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Lunes, 3 de agosto de 2015

TEATRO › EMPIEZA HOY EL FESTIVAL EL PORVENIR EN EL CLUB CULTURAL MATIENZO

El futuro es puro presente

El encuentro tiene como objetivo tejer una red de artistas jóvenes y crear un espacio de apertura y reflexión que funcione como vidriera de las nuevas tendencias. Este año hay doce directores seleccionados. El festival dura un mes.

 Por Paula Sabatés

Es curioso, porque El Porvenir lleva en su nombre la expresión de lo que vendrá, pero hace años –siete, con la edición que comienza hoy– que así se llama el festival de “teatro joven” que, más que marcar el pulso de lo que vendrá, registra las expresiones actuales de los creadores sub-30, teatristas de una generación inquieta, arriesgada y en continua búsqueda de su identidad. Realizado desde sus inicios en el Club Cultural Matienzo, el encuentro tiene como objetivo tejer una red de artistas jóvenes y crear un espacio de apertura y reflexión que funcione como vidriera de las nuevas tendencias. “Muestra el presente que está pasando y también enseña que el futuro es azaroso, como lo fue el desarrollo de este festival, que empezó siendo una cosa y ahora se les fue de las manos a quienes lo concibieron”, define Belén Charpentier, una de las directoras que este año mostrará su trabajo durante el ciclo.

Lo de azaroso responde a la lógica del festival: en su primera edición, en 2009, los curadores seleccionaron a doce directores para que expusieran sus obras. De ahí en más, la idea fue que esos participantes recomendaran a otra docena para la edición siguiente, y así en lo sucesivo. Entonces, cada año un nuevo equipo de teatristas activa el juego y presenta su trabajo tejiendo un punto más de la red que supone El Porvenir, “poniendo a prueba la posibilidad de existir con el otro”, según sus organizadores. Los elegidos se dividen en cuatro grupos, a cada uno se le asigna una semana, y durante la misma se muestran consecutivamente los trabajos de los tres directores, de 20 minutos cada uno. El festival dura un mes. Cuando termina ese período, el festival hubo brindado un panorama bastante amplio del quehacer teatral de los artistas que están en sus veinte.

Con Gonzalo Facundo López (26 años), uno de los participantes de este año, pasó algo sin precedentes: la directora que lo recomendó el año pasado no lo conocía. “Vio mi trabajo anterior y le gustó. Eso para mí fue muy grosso. Yo ya conocía el festival pero esto me predispuso de otra forma”, cuenta el director, que presentará Si la memoria no me falla, una pequeña pieza protagonizada por señoras de más de setenta años, entre las cuales están su abuela y algunas de sus amigas. “Me interesaba contraponer el espacio cool de Matienzo, donde hay gente joven, con gente de otra generación. Quiero ver qué pasa con eso, que es algo que nunca pasó en ese lugar”, dice.

Nubecita Vargas, como López, también forma parte del Grupo C, con lo cual su obra se verá durante la tercera semana del festival, es decir los días 18, 20, 21 y 23 de agosto a las 20. De 21 años, es el director más joven del ciclo, y también uno de los más provocadores. “Me recomendó un director amigo y me encantó la idea de compartir un proyecto con gente de mi misma generación. Es como un gran viaje de egresados, hay mucha buena onda”, desliza. A Alienación, la obra que presentará (en la cual una mujer que trabaja en un taller clandestino viaja al espacio y conoce al emperador del universo, que es un pulpo), la define como “un mash up entre marxismo, ciencia ficción y animé”. “Ya venía trabajando en ese universo, pero siempre hacía cosas más darkies, con chanchos y esas cosas, en cambio este trabajo es más luminoso”, afirma.

Si bien comparten la franja etaria, los directores tienen diferentes posturas en relación al teatro y los jóvenes. Para Charpentier –que fue recomendada por un grupo grande de directores en vez de uno solo, y que presentará Emergencia del deseo el 4, 6, 7 y 9 de este mes, también a las 20–, por ejemplo, “no existe algo así como el teatro joven”. Para ella se trata simplemente de una “actitud”: “He visto obras de gente de otra generación que me rompieron la cabeza y otras de chicos de mi edad que todavía están pensando cosas más cercanas a lo que ya se vio”, dice la actriz, gestora y directora de 25 años. Para López, en cambio, hay cierto espíritu que comparten: “Hay algo en la forma de contar las cosas. Somos una generación posmoderna. Eso nos hace reflexionar todo el tiempo sobre cosas que ya existen. Sabemos que no hay nada nuevo, entonces tratamos de resignificar lo que ya existe”, opina.

En el punto en el que sí se ponen de acuerdo es en el referido al compromiso de sus producciones. Consultados sobre cierta creencia, de teatristas mayores que ellos, de que el teatro cada vez es más “líquido”, o más vacío de contenido, los jóvenes responden de la misma forma. Que “en los ’70 el gesto político estaba en el contenido pero que ahora, lejos de desaparecer, se encuentra quizás más en la forma o en una estructura innovadora”, como dice Charpentier, que “todas las producciones se hacen con mucho deseo y mucho trabajo, poniendo las ideas de cada uno sobre la realidad”, en palabras de López, o que “contenido hay, sólo que ya no está la presión de hablar de política o sociedad sino que hay más libertad para tirar cualquiera”, tal como sostiene Vargas. Como sea, comparten la creencia en lo que hacen, y también llevan como bandera una concepción más colectiva del teatro que se aleja de la supremacía del director por sobre el resto del equipo creativo. “Porque el compromiso también es entender que por más que cada uno tenga su trabajo, lo que hacemos entre todos es un bloque entero, y que eso es lo que da el panorama de lo que está ocurriendo a nivel teatral”, resume Charpentier.

Además de las obras, entre las que también se incluirán trabajos de Daniela Regert, Anabel Fasanelli, Elías Míguez, Gastón Santos, Ignacio Torres, Noelia Ferrario, Camila Peralta, Juan Prada y Marina Carrasco, habrá tres talleres gratuitos (uno de técnicas de actuación, otro de proyectos escénicos y otro sobre la dirección de actores “en la era del exhibicionismo compulsivo”) y un proyecto de cruce. Este último será de la mano de Gael Policano Rossi, Melina Marcow y la transgresora dupla Lolo y Lauti, directores que formaron parte de ediciones pasadas de este ya clásico festival, que en el próximo mes brindará estéticas y temáticas muy heterogéneas. Para todos los gustos.

* Todas las actividades se realizarán en el Club Cultural Matienzo, Pringles 1249.

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El Porvenir registra las expresiones actuales de los creadores sub-30.
 
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