), tras superar al frente liderado por La Mella (Patria Grande). Aunque el espacio que conducía la FULP llegaba mermado por su fractura interna, La Mella tuvo la posibilidad de mantener la presidencia: según afirmaron sus dirigentes, prefirieron perder antes que imponerse con los votos que les ofrecía Franja Morada. Así, el kirchnerismo consiguió por primera vez una de las federaciones estudiantiles más codiciadas del país –junto a las de Buenos Aires y Córdoba–, que representa a los más de cien mil alumnos de la Universidad de La Plata. El radicalismo y el trotskismo cuestionaron la elección.

“Vamos a buscar una agenda de unidad en la heterogeneidad, que esté en las calles agrupando a diferentes sectores que defiendan los mismos intereses”, dijo a Página/12 el nuevo presidente de la FULP, Mateo Compagnucci, del Miles (Encuentro Nacional Popular Latinoamericano). El Frente Patriótico Milagro Sala acordó que la presidencia de la federación será los primeros seis meses para el Miles y el siguiente semestre para JUP-La Cámpora. Las otras fuerzas que integran el espacio son Liberación, Peronismo Militante y el Partido Comunista.

Entre los 170 delegados acreditados en el congreso que terminó el sábado pasado se armaron dos grandes bloques de 52 delegados, uno de La Mella con fuerzas de izquierda –a excepción del PO y otros, que habían dejado el espacio– y otro de las fuerzas kirchneristas. Franja Morada tenía 42 delegados, sin posibilidades de sumar más fuerzas.

Ante el empate técnico La Mella propuso posponer el congreso para después de las elecciones de centros de estudiantes de noviembre, mientras el kirchnerismo se plantó en elegir autoridades esa madrugada. Desde La Mella aseguraron que Franja quería donarle sus “cartones”, para que no sean los kirchneristas quienes ganaran, pero no aceptaron. Así fueron pasando las horas, desde el viernes al mediodía hasta el sábado a las 8.30, cuando se firmó el acta de cierre. En ese lapso algunas fuerzas (PO, Franja, PCR, Libres del Sur) se retiraron luego de promover un cuarto intermedio hasta el lunes, con la idea de seguir negociando. “Nos levantamos y nos desayunamos que había una nueva conducción, fue inverosímil”, aseguró un referente del PCR. Voceros de Franja argumentaron que no estaban presentes 9 de los 17 centros estudiantiles, que la elección se hizo a “espaldas de los estudiantes” y, por tanto, es “ilegítima”. La versión de La Mella es que, aunque coincidían en que no estaban dadas condiciones para continuar el congreso, el kirchnerismo “presionó” y acordaron seguir sesionando. Eso explica que, en la votación final, el frente de La Mella terminó con 35 votos.

Marcel Aguilera, que será el presidente de la federación por JUP-La Cámpora cuando Compagnucci cumpla su ciclo, dijo que la “federación es kirchnerista” y ratifica a “Cristina conducción”. “Tenemos la convicción de acompañar a las Abuelas y Madres en la avanzada que hay contra los derechos humanos –aseguró–; y luchar por la libertad de la primer presa política de Mauricio Macri, Milagro Sala.”

Para Aguilera, la nueva escena política, con Macri como presidente, impactó en el movimiento estudiantil y rompió el acuerdo que hasta el año pasado mantenían las agrupaciones que conducían la FULP. “La izquierda sufrió una crisis en el ballottage, porque un sector apoyó a Scioli –La Mella– y otro llamó a votar en blanco –el Frente de Izquierda–.”

Desde el kirchnerismo reconocieron que La Mella les había propuesto un frente juntos, pero no aceptaron, porque veían que podían “ganar sin ellos”. Acertaron.

En el congreso de la FUBA La Mella propuso una presidencia tripartita entre ellos, el PO y La Cámpora, que tampoco prosperó –y la federación porteña no pudo elegir autoridades–. En la FUA rompió el frente que mantenía con el trotskismo y armó otro con el Movimiento Evita.

“Hay que hacer autocrítica, el año pasado perdimos cinco centros y se notó, esperamos que la actual conducción esté a la altura de las circunstancias”, dijo a este diario Lucila Goller, vicepresidenta de la federación por La Mella. Goller ratificó que fue “preferible” perder antes que ganar con votos del radicalismo. Sin embargo, echó culpas al “sectarismo” del PO por haber perdido, ya que sus delegados no quisieron votar por su frente cuando se presentó el empate técnico contra los peronistas. El Partido Obrero, por su parte, denunció que La Mella “regaló” la federación como “prenda de cambio” para ingresar a un Frente Ciudadano en 2017. El PCR, ex aliado de La Mella, tituló así un comunicado: “No fue magia, fue La Mella”.

Como si no le hubieran faltado ingredientes al congreso, antes de la sesión hubo incidentes: referentes de La Mella denunciaron que fueron agredidos por militantes de Liberación (Quebracho), con el argumento de que les habían “robado” un congresal.

Informe: Gastón Godoy.

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