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Miércoles, 1 de abril de 2015

CINE › EMPIEZA MAñANA EL FESTIVAL UNCIPAR, UN CLáSICO DE VILLA GESELL

Los cortos se lucen en edición recargada

El encuentro más importante del país en materia de cortometrajes incluirá, hasta el sábado, medio centenar de films, entre trabajos argentinos y extranjeros. Habrá nuevas secciones, obras invitadas, reconocimientos especiales y actividades paralelas.

 Por Juan Ignacio Provéndola

Desde Villa Gesell

Desde hace unas pocas semanas, Villa Gesell es oficialmente considerada la Capital Nacional del Cortometraje. El Congreso de la Nación (autor de este tipo de declaraciones) se convenció con un sencillo argumento: es allí donde se realiza el festival más importante del rubro en el país. Aunque ni siquiera asuma ese nombre. La Unión de Cineastas de Paso Reducido (Uncipar), su histórico organizador, prefiere llamarlo Jornadas de Cine y Video Independiente. Un nombre tan modesto como el impulso artístico que lo impulsa.

Es que, a diferencia de otros eventos cinematográficos de la zona (como Pantalla Pinamar o el Festival Internacional de Mar del Plata), la que aquí se da cita es una industria alternativa, casi marginal. ¿Acaso hay salas de cortometrajes? ¿Canales de televisión? ¿Publicaciones especializadas? Los canales de difusión son tan escasos que cada uno de ellos se vive como triunfo y se conserva como bandera. En su momento, uno de ellos fue Pantalla abierta, programa conducido en la señal local por Adrián Bachmann. El hombre, que en realidad es productor, se dio el gusto de aparecer delante de cámara para hablar de lo que más sabía: cortometrajes. Tomó el nombre de la histórica función trasnoche del Uncipar, dedicada a proyectar en continuo aquellas obras que no fueron seleccionadas para la competencia oficial. En la fiesta de todos, nadie debe quedarse afuera.

Desde que Uncipar la eligió en 1979 para desplegar su evento más importante, Villa Gesell se convirtió en la meca del realizador independiente: todos, alguna vez en la vida, deben pasar por allí. Es decir: por la pantalla y por las butacas de la Casa de la Cultura, el legendario auditorio municipal. Si el cine independiente es un sacerdocio, el festival de Uncipar se consagra como la misa criolla de los devotos, justo en el feriado largo de Semana Santa. En su conjunto, todos los cortos exhibidos durante tres intensas jornadas perforan su brevedad discursiva para componer un extenso relato común. No sólo a través de las cintas proyectadas, sino también a partir de los tradicionales debates abiertos entre secciones. Artistas y directores bajan del atrio y se meten en la tribuna, defienden su posición y se miran al espejo. El público es un actor fundamental de este reparto.

En sintonía con el reciente reconocimiento, Uncipar planeó una edición recargada para su próximo festival, que comenzará mañana a las 15 y se extenderá hasta el sábado. Por eso, a los tradicionales certámenes nacionales e internacionales ahora se les sumarán nuevas secciones, obras invitadas, reconocimientos especiales y actividades paralelas. Y, además, habrá dos largometrajes: Nacido para morir, de Andrés Borghi, y Yo sé lo que envenena, de Federico Sosa.

Para la competencia oficial (el elemento constitutivo y fundante del festival), se programó media centena de cortos. Los de la manga nacional son 32, varios con premios en el extranjero, y se proyectarán en cuatro tandas: mañana de 15.30 a 17.30 y de 19.30 a 22, y el viernes de 15.30 a 17.30 y de 20.30 a 23.30. Los internacionales, en tanto, suman 27 y provienen de lugares tales como España, Paraguay, el Líbano, Macedonia, Lituania y Singapur. Los cortos en pugna tienen duraciones que oscilan entre los 5 y los 25 minutos (el límite máximo es de 30). Por otra parte, y como es costumbre, mañana y el viernes se proyectarán después de la medianoche aquellos trabajos que no superaron el corte inicial.

Nuevamente se suma a la mesa el Georges Méliès, reconocimiento otorgado en conjunto con una delegación cultural del gobierno francés. El premio, tal como ocurre desde 1983, está destinado a obras de creación sudamericana y las habilita a participar en festivales del país galo. No será la única competencia adicional a la oficial. Este año se estrenará Desafío 48 Horas, dedicado exclusivamente a directores geselinos. Después de una preselección inicial, cinco equipos de trabajo tuvieron que realizar y editar una pieza de un minuto entre el viernes y el sábado pasados (de allí su nombre). Es la primera vez que Uncipar incluye una sección de cortos específica del ámbito local.

La impronta simbólica de la Villa, históricamente secundaria del hecho cultural en sí, se revitaliza, además, con la entrega del premio Carlos Gesell, algo así como un inédito reconocimiento al mejor de todos los cortos. En Uncipar siempre se estiló dividir la competencia en secciones, tal vez una forma de moderar vanidades exaltadas y repartir la torta entre varios invitados. Ahora, por primera vez, uno de ellos se ungirá por encima del resto. La estatuilla la realizó Leonardo Castellani, artista local que realizó esculturas de Tita Merello, el Che Guevara y Luis Alberto Spinetta, personajes con historias vinculadas a la ciudad. El Flaco protagonizó Balada para un Kaiser Carabela, un corto rodado sobre la Avenida 3 que será proyectado 28 años después de su estreno. Su director, el geselino Fernando Spiner, asistirá a esa proyección y a la de Malvinas, 30 miradas, donde también intervino.

El inicio del festival coincide con un nuevo aniversario del desembarco argentino en Malvinas. Por eso, habrá distintas actividades dedicadas a la memoria y a la reflexión de lo sucedido en las islas. Además de Malvinas, 30 miradas, se pondrán en pantalla Podría ser hoy y 36 horas, realizaciones del colectivo Cine en Movimiento con Veteranos de Malvinas. Los homenajes constituyen un punto alto de la programación. También será recordado Humberto Ríos, director y documentalista de largo predicamento en el corto y en el largometraje que falleció en noviembre pasado a los 84 años. Exhibirán Faena, una pieza rodada en 1961.

La acción principal transcurrirá en la Casa de la Cultura, de Avenida 3 y Paseo 109, y el acto de clausura (es decir, la entrega de premios) está programado para el sábado a las 20. Como nudo lateral, el Centro Cultural Homero Manzi (en 3 y 135, al sur de la ciudad) descongestionará la programación con algunas actividades vinculadas. La entrada, como siempre, es libre y gratuita. Que comience la función.

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Podría ser hoy, uno de los cortos sobre Malvinas que se proyectarán en la muestra.
 
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