SOCIEDAD › ACUSAN A LA POLICIA POR LA MUERTE DE UN JOVEN EN UN RECITAL DE LA RENGA EN CORDOBA

“Desapareció al pasar el primer control”

Tiene 24 años y con su novia fue desde Merlo, donde vivía, a ver a la banda en Villa Rumipal. Según contó la chica, lo perdió de vista a la entrada del concierto. El lunes apareció en Embalse Río Tercero. La familia denuncia que lo mató la policía cordobesa.

Ismael Sosa, un joven del conurbano, de 24 años, compró junto a su novia un paquete para ir a ver a La Renga en Villa Rumipal, Córdoba, que incluía el traslado y la entrada al recital. Según testigos, Ismael desapareció el sábado después de atravesar el primer control policial antes de entrar al concierto, su novia lo perdió de vista y lo que se supo después es que apareció muerto el lunes en el lago de Embalse Río Tercero. La Justicia de Córdoba investiga la muerte. Su familia acusó a la policía y denunció que “lo mataron como a un perro y lo dejaron tirado ahí”.

La fiscal a cargo del caso, Andrea Heredia Hidalgo, tomó declaración a la madre del joven, Nancy Sosa, y dijo que “se está investigando” el caso, mientras se espera el resultado de la autopsia para conocer cómo murió el joven oriundo de Merlo. Heredia Hidalgo sostuvo que una comisión policial viajó a Buenos Aires para un cotejo de huellas dactilares.

Nancy Sosa manifestó que su hijo “desapareció antes de entrar al recital, cuando pasaron el primer control”. “La novia de Ismael iba adelante, él atrás. Cuando se da vuelta para llamarlo, ya no estaba más. Lo empezaron a buscar antes de entrar y no lo encontraron más, no alcanzó a entrar al predio donde era el recital”, expresó la mujer.

Además afirmó que la novia, cuando no lo vio, salió a buscarlo en comisarías y hospitales. Antes de conocer que su hijo estaba muerto, la mujer había declarado que algunas personas le dijeron haber visto al joven “golpeado por agentes policiales”. “Un chico se acercó y la policía le dijo que lo iban a llevar a curar al hospital. Me cansé de llamar, pero me dijeron que ahí nunca entró nadie con esas características”, expresó la madre, antes del hallazgo del cuerpo de su hijo. Asimismo sostuvo que le contaron que “le estaba sangrando la nariz, que la policía lo agarró contra la pared de una casa y que, más tarde, otros pibes que lo vieron dijeron que lo estaban pisando, todo ensangrentado”.

El joven y la novia habían viajado a Córdoba para presenciar el recital de La Renga, mediante un paquete que incluyó las entradas y el transporte en colectivo, donde quedaron las pertenencias de Sosa. La madre dijo que “el micro lo esperó un rato y se tuvieron que volver. Cuando la novia llegó a Merlo, me avisó y ahí empecé la búsqueda”.

Por otra parte, contó que el lunes un hermano del joven viajó a Rumipal “y ni siquiera le tomaron la denuncia”. El hermano del joven, Facundo Sosa, dijo que “el cuerpo de mi hermano sigue en Córdoba”, y denunció que “hay otros chicos desaparecidos en el momento del recital”. Además añadió que “lo cagaron a palos, lo mataron como a un perro y lo dejaron ahí tirado”. “Nadie dice nada, todos tienen miedo a la policía y a las autoridades de ese lugar”, aseguró.

Facundo Sosa sostuvo que “varias personas me cuentan que lo agarraron entre cuatro policías y lo separaron. Testigos me dijeron que le pegaban y que él pedía que lo dejaran. Le dieron una piña que lo hizo caer al piso, y una vez ahí le empezaron a pegar patadas”. “Vino una camioneta de Infantería, lo esposaron y se lo llevaron”, sostuvo, y pidió que “todos los responsables se hagan cargo, no sólo la policía. Los que callaron también. Todos lo mataron, los que callaron también”.

“La causa recién se inicia, la madre recibió hoy (por ayer) la confirmación de que el cuerpo hallado en el Embalse de Río Tercero es el de su hijo, ya que sólo pudieron cotejarlo a través de las huellas dactilares; no hay ninguna hipótesis aún, pero la familia cree que lo mató la policía”, dijo Juan Borghi, abogado de la madre de Ismael.

Además precisó que “existen testimonios de personas que dicen haber visto al joven junto a autoridades policiales antes de su desaparición”, pero destacó que aún es prematuro hablar de responsabilidades, ya que “existe secreto de sumario y no tenemos acceso al expediente”.

A través de su cuenta personal en Facebook, Nancy Sosa aseguró que lo que más necesita “son testigos que puedan testificar, si vieron a mi hijo y cómo estaba, y también de cómo estaba armado el operativo ese día, necesito mucho de eso”. Indicó además que “esto es más grave de lo que parece, es toda la seguridad de una provincia contra nuestra familia, necesito personas que vieron a Ismael con vida que testifiquen, si no, esto queda en la nada”. Uno de los testigos que aportaron datos a los familiares aseguró que le escuchó decir: “Acordate de mí porque mañana salgo en los diarios”, y agregó que la policía “le dejaba el campo abierto para que no moleste más, pero él no quería y se quedaba sentado, insultaba a la policía y no se iba”. En tanto, otros testigos narraron a la familia que “habían visto a Ismael sangrando y que no lo pudieron asistir porque la policía los apuraba para que ingresaran al recital”.

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Ismael Sosa vivía en la localidad de Libertad, partido de Merlo.
 
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