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Viernes, 15 de abril de 2016

CIUDATEQUERETE

La pastilla del día inicial

Las hormonas no te cambian la vida. Te cambian la silueta, la piel, el humor, las ganas y muchas cosas más. Automedicarse hormonas como si fueran cosméticos puede traer feas consecuencias. Aquí algunos datos y experiencias.

 Por Abril Rea

Bailo siguiendo la música. No logro sincronizar los pasos pero no importa. La ubicación en la disco me permite ver la cantidad de gente que hay. Muchos bailan solos y otros en grupo, pero cada uno en su mundo. Sigo bailando hasta que una morocha de pelo largo se acerca y se pone a bailar conmigo como si fuera una amiga de años. La veo realizada, con una piel hermosa y muy femenina. La fisonomía de su rostro es muy natural. Dentro mío creo sentir una sana envidia. En un momento me pregunta: “¿Te estás hormonando?”. No sabía de qué me hablaba. Nunca había escuchado esa palabra. “¿Estás tomando hormonas?”. Sigo sin entender. Me dice “yo empecé con anticonceptivos que te hacen crecer las tetas”. Mis ojos se abren y mis cejas se levantan. Le digo: “¿De enserio?, ¿cómo es? Explicame”. La música deja de importar en ese momento. De repente saca una cajita de su cartera y la abre. Es una tableta color rosa; me dice “trae 28 pastillas. Tomate una todos los días. Vas a ver que en dos meses tenés tetas”. Me entusiasma y me parece increíble pensar que una simple pastilla cambie el cuerpo de una persona. Quiero las lolas que tiene ella, quiero mis lolas. Ya está. Agendo en un papel el nombre estas pastillas mágicas.

Las principales hormonas en un tratamiento de feminización son los estrógenos suministrados vía oral, intramuscular, transdérmica y nasal. El médico es quien debe realizar el seguimiento y hacer las recetas. Algo que no pasen la vida real, ya que muchas chicas trans terminan en la automedicación poniendo en riesgo su vida. Las pastillas anticonceptivas suelen ser las primeras en la lista para iniciar la hormonización.

Hay carencia de información con respecto al tratamiento de feminización hormonal. La búsqueda se hace áspera al no encontrar datos adecuados y certeros. Solo el entorno es el que brinda alguna que otra punta y se convierte en referente. El no contar con una cobertura médica y que no todos los hospitales públicos dispongan con el servicio de endocrinología orientado a personas transgénero hace que muchas chicas se automediquen.

El endocrinólogo es el profesional que se especializa en el tema hormonal, por lo tanto es quien a partir de estudios clínicos y psiquiátricos indicará si es conveniente empezar el tratamiento de feminización. Se trata de un trabajo interdisciplinario donde se evalúa detalladamente cada caso en particular.

Las hormonas transforman el cuerpo por completo logrando los rasgos deseados como pechos, caderas, piel suave y un rostro más femenino. Con una medicación dirigida por un médico que sepa, estos cambios comenzarán al poco tiempo. En los primeros meses del tratamiento se producen las modificaciones primarias como pasar a tener la piel más delicada, menos porosa. El aumento y las glándulas mamarias se desarrollan pasado el año como también las caderas. El cambio es lento, apresurarlo llevaría a una ansiedad sin buenos resultados. También hay que saber, además de las complicaciones médicas si no se realizan los estudios pertinentes, que lleva a la pérdida del deseo sexual y a la atrofia del pene. Esto significa la no erección y no eyaculación produciendo impotencia y la renuncia a una futura reproducción.

Una vez iniciado el tratamiento de feminización no es conveniente abandonarlo y volverlo a retomar y así sucesivamente ya que el metabolismo de todo ser humano requiere de un orden, en este caso hormonal. Quien desee realizar una cirugía de cambio de sexo deberá haber cumplido con el periodo de hormonización que lleva años. Después de la operación de reasignación genital comienza la segunda fase donde el médico indicará cómo llevarla a cabo, por ejemplo, modificando la dosis. Por lo tanto, decidir empezar la transformación requiere seguridad y compromiso porque hormonizarse es de por vida. El cuerpo es como el reloj en una pared donde las agujas marcan las horas, avanzan y no retroceden. Aquella pastilla “mágica” una vez ingerida marcará el inicio de una nueva etapa.

División endocrinología:
Hospital Durand. Av. Díaz Vélez 5044, CABA. Teléfonos: 4982-5555 / 4982-5655
Hospital de Clínicas “José de San Martín”. Av. Córdoba 2351, 6º piso, CABA.5950-8828
Hospital J.M. Ramos Mejía. Gral. Urquiza 609, CABA. 4931-1884
Hospital Ricardo Gutiérrez de La Plata. Diagonal 114 e/39 y 40, La Plata. Teléfono: (0221) 4830171 al 75, (0221) 4236141 al 43

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