SOCIEDAD › OPINION

Una tarifa integrada e inclusiva

 Por Alejandro Amor *

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires recibe a diario más de tres millones de personas provenientes de la Provincia de Buenos Aires. Es decir, la población diurna de nuestra ciudad duplica su número de residentes, el cual se mantiene prácticamente inalterable desde la década del ‘50. Las encuestas de movilidad de la Región Metropolitana de Buenos Aires, realizadas por la Secretaría de Transporte la Nación durante los años 2006-2007 y 2009, indican que el trabajo y el estudio son los principales motivos de desplazamiento. Aproximadamente, el 50 por ciento de los viajes producidos en la ciudad se explican mediante el uso del transporte público, siendo el autotransporte colectivo el medio que moviliza a la mayor cantidad de personas, seguido por el ferrocarril y el subterráneo.

Durante el transcurso del presente año, y como respuesta al aumento de las tarifas de los servicios públicos, esta Defensoría brindó a las autoridades pertinentes una serie de iniciativas con el objetivo de cuidar el bolsillo de las familias.

En mi carácter de Defensor del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires participé de la Audiencia Pública donde se debatió la modificación de la tarifa del subte. Estuvieron presentes, entre otros, los legisladores María Rosa Muiños, Maximiliano Ferraro, Marcelo Ramal, Gabriel Fuks, Patricio Del Corro, los legisladores con mandato cumplido Eduardo Epszteyn, Alejandro Bodart y María José Lubertino, al igual que representantes de los trabajadores, como Roberto Pianelli y Claudio Dellecarbonara, miembros de las asociaciones de consumidores y particulares. Todas las posturas fueron críticas respecto al aumento propuesto. Desde la Defensoría del Pueblo, en particular, decidimos introducir nuevos reclamos durante el breve lapso que se nos concedió para exponer nuestra posición.

En primer lugar, la Defensoría sostiene la necesidad de implementar un sistema de tarifa integrada para el transporte público de la región metropolitana de Buenos Aires, que involucre al subte, los colectivos y el tren. Hemos acercado al ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, un proyecto de integración tarifaria que permite optimizar el funcionamiento en red del sistema de transporte. El objetivo de dicha iniciativa es brindar a toda persona que precise combinar con distintos medios de transporte para desplazarse, una tarifa más económica y accesible en función de la cantidad de trasbordos realizados. Por ejemplo, si se utilizan dos medios de transporte para ir al trabajo y luego dos para regresar, el descuento podrá ser del orden del 30 por ciento, alcanzando hasta el 40 por ciento en caso de realizar tres o más trasbordos. Este mecanismo no resulta novedoso, en tanto y en cuanto es utilizado en numerosas ciudades del mundo. Los obstáculos jurídico-administrativos presentes para implementar esta medida son de fácil solución puesto que los tres niveles jurisdiccionales intervinientes –Nación, Ciudad y Provincia– son gobernadas por la misma fuerza política, y además porque se dispone de una herramienta fundamental como es el Sistema Único de Boleto Integrado (SUBE).

En segundo lugar, y en consonancia con el punto anterior, entendemos que es inapropiado plantear el aumento de un modo de transporte, como el subte, sin considerar los beneficios del esquema integrado propuesto.

En tercer lugar, hemos planteado la necesidad de ampliar la franja horaria de operación del servicio subterráneo, retornando a los horarios establecidos desde 1913 hasta fines de la década del ‘80 e interrumpidos por la crisis energética y su posterior privatización. Esta medida ha sido presentada en el ámbito de la legislatura de la Ciudad, en función de las potestades legislativas concedidas a la Defensoría por la ley 3.

Además, consideramos pertinente remarcar la necesidad que presenta la red de un plan integral de mantenimiento y mejora tanto de los medios de acceso a las estaciones, ampliando la oferta y disponibilidad de ascensores y escaleras mecánicas, al igual que la habilitación de servicios sanitarios suficientes en cada estación. Este hecho se desprende de los relevamientos periódicos que realiza esta Defensoría sobre la red de subterráneos y las numerosas recomendaciones que hemos elevado ante los organismos correspondientes.

Entre los temas que restan por abordarse se encuentra la posibilidad de adquirir la tarjeta SUBE en todas las estaciones del subte, algo que resulta indispensable ya que se descontinuó la venta de subtepasses. A su vez, en el contexto actual, es fundamental que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires discuta una ley universal de boleto estudiantil contemplado la situación de los estudiantes en todos los niveles, incluido el universitario.

Acompañamos, naturalmente, toda medida que suponga ampliar la calidad y confort del servicio, comprendiendo que trae aparejado un determinado costo. Sin embargo, ello no debe redundar en una barrera económica para el libre uso de los medios de transporte. El rol del estado debe ser sobre el conjunto del área metropolitana y con una política que impacte sobre quien más la necesita: el usuario.

* Defensor del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.

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